viernes, 11 de agosto de 2023

LINGÜÍSTICAS

 

LINGÜÍSTICA     I    

Lucila González de Chaves

 

1. Saludar

En estos tiempos difíciles, más que nunca, es necesario saludar a la familia que nos rodea. También, por internet se puede saludar a los amigos y a cuantos nos escriban, con las mismas formas correctas. Es agradable un correo, por simple y corto que sea, cuando empieza con: buenos días, buenas tardes…

La expresión buenos días, se puede utilizar en plural y en singular (buen día). Para los saludos correspondientes al resto del día, lo normal en todo el ámbito hispánico es emplear el plural, buenas tardes, buenas noches.

Algunos autores han explicado la utilización del plural, por analogía con la expresión también en plural, de las horas canónicas (maitines, laudes, vísperas).

Asimismo, se ha relacionado con un tratamiento llamado: «plural de respeto».

Saludemos, siempre, al comienzo del día, para que ese saludo exprese cariño, aceptación, fraternidad, tolerancia; así, quienes nos acompañan en este aislamiento, sienten que su presencia nos es grata, que estamos bien en cuanto a salud mental y física, que nada de ellos, ni sus palabras ni sus gestos ni sus comportamientos, nos incomodan… Saludar, sonreír, decir: ¡buenas noches!, ¡hasta mañana!, son una buena terapia para nuestro mundo interior que padece incertidumbre y desorientación, y para nuestros cuerpos emocional y físico que siempre están necesitando soportes…

Hagámoslo ya, para que no tengamos que agregar después a nuestras penas el dolor de decir: pero…… si ¡ya es muy tarde!

 

2. Bacano

Es un vocablo aceptado por la RAE.

Bacano (bacana) proceden del adjetivo bacán, usado en Colombia.

"Bacán: en lenguaje juvenil, significa: muy bueno, estupendo, excelente”.

 “En Chile se usa también, para expresar que una persona es prepotente, sobrada; o para hablar de un espectáculo taquillero”.

“En Colombia y Cuba, es un adjetivo coloquial para decir de alguien que es muy atractivo, o muy admirado”.

En “Cuba, también se usa para señalar al hombre mantenido por su esposa o su amante”.

“En Uruguay, para hablar del hombre que costea los gastos de las mujeres con las que mantiene vínculos”.

Bacán, bacano, bacana, son americanismos (vocablos nacidos en América del Sur) aceptados por la RAE.

 

3. Los genéricos masculinos

 

No invisibilizan a la mujer en el lenguaje, sostiene el periodista y escritor Álex Grijelmo; destaca el valor simbólico que tendrían en una reforma constitucional en el sentido de la lucha por la igualdad, pero carecería de efectos jurídicos.

Y para descubrir dónde nacen los géneros en la lengua española, Grijelmo acude al origen: al indoeuropeo.

Allí se comprueba que no fue por ninguna orden ni designio de los varones, sino que surgió de la necesidad de marcar lo femenino, de visibilizar a las mujeres y a las hembras en el género humano y en el animal, de tal forma que el genérico que existía antes para todos los seres animados, derivó en el masculino.

«Los términos que antes eran genéricos se convirtieron, por oposición al femenino, en masculino. «Hay lenguas que tienen el femenino como genérico y otras que no tienen género y no por eso corresponden a sociedades más igualitarias».

Las duplicaciones o dobletes de género han estado en el idioma español «desde siempre»; recuerda el catedrático Grijelmo que en el Mio Cid, en el siglo XII se hablaba de mujeres y varones; de burgueses y burguesas. Y era una sociedad no feminista.

Las «dualidades aparentes», dice, deben ser corregidas ya que “son el gran problema del lenguaje sexista: diferencias de significados entre, por ejemplo, pariente/parienta; fulano/fulana, solterón/solterona, zorro/zorra”. Deben desaparecer del lenguaje los refranes machistas, los menosprecios y los insultos que se dirigen hacia las mujeres en algunas frases hechas; también las expresiones con un sesgo masculino”.

