domingo, 29 de agosto de 2021

IDIOMA Y COMUNICACIÓN - LOS CÓDIGOS

 

VISIÓN GENERAL DE TODOS LOS COMPONENTES DEL IDIOMA ESPAÑOL

¿CÓMO NOS COMUNICAMOS?

 Nº. 1

 

Nuestra LENGUA MATERNA ha sido estudiada bajo diferentes nombres: lengua castellana, castellano, español, lenguaje…

El siguiente texto nos da una visión de conjunto de lo que abarca el estudio de nuestro idioma, cuya célula es la PALABRA, tanto hablada como escrita.

 

La PALABRA se estudia desde los siguientes puntos de vista:

 

Fonética:    Vocalización, entonación y pronunciación.

Gramática: Empleo correcto de palabras y frases

Sintaxis:       Ordenamiento adecuado de las partes de la oración

Ortografía: Escritura correcta de palabras y letras

Semántica: Estudio de los significados de las palabras

Etimología: Estudio del origen de las palabras

Semiótica:  Es todo lo que concierne a signos y símbolos

Literatura:  La expresión de la belleza y la elegancia en

                       las palabras.


 

 Nº. 2

 

FONÉTICA Y FONOLOGÍA:

 

Lo relacionado con la voz humana como: vocalización, pronunciación y entonación. Asimismo, estudia el alfabeto o abecedario en los aspectos de: Letras (las vocales y las consonantes) y los fonemas y particularidades de algunos sonidos. Es necesario saber manejar e interpretar el lenguaje oral en el que los hipertonos son de gran importancia porque cambian el mensaje según su uso.

 

 

 Nº. 3

 

 GRAMÁTICA

 

Comprende todo el estudio relacionado con las partes de la oración. Se han utilizado, a través del tiempo, muchas designaciones. Una ya clásica denominación de dichas partes es la siguiente:

1.  Artículo:     el género y el número de los vocablos

2.  Sustantivo:   para designar personas, animales, cosas, sentimientos,                        pensamientos, hechos

3.  Adjetivo:    determina o califica al sustantivo

4.  Pronombre:  reemplaza al sustantivo

5.  Verbo:     es la clasificación de las acciones o de los fenómenos                           relacionados con personas o tiempos

6.  Adverbio:      para calificar o determinar el verbo

7.  Preposición:  elemento de enlace entre las oraciones

8.  Conjunción:  otra clase de elementos de enlace

9.  Interjección: para expresar estados de ánimo y      

                          sentimientos.

 

 Nº. 4

 

 SINTAXIS

 

Está centrada, toda, en el estudio de las oraciones con las cuales nos expresamos, y analiza las clases y las partes de ellas.

En las clases de oraciones, las hay simples y compuestas. En las partes de la oración, la sintaxis nos va señalando el sujeto (si es simple o compuesto), el predicado (nominal o verbal) y los complementos (directo, indirecto, circunstancial).

 

 Nº. 5

 

ORTOGRAFÍA

 

Una de las grandes dificultades en el manejo de la palabra escrita es la ORTOGRAFÍA. Son muy variados los aspectos que ésta comprende:

El estudio de las letras y dígrafos; las mayúsculas y la peculiar escritura de algunas de dichas letras.

En relación con las palabras, abarca su división silábica, los acentos y las reglas relacionadas con ellos, los diptongos y triptongos, lo mismo que las diferentes clases de palabras.

En la construcción de las oraciones, la ortografía tiene que ver con los signos de puntuación, las abreviaturas y los acrónimos.

 

 Nº. 6

 

SEMÁNTICA

 

Parte muy importante de la SEMÁNTICA es el estudio del signo, tanto desde el punto de vista del significante, como del significado. La semántica nos alerta, sobre todo, en el estudio del significado, porque éste puede ser de base o contextual. En esta parte del manejo del idioma es necesario poner atención a la monosemia y la polisemia de los vocablos, igual que a la denotación y a la connotación de los vocablos, esta última muy subjetiva, a veces.