«Cuando se hayan resuelto las diferencias salariales, la violencia machista, la discriminación de la mujer, cuando haya desaparecido todo eso y la igualdad sea plena, el lenguaje dejará de ser una batalla».

 

4. El término “orbital”

 

Está relacionado con las órbitas, por lo que es inapropiado su uso como equivalente de: mundial o global en expresiones como «cita orbital» o «marca orbital».

Lo adecuado es optar por adjetivos como mundial, universal, global o intercontinental, según los casos, ejemplos correctos: «Llegará a la cita mundial a defender la doble corona». «Le permitió clasificarse para la cita intercontinental que se disputará en Hungría».

 

5. Videollamada; videoconferencia

 

Estos sustantivos se escriben sin tilde en la i, y en una sola palabra, sin guion, ni espacio intermedio.

Uso correcto: Las videollamadas de la aplicación han crecido de manera exponencial.

Justicia prepara la celebración de juicios por videoconferencia.

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 Guías escriturales según la RAE

Medellín

a) Auschwitz

 Con motivo de la pasada recordación del acto de liberación de Auschwitz, la RAE recomienda:

 1 ¿75; o 75. º ?

 Para aludir al número del aniversario cumplido, se utiliza tanto el ordinal 75. º (Septuagésimo quinto) como el cardinal 75 (setenta y cinco).

 2. Holocausto

Se escribe en minúsculas con el significado general de ‘gran matanza de seres humanos’. Pero, para referirse al llevado a cabo por el régimen nazi, se emplea Holocausto, con mayúscula inicial, como indica el Diccionario.

 3. ¿Shoá o Shoah?

La grafía de este nombre judío, puede ser con hache final o sin ella, y tilde en la A: Shoah o Shoá. En ambos casos, se escribe con mayúscula, pues es la denominación de un acontecimiento histórico.

4. ¿Auschwitz, Auswitch?

Auschwitz, con ch antes de la w y terminada en z, es la grafía en español, preferible a Auswitch.

 5. Negacionismo y neonegacionismo

Son términos válidos en alusión a las doctrinas que niegan algún hecho importante ya aceptado, en especial si es histórico o científico. Son neologismos válidos: neonegacionismo y neonegacionista.

 6. Israelí; israelita; hebreo; judío

El término israelí es el adecuado en alusión al moderno Estado de Israel; israelita, hebreo y judío aluden al antiguo pueblo semítico, a su lengua y a su religión.

 Formación de plurales

 

1. Sustantivos y adjetivos terminados en vocal.

 Forman el plural agregando -s: casas, estudiantes, taxis.

2) Sustantivos y adjetivos terminados en a; o, tónicas.

Lo forman agregando s: papás, dominós. Excepto el adverbio NO, cuyo plural esnoes; y el pronombre YO: yoes. Cuando funciona como sustantivo, admite dos plurales: yoes; yos.

3) Sustantivos y adjetivos terminados en i; u, tónicas.

Admiten dos formas de plural; se prefiere la primera: bisturíes, bisturís; tabúes, tabús. En los gentilicios, se utilizan los plurales en -es: israelíes, marroquíes, hindúes. Hay voces procedentes de otras lenguas que forman el plural con -s: popurrís, champús, menús. El adverbio sí, cuando funciona como sustantivo, su plural es: es síes, diferente de la nota musical: si, cuyo plural es sis.

4) Sustantivos y adjetivos terminados en y

Forman su plural con es: ley, leyes; buey, bueyes; ay, ayes. Los sustantivos y adjetivos de uso reciente, tomados de otras lenguas, hacen su plural en -s.: gay, gais; espray, espráis.

5) Voces extranjeras terminadas en y.

Deben adaptarse al español sustituyendo la y por i: panti (del ingl. panty); ferri (del ingl. ferry). Su plural se forma añadiendo una -s: dandis, pantis, ferris.

6) Sustantivos y adjetivos terminados en: S, N, X .

Forman el plural añadiendo -es: tos, toses; vals, valses; fax, faxes; compás, compases. Otros son invariables: la/las crisis; el/los tórax; igual que las voces compuestas cuyo segundo elemento es un plural: el/los ciempiés; el/los buscapiés.

7) Sustantivos y adjetivos terminados en -l, -r, -n, -d, -z

Forman el plural agregando: es: dócil, dóciles; cáliz, cálices Los extranjerismos deben seguir esta misma regla: píxel, píxeles; máster, másteres; interfaz, interfaces. Permanecen invariables en el plural: el/los polisíndeton; el/los trávelin El plural de hipérbaton es hipérbatos.

8) Onomatopeyas y voces procedentes de otras lenguas

Hacen el plural en -s: crac, cracs; zigzag, zigzags; esnob, esnobs; cómic, cómics. La palabra club, admite dos plurales: clubs y clubes.

9) Sustantivos y adjetivos terminados en -ch.

Procedentes de otras lenguas, son invariables en plural: el/los crómlech; el/los zarévich; algunos hacen el plural en: es, como: sándwich, sándwiches.

10) Los latinismos.

Hoy, se han acomodado a las reglas: hacen el plural en: s, es; o son invariables, como ocurre con los préstamos de otras lenguas: lapsus, lapsus; nomenclátor, nomenclátores; déficit, déficits; hábitat, hábitats; vademécum, vademécums; ítem, ítems. Permanecen invariables en plural: statu quo; currículum vítae; mea culpa.

11) Notas musicales.

Su plural se forma añadiendo s, menos en la nota sol, que forma el plural con –es. Plurales de las notas: dos, res, mis, fas, soles, las, sis.

12) Unidades léxicas de dos sustantivos.

El segundo es modificador del primero, por eso, solo el primer sustantivo lleva plural: horas punta; bombas lapa; hombres rana; igual que los compuestos escritos con guion: Los dos edificios eran “viviendas-puente”.

Si el segundo sustantivo funciona con el mismo valor del primero, debe usarse también en plural: países satélites, empresas líderes, palabras claves.

13) Sustantivos en plural

Para designar un solo objeto, como: gafas, pantalones, tenazas, alicates, tijeras

14) Nombres propios.

Identifican un solo ser de entre los de su clase, y no van en plural: Juan, Luisa.

15) Apellidos invariables

Los apellidos se mantienen invariables cuando designan a los miembros de una misma familia: vamos a casa de los García.

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Cómo decirlo adecuadamente


 Universidad Nebrija:

Se desaconseja sustantivar el nombre de la enfermedad para designar a la persona

Medellín

 

1. Salud mental

 

Con motivo de la presentación de la Guía de estilo sobre salud mental para medios de comunicación de la Confederación Salud Mental en España, hubo recomendaciones para mejorar la redacción de las noticias relacionadas con este ámbito:

 

a). Persona con problemas de salud mental, o persona con trastorno mental, son las denominaciones recomendadas. Los colectivos que representan a estas personas defienden estas denominaciones, especialmente para su empleo en los medios de comunicación, y las consideran preferibles a enfermo o enferma mental, que denominan al individuo por una sola de sus características, y a otras, aún más peyorativas, como loco o perturbado. 

Asimismo, más allá de los significados recogidos en los diccionarios, se desaconseja sustantivar el nombre de la enfermedad para designar a la persona (esquizofrénico, depresivo, anoréxico, psicótico, etc.), del mismo modo que no es frecuente hablar de un sidoso o un canceroso para referirnos a quienes tienen estas enfermedades.

b). Centro de salud mental o centro de rehabilitación y otras expresiones similares son las adecuadas para referirse a las instalaciones donde se atiende a las personas con problemas de salud mental; no llamarlas manicomio. En otros centros sanitarios, quienes necesitan tratamiento de salud no son recluidos, internados o encerrados en ellos.

c). Trastorno mental no es sinónimo de discapacidad intelectual

La denominación trastorno mental se utiliza para referirse a una serie de problemas de salud que no suponen ni tienen por qué estar asociados con una discapacidad intelectual. Así, la Guía de estilo sobre salud mental para medios de comunicación indica que la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión o la ansiedad, entre otros, son problemas de salud mental, mientras que el daño cerebral adquirido, el autismo, el síndrome de Down o la epilepsia no lo son.

d). Términos de salud mental en otros contextos

En ocasiones se emplean en las noticias elementos y terminología del campo de la salud mental para describir situaciones, personas o cosas que nada tienen que ver con los problemas de este tipo. Por ejemplo, es frecuente usar el adjetivo esquizofrénico para referirse a una situación caótica, irracional o contradictoria, como en: El partido vive una etapa esquizofrénica. Se trata de un uso metafórico que los colectivos que representan a las personas con trastorno mental consideran inapropiado, peyorativo y perjudicial para su imagen. (Conceptos de la RAE).