 

 

Nº. 7

 

ETIMOLOGÍA

 

Dentro de la ETIMOLOGÍA está el estudio de los elementos que forman las palabras, tales como: prefijos (griegos o latinos), sufijos en sus diversas clases y usos, y el manejo de otros vocablos integrados a nuestra lengua materna como: neologismos, galicismos, anglicismo, americanismos…

 

 

Nº. 8

 

SEMIÓTICA o SEMIOLOGÍA

 

Estudia también, de una parte, el signo; pero, además, la comunicación, la que juntamente con la palabra, se realiza por medio de códigos. Quien conoce los códigos y los aplica correctamente, unidos a una claridad y ordenamiento de ideas, puede mantener una comunicación asertiva

 

 

 Nº.9

 

LITERATURA

 

Es el campo de la belleza, la armonía, la propiedad, la musicalidad de las palabras. Quien desee ser un verdadero cultor de la literatura necesita estudiar y cultivar aspectos tan necesarios como: la creatividad, los recursos estilísticos, la capacidad de análisis, para poder realzar la verdadera belleza, tanto en prosa como en poesía; conocer las clases de literatura y las épocas y las escuelas; además de los grandes autores y sus perdurables obras.

 

           ¿CÓMO NOS COMUNICAMOS?


 En cualquier situación humana en que haya comunicación, está presente un mensaje por parte de alguien y, a la vez, la recepción de ese mensaje por parte de otro.


Los componentes de la comunicación son:

 

—La fuente de la comunicación, el emisor, el sujeto hablante o el encodificador.

—El mensaje

—El código

—El canal

—El receptor, el oyente, el lector, el decodificador

—La retroalimentación

 

Hablar y escribir

 

Entre las habilidades verbales en la comunicación están: hablar y escribir que son ENCODIFICADORAS (creadoras del mensaje); leer y escuchar que son DECODIFICADORAS (descifradoras del mensaje).

También son encodificadoras la pintura, el gesto, el dibujo, puesto que tienen que ver con nuestros propósitos e intenciones, con la capacidad de decir algo cuando nos comunicamos

El emisor es la fuente encodificadora. Emite el mensaje y cifra los signos para transmitirlo.

Cuando hablamos, nuestro discurso es el mensaje; cuando escribimos, lo es el escrito; cuando pintamos, el cuadro; cuando gesticulamos, los movimientos y expresiones del rostro.

 

                   En el mensaje hay tres factores muy importantes:

 

1. El código

2. El contenido

3. La forma en que es tratado el mensaje

 

Los idiomas son códigos; también lo son la música, la pintura, el baile, etc.

La ciencia que estudia todas las formas de la comunicación se llama Semiótica o Semiología.

 

                    Los códigos

 

 

1.El código lingüístico

 

Se da con base en el lenguaje oral-escrito. Es la lingüística que comprende:

 

a. Fonética

b. Fonología

c. Morfosintaxis

d. Semántica

 

2.El código lógico:

 

Empleado en matemática, geometría, física, etc.


Nos remite a una realidad percibida y conocida. Su objetivo es acentuar la función referencial, evitando connotaciones. Comprende:

 

Fórmulas matemáticas

Formulas químicas

Figuras geométricas

Lenguaje científico

 

 

3.El código social:

 

Nos relaciona con las demás personas. Comprende:

 

Señales de tránsito

Imágenes kinésicas

Juegos

Banderas

Ritos

Publicidad

Propaganda

Signos de cortesía

Uniformes

 

                           Los signos

 

Los signos kinésicos son los gestos y la mímica (Kinésica, estudio de los movimientos).

Los signos proxémicos son el espacio y el tiempo.

 

La distancia en que nos colocamos con relación al interlocutor, el tiempo que tardamos en recibirlo o en responderle, son signos de frialdad o de afecto, de desconfianza o de intimidad.

 

En los ritos, su función es más de comunión que de información.

 

Los juegos (imitación de una situación social) “subliman deseos frustrados por la vida real (deseos de poder, de fuerza, de ventaja, etc.)”