 

2. Dormir

En su significado básico de 'hallarse en el estado de reposo que consiste en la suspensión de todos los sentidos y de todo movimiento voluntario', este verbo es intransitivo (sin complemento directo), ejemplo: Hoy he dormido mucho; pero, cuenta con algunas acepciones transitivas (con complemento directo) como: dormir la siesta, dormir la borrachera; un medicamento para dormir el dolor), y, además con algunos usos con pronombres, como: quedarse dormido; me dormí temprano. El vocablo dormirse puede explicarse como un proceso en el que un sujeto experimenta un cambio de estado, sin ejercer un control directo sobre este. Dicen los lingüistas que no resulta apropiada la paráfrasis: me duermo, yo me duermo a mí mismo; el pronombre, que concuerda con el sujeto, no indica que el sujeto que ejecuta la acción también la recibe, no es verbo reflexivo. Lo mismo ocurre con otros verbos intransitivos (no tienen complemento directo) y pronominales como arrepentirse, en los que no es adecuada esa paráfrasis: me arrepiento, yo me arrepiento a mí mismo.

 

 3.  Llamar

El verbo llamar es transitivo (tiene complemento directo) en su acepción de: intentar captar la atención de alguien mediante voces, gritos o gestos: lo llamé para saludarlo). En el sentido de 'dar [a alguien o algo] una denominación o un calificativo, podría generarse una expresión reflexiva, como: Yo me llamo tonto cada vez que me acuerdo de lo que pasó. Pero no es verbo reflexivo y es inadecuada la paráfrasis: Yo me llamo Pedro, me llamo Pedro a mí mismo. Este caso se llama: “aporte del pronombre a una noción semántico-aspectual”. No contenido, no significación, sino un caso gramatical de aspecto solamente.

(Esto es lo más claro que a don Francisco Galvis puedo responderle en relación con los verbos dormir y llamar).

 

4. Prever; prevenir

Prever significa ‘ver con anticipación’, ‘conocer, conjeturar lo que ha de suceder’ y ‘preparar medios contra futuras contingencias’;

Prevenir es ‘preparar y disponer con anticipación lo necesario para un fin’

Aunque en ciertos contextos funcionan como sinónimos, cada verbo ha especializado su uso: prever se emplea con el sentido de ver algo con anticipación; prevenir con el sentido de verlo y tomar medidas para evitarlo.

Esta especialización semántica se aprecia en el uso de sus respectivos sustantivos: se habla de prevención de las enfermedades crónicas o de prevención de riesgos laborales y no de previsión de ellas.

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DICCIONARIO MEDIOAMBIENTAL

 

 

El nuevo diccionario medioambiental, en la Cumbre de Madrid:

El uso de términos como solastalgia  o ecocidio  ha sido  frecuente en los debates en la Cumbre del Clima; pero estas palabras, desconocidas para la mayoría, empiezan a trascender y a hacerse habituales, a medida que crece  la preocupación por el cambio climático.

Son términos y conceptos, unos antiguos y otros de nueva creación, que aparecen  en los medios y redes sociales —algunos ya aceptados por la RAE — pero que irán  incorporándose, al vocabulario  general.

Puede que a cualquier persona le diagnostiquen ecoansiedad, tras haber visto por televisión un ecocidio o haber discutido con un amigo negacionista sobre las bondades del reciclaje. Alguien podrá creerse un ecohéroe.

Según las definiciones que proporcionan la RAE, la Fundación del Español Urgente (Fundéu) y la opinión de algunos expertos en relación con el fenómeno del cambio climático, los siguientes son solo algunos de los términos y conceptos más populares:

 

COP. Siglas con las que se hace referencia a la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático  celebrado en Madrid.

Acidificación. En ecología, fenómeno que padecen los océanos al absorber las emisiones de dióxido de carbono y que pone en peligro la vida marina y los ecosistemas.

Descarbonización y descarbonizar. Según la Fundéu, son los términos adecuados para referirse al proceso de reducción de emisiones de carbono, sobre todo en forma de dióxido de carbono.

Desoxigenación. Para la RAE, es: ‘acción y efecto de desoxigenar’, y, para los ecologistas: fenómeno que padecen los mares y océanos por el aumento de la temperatura relacionado con el cambio climático.

Ecoansiedad. Según expertos en psicología, ansiedad provocada por los desastres medioambientales.

Ecohéroe. Aunque el término no está incluido en el DLE, se aplica a quien cree que ayuda con sus iniciativas, cotidianas o excepcionales, a resolver problemas medioambientales.

Ecocidio. Para la Fundéu, es un neologismo válido, formado a partir de los elementos compositivos eco- y -cidio, para referirse a un daño ecológico muy grave.

Ecofeminismo. Según expertos y organizaciones feministas, es un término que se usa para referirse al tratamiento de los temas relacionados con el cambio climático desde una perspectiva de género.

Ecopostureo (también ecoimpostura). Se usa de forma coloquial para definir las estrategias de algunas empresas para aparentar respeto al medio ambiente.

Ecotasa. Impuesto, ya aplicado en muchos países, que penaliza a quien contamina.

Especismo. Discriminación de los animales al ser considerados como especies inferiores, según el Diccionario de la lengua española.

Hipermetropía ambiental. Según expertos en psicología, preocupación mayor por los dramas medioambientales alejados de nuestro lugar de residencia, que por aquellos que ocurren cerca.

Negacionismo. Para los ecologistas, es negación del cambio climático.

Paladín (champión en inglés). En el marco de la Cumbre sobre Clima, es el representante del presidente de la conferencia que realiza gestiones relacionadas con la negociación.

Reciclaje. Reutilización de materiales para fabricar nuevos productos.

Resiliencia. En el medio ambiente, los expertos se refieren con esta voz, a la capacidad de un sistema ecológico de recuperar sus propiedades tras verse alterado por una perturbación.

Sabanización. Para la Fundéu, es un neologismo válido para aludir al proceso de degradación de zonas de bosque, en especial selvas o bosques tropicales.

Solastalgia. Según los expertos, es angustia por las consecuencias del cambio climático o los desastres medios ambientales.

Sostenible (también sustentable). Según la RAE, se usa especialmente en ecología para referirse a una actividad que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos, algo básico para actuar contra el cambio climático.

Taxonomía. Dice la RAE que se aplica, en particular, en el ámbito de la biología, a la ordenación jerarquizada y sistemática de los grupos animales y vegetales. 

Guarecerse, es el verbo adecuado para expresar que alguien se cobija en un lugar para librarse de un peligro o daño, o de las inclemencias del tiempo.

Ejemplos  correctos: Numerosas personas se refugiaron en el edificio para guarecerse de las tormentas.

Es cuestión de disciplina y fortaleza guarecernos en nuestras casas hasta que pase el contagio.

¡Hay tantos que no tienen un lugar seguro para guarecerse!

 

……………..

 

“Unos se lanzan a la rebelión, al desafío, que es una no-aceptación negativa. Otros se mantienen en la aceptación indiferente, pura pasividad negativa. Los iluminados toman la actitud más noble. Oponen a la angustia la esperanza que va más allá de una simple aceptación, pues es una no-aceptación como la rebelión, pero de signo positivo, es la aceptación en la esperanza”. (Obra: “Murió en ruta”. Francisco García-salve)

 

 

EL ESPAÑOL Y LAS MÁQUINAS

 

 

1. Noticias automáticas…

 

Dice la FUNDÉU: En el periodismo, como en muchas otras facetas de la vida, la inteligencia artificial ha llegado para quedarse: numerosos medios de comunicación disponen ya de robots capaces de crear noticias de forma automática. Y, como en otros campos, la cuestión es saber si esas máquinas suponen una ayuda o una amenaza.