 

 

4.El código estético:

 

 

 Permite que el hombre exprese lo que siente y piensa, por medio de las formas artísticas. Es un código afectivo y subjetivo, propio de cada persona. Comprende:

 

Pintura

Escultura

Literatura

Música

Modelado

Arquitectura

 

 

                          Contenido del mensaje:

 

Es el material del mensaje seleccionado por la fuente o emisor, para expresar sus ideas. Cada idea es un elemento del contenido. Si analizamos este, la pregunta es: ¿cuáles fueron las ideas expresadas? ¿cuál fue la información dada?

 

 

Tratamiento del mensaje:

 

 Cuando la fuente encodificadora elige un conjunto de afirmaciones como mensaje, puede disponer su contenido de varias maneras

 

 Repetir el mensaje, o una parte de él,

Resumirlo al final,

omitir una parte para que el receptor complete la idea.

 

El tratamiento es, pues, la decisión de estructurar los códigos y el contenido para emitir el mensaje.

 

 

                               En la comunicación,

 

 El Canal es la forma de encodificar o decodificar mensajes, esas formas pueden ser: las redes sociales, el disco, la radio, el teléfono, los periódicos, los filmes, las revistas, las cartas, el teatro, los casetes, el e-mail, etc.

 

También son canales nuestros sentidos: la vista, el oído, el tacto, el olfato, el gusto.

 

Para comunicarse, la fuente encodificadora – la que construye y envía el mensaje - debe elegir un canal apropiado para que el receptor – quien recibe el mensaje -  pueda decodificar el mensaje. En resumen: el canal une la fuente con el receptor y les permite comunicarse.

 

               La significación es clave en el proceso de comunicarse:


La significación es el proceso que asocia un objeto, un ser, una noción, un acontecimiento, a un signo capaz de evocarlos:

 

—la nube, signo de lluvia

 

—ladrido de un perro, signo de enojo

 

—fruncimiento del ceño, signo de perplejidad

 

---un bostezo, signo de cansancio, aburrimiento

 

                     El signo

 

Un signo es un excitante, un estímulo que provoca la imagen recordatoria de algo.

 

El gemido evoca la noción de dolor.

La palabra nos trae la imagen de algo.

 

Por eso, el SIGNO se vuelve instrumento de comunicación. Está compuesto por: un significante y un significado

 

EL SIGNIFICADO no es una “cosa” sino una representación síquica de una cosa. Se sitúa en el plano del contenido.

 

EL SIGNIFICANTE es un mediador. Está en el plano de la expresión. Su sustancia es siempre material (sonidos, objetos, imágenes). Puede decirse que es el nombre, la imagen acústica.

Por eso, somos responsables del significante porque es nuestro, pero no del significado, pues es este es la reacción de quien nos lee o nos escucha o nos mira; es su muy íntima percepción y comprensión del mensaje.

 

 

Los signos de comunicación,

 

propiamente dichos, son esencialmente convencionales, nacen del acuerdo entre quienes los emplean: el lenguaje, las señales, los gestos, el idioma, los comportamientos extralingüísticos.

 

 

La función semántica en la comunicación

 

Teóricamente, la comunicación contempla un solo significante para cada significado (monosemia) y que cada significado se exprese por medio de un solo significante. Es el caso de las lenguas científicas, de los sistemas de señalización y, en general, de los códigos lógicos. Pero, de hecho, las palabras tienen muchos significados. El diccionario nos da hasta treinta o cuarenta sentidos diferentes de una misma palabra, es la polisemia (varios significados para una sola palabra). Lo contrario de la monosemia que es, como ya lo vimos, cuando a un significante corresponde un solo significado.

 

Efectos del sentido de las palabras

 

1.El sentido o significado de base:

 

Es el que le corresponde en el diccionario. Evoca un concepto preciso y no ofrece ambigüedades

 

2.El significado contextual:

 

Las palabras siempre están dentro de un contexto, y es este contexto el que precisa el sentido en que ha sido empleada dicha palabra.


3.El significado denotativo:

 

Es la relación entre el signo-palabra-objeto. Cuando usamos denotativamente palabras, estamos nombrando algo en el mundo físico y no tiene nada de intencional o personal.