 

 

2.Ética y periodismo; el lenguaje

 

Son los muy importantes y delicados  asuntos que se han abordado esta semana en el seminario “El español y las máquinas: lenguaje, ética y periodismo”, organizado por la Fundación del Español Urgente (promovida por la Agencia EFE y BBVA) y la Fundación San Millán de la Cogolla.

Periodistas, ingenieros, filósofos, lingüistas, informáticos… debatieron en el monasterio riojano de Yuso, considerado la cuna del español, sobre los aspectos éticos, comunicativos y lingüísticos de la interacción entre personas y máquinas, […]..

 

3.”La tecnología ha pisado el acelerador”

 

 

"Vivimos tiempos vertiginosos en el mundo de la inteligencia artificial; las tecnologías que la hacen posible han pisado el acelerador y debemos acostumbrarnos a convivir con máquinas cada vez más parecidas a nosotros, y que no solo podrán ejecutar las tareas que les encomendemos sino que tomarán sus propias decisiones”.

Esas son algunas de las reflexiones con las que el profesor José Ignacio Latorre, catedrático de Física Teórica de la Universidad de Barcelona y uno de los mayores expertos en computación cuántica y aplicaciones de inteligencia artificial, lanzó en la inauguración del encuentro.

 

4. Un deber ético

 

El físico y teólogo Javier Sánchez Cañizares,  de la Universidad de Navarra, plantea si, ante esa posibilidad, no tenemos el deber ético de impedir que suceda, de evitar la existencia de inteligencias fuera del control humano.

 

5. Contenidos de forma automática

 

 

Esther Paniagua, periodista española independiente, especializada en asuntos de tecnología e innovación, conceptuó que las máquinas ya son hoy capaces de crear contenido para los medios de comunicación de forma automática a partir de datos, como redactar noticias sobre la jornada bursátil o sobre un partido de fútbol, y lo hacen en un español, si no brillante, al menos, correcto. Pueden producir más contenido que los humanos, ser más precisas, detectar las informaciones falsas…, pero carecen de cualidades imprescindibles para hacer periodismo, tales como: capacidad para la comunicación compleja, pensamiento experto, capacidad de adaptación, juicio subjetivo…

 

6. ¿Ayuda o sustitución?

 

 

Olalla Novoa, periodista española y directora de servicios de contenido digital de la consultora Prodigioso Volcán cree que la automatización puede ser muy positiva porque facilita el acceso a datos; pero, emplearla para sustituir a los profesionales e inundar el ecosistema comunicativo con contenidos producidos con un coste infinitamente menor que los creados por personas, es una tentación muy fuerte en un mundo en el que no parece primar la calidad. Una vez más, aparece la duda, ¿máquinas para ayudar o máquinas para sustituir?

 

….

 

Así, ha relatado, el nivel de cálculo mental se ha reducido mucho desde hace décadas por el uso de máquinas, y «el castellano también se ha resentido» porque «al escribir todos pensamos que habrá un corrector».

 

Esta situación «hace unos años era más tácita, pero estamos en una época en la que las máquinas toman decisiones», lo que supone, a su juicio, un «declive ético» aceptado por el ser humano, por ejemplo, «cuando se dice que una decisión ha salido de un programa» y «esa delegación es, en realidad, algo muy profundo y serio».

 

 

Se ha llegado a esa situación, «tras un siglo XX vertiginoso», de avances en mecánica cuántica e inteligencia artificial que en el siglo XXI tiene ya implicación en todas las actividades humanas.

 

«Hemos aprendido a aprender», ha asegurado Latorre Sentís, quien ha explicado que ahora mismo, frente a la idea anterior de que fuera un algoritmo el que le dijera a un ordenador cómo copiar la lógica humana, la corriente científica actual es la de copiar en un ordenador la red neuronal humana «y enseñarle como a un niño».

 

Latorre Sentís se ha referido a la existencia de aplicaciones de inteligencia artificial que ya se usan como asesorías jurídicas, médicas o empresariales; y a cómo se ha logrado que los sistemas de reproducción de voz avancen hacia el reconocimiento de estados de humor o de la imitación de entonaciones.

 

Y también ha aludido a que en Estados Unidos existen compañías que hacen entrevistas de trabajo solo a través de máquinas y a que en China se monitorean las caras de escolares para saber si atienden o no.

 

Pero es, ha dicho, en la ciencia médica donde más se pone en cuestión el uso de inteligencia artificial por la posibles errores de los ordenadores frente a los médicos humanos.

 

«Hay que analizar cuestiones éticas, entre todos, como quién programa esas máquinas y quién supervisa el proceso», ha afirmado, «aunque esa frontera ética esta en todas las disciplinas humanas y, por cierto, es dramática en el caso del periodismo».

 

«Hay que pensar y codecidir», ha recalcado, porque hay que responder a cuestiones como «si las máquinas son entes jurídicos» y, «ante eso, los gobiernos no pueden mirar a otro lado, aunque lo están haciendo».

 

Ha insistido en que los gobiernos no pueden hacer más «dejación de funciones» porque «entramos en la era de la supremacía cuántica» y ha recordado que hace escasos días se dio a conocer la creación del primer ordenador cuántico, que ya podría intervenir cualquier transacción u operación tecnológica que se haga en toda la tierra.

 

Ante esta situación, «no nos queda más que preguntarnos qué nos espera y qué significa nuestra especie, si somos solo un eslabón, al que seguirá una forma de vida no biológica» y «si esa vida será benévola», algo que él cree que sí.

 

En el futuro, «las máquinas nos cuidarán, nos acompañarán o nos harán reír», ha defendido, y «hay que comprender y conocer ese proceso», ya que «si no lo hacemos, perdemos libertad» y porque «la clave están en la ética de verdad sobre esta cuestión, pero no solo hablando, sino legislando», dado que «vamos a generar máquinas que van a cambiar nuestra forma de comprender la vida y relacionarnos»

 

. La tercera y última de las mesas, que presentará el investigador en procesamiento de lenguaje natural de la Universidad del País Vasco Rodrigo Agerri, se centrará en los aspectos lingüísticos y en concreto los que afectan al español con una perspectiva de ida y vuelta. Por un lado, las máquinas «hablan» el español que alguien les enseña o que aprenden a través de los sistemas de aprendizaje automático; ¿qué variedades y sesgos tiene esa lengua?, ¿qué saben o pueden aprender las máquinas de matices emocionales?, ¿qué problemas se derivan de la traducción automática?… Y, por otro, ¿cómo afecta todo esto a la evolución del español?

Ingenieros, filósofos, lingüistas…

Para tratar cuestiones tan diversas, pero tan relacionadas entre sí, el seminario propone la reunión y el intercambio de puntos de vista de destacados profesionales de áreas muy distintas, entre ellos, ingenieros y especialistas en informática y procesamiento del lenguaje natural, como Rodrigo Agerri (Universidad del País Vasco), David Llorente (Narrativa), Elisa Martín Garijo (IBM), Juan Murillo (BBVA), María Pérez Ortiz (University College London) y Luis Alfonso Ureña (Sociedad Española para el Procesamiento del Lenguaje Natural).

También filólogos y lingüistas, varios de ellos especializados en lingüística computacional, como Leticia Martín-Fuertes (Google), Amelia Sanz Cabrerizo (Universidad Complutense de Madrid) y Carmen Torrijos (Instituto de Ingeniería del Conocimiento).

 

7. El derecho de los lectores

 

 

En lo que parece haber un acuerdo general, como señaló David Llorente —de la empresa Narrativa (España), que ya produce cada día miles de noticias de forma automática— es en que, en este nuevo panorama, los lectores tienen derecho a saber si lo que están leyendo ha sido redactado por una persona o por un algoritmo. Porque los contenidos generados por unas y otros no son siempre distinguibles.