 

4.El significado connotativo:

 

Es el significado personal, configurado por nuestra cultura y el sistema social en que nos movemos. Los semiólogos lo definen como una relación entre signo-objeto-persona.

 

Este significado está relacionado con la experiencia personal: sentimientos, creencias. Es el valor expresivo que damos a las palabras.

 

El receptor del mensaje es el decodificador.


Es el que lo descifra.  El receptor se halla en el otro extremo del proceso de la comunicación y, que, en un momento dado de la comunicación o el diálogo, se convierte en la fuente del mensaje, en el encodificador. Si el receptor no posee habilidad de escuchar, de leer y de pensar, no está capacitado para recibir y decodificar (interpretar) los mensajes que la fuente encodificadora ha transmitido.

 

La retroalimentación:


Es un proceso de reacción causa-efecto, que se produce entre la salida y la entrada de los elementos de la comunicación.

La comunicación se cumple totalmente, cuando se produce la retroalimentación; es decir, cuando hay respuesta y reacción por parte del oyente.


Comunicarse es esperar una respuesta del receptor.

 

 

miércoles, 25 de agosto de 2021

CONCEPTOS DEL ESCRITOR IVÁN GUZMÁN LÓPEZ

 



Loor a doña Lucila González de Chaves
Autor: Iván Guzmán López
16 de Abril 



El pasado 22 de marzo  salió al mercado editorial el libro número 14 de doña Lucila González de Chaves, bajo el afortunado título de “Literatura, investigación, lecturas y análisis”. Se trata de una obra pulcra, bien diseñada y atractiva, cuya carátula aparece ilustrada con la obra “Contravía”, del artista Óscar Velásquez Tamayo, quién también tuvo el honor de prologar dicho tratado. Es un compendio de 430 páginas “deliciosas, como toda la creación de doña Lucila”, dividido en cuatro capítulos, esenciales y coherentes. Ellos son: 1. Ensayos, 2. Poetas, 3. Novelistas, y 4. Libros (comentarios y citas textuales). El primer capítulo presenta un cúmulo de ensayos tratados con donosura y propiedad, como: “Presencia femenina en El Quijote”, “Don Quijote o la caballería rediviva”, “El hidalgo inmortal”, “El sentimiento amoroso en la literatura”, entre otros 27 adicionales. El segundo capítulo, Poetas, nos presenta en forma breve y precisa, la vida y obra de poetas entrañables como Alfonsina Storni, Delmira Agustini, Fancisco Luis Bernárdez, Gabriela Mistral, Rubén Darío, Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros 11 nombres que han hermoseado por años a la  gran literatura. El capítulo tres, estudia a novelistas esenciales como André Maurois, Ernesto Sábato, Miguel Ángel Asturias, entre otros. El capítulo cuatro, Libros, se abre como un banquete al buen lector, pues en 96 extraordinarias páginas nos entrega sendos y breves comentarios bien fertilizados con citas textuales, certeras y oportunas. El libro cierra con una bibliografía, a mi juicio, justa y necesaria, y un bosquejo biográfico completo donde el lector puede cotejar la calidad de la obra y las virtudes mismas  de la autora. 


Escribir, que conlleva dos condiciones esenciales: competencia lingüística y capacidad cognitiva, y, colateral a ello, múltiples actitudes y aptitudes, no es fácil, por obvias razones, y es por ello que debemos ponderar, reconocer y recomendar la obra en su conjunto de doña Lucila González de Chaves, la maestra, por excelencia, del idioma castellano.


Joven aún, como en el famoso poema del celebrado yarumaleño Epifanio Mejía, “conocí” a doña Lucila, cuando el bicho de la lectura y la escritura se me había metido por los ojos y los poros. Entonces yo era un estudiante adolescente, de los primeros años del bachillerato, en un pueblo antioqueño donde los buenos libros eran pocos y los suplementos dominicales  de los periódicos se constituían entonces, en una deliciosa golosina. En uno de ellos aparecía una columna hebdomadaria que ella firmaba con el título de “Funcionalidad del idioma”. Desde