 

 

“EL OCÉANO SEMÁNTICO DE LAS NOTICIAS FALSAS”

 

 

1. El Director general de la Fundéu BBVA, opina:

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Las noticias falsas (y las falseadas) son una de las principales amenazas para los sistemas democráticos, y  su detección es uno de los grandes retos para los profesionales de la comunicación.

Y también lo es que, como ante tantos otros fenómenos, hemos adquirido para designarlo un anglicismo que puede llevarnos a banalizar su significado: eso de fake news suena menos contundente que los términos falsedad, desinformación, mentira. No solo eso, sino que además, es prescindible porque cuenta con innumerables alternativas en español.

Hace ya mucho que propusimos: noticias falsas o falseadas como principal alternativa al omnipresente anglicismo fake news. En su momento, explicamos que esas dos expresiones aportan matices distintos: una noticia falsa puede serlo porque falte a la verdad de forma involuntaria, o porque lo haga de manera premeditada. En este último caso es más preciso hablar de noticias falseadas, expresión que indica a las claras que la adulteración se ha producido adrede.

 El campo semántico relacionado con este asunto es más bien un vasto océano plagado de criaturas no  recomendables y a menudo francamente monstruosas.

La palabra más general, la especie más común, es la simple mentira (‘cosa que no es verdad’), una voz directa, clara y de sencilla comprensión, que —quizá por eso— se evita a menudo en el lenguaje políticamente correcto y se sustituye por el insulso adjetivo incierto: Eso de que yo tuve algo con tu amigo es incierto, se oye decir a menudo.

Las mentiras existen. Se mueven, impulsadas por la mendacidad de algunos, a través  de: la desinformación (‘acción de dar información intencionadamente manipulada al servicio de ciertos fines’), de la manipulación (‘intervención con medios hábiles y a veces arteros en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares’), y de la posverdad.

La posverdad es una de las voces que se ha incorporado más recientemente a esta fauna abisal del idioma, y lo ha hecho,  procedente del inglés (post-truth), para designar la ‘distorsión deliberada de una realidad que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales’. El Diccionario lo dice claro: «Los demagogos son maestros de la posverdad».

Se mueven, además de la  mentira, la impostura (‘fingimiento o engaño con apariencia de verdad’), la falsificación (‘algo falso o falto de ley’), la simulación (‘representación de algo, fingiendo o imitando lo que no es’) y la falsedad (‘falta de verdad o autenticidad’)

Un caso curioso es el de las patrañas. El Diccionario dice que esa  voz se refiere a las ‘invenciones urdidas con el propósito de engañar’, así como a ciertos ‘relatos breves de carácter novelesco’. Seguramente por eso hasta hace unos doscientos años las patrañas no eran mentiras urdidas para engañar, sino «para divertir o entretener».

 Cuando alguien falta a la verdad puede hacerlo con algún buen fin (las mentiras piadosas), o directamente para hacer daño.

Entre estas especies dañinas están la injuria (‘agravio, ultraje de obra o de palabra’), la calumnia (‘acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño’), la insidia (‘palabra o acción que envuelve mala intención’), la asechanza (‘engaño o artificio para hacer daño a alguien’), la falacia (‘engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien’) y hasta el libelo, que, además de ser un libro pequeño, es un ‘escrito en que se denigra o infama a alguien o algo’. Algunas de las anteriores podemos encontrarlas tanto en las páginas de Diccionario como en las de Código Penal, ya que se consideran conductas punibles.

A veces, para hacer daño ni siquiera es necesario mentir. Es el caso de los chismes, que —como señala el Diccionario— son ‘noticias verdaderas o falsas, o comentarios con que se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna’.

Acabamos de hablar de algunas de las muchas especies que pueblan el océano semántico relacionado con las noticias falseadas. Una fauna que puede asustarnos, pero cuyos significados y matices conviene conocer para llamar a las cosas por su nombre. Reducirlo todo al manido anglicismo fake news no es correcto ni apropiado frente a la infinidad de sesgos, de intenciones y maneras de expresarse periodísticamente, y, sobre todo, en las redes sociales, con intención de dañar.

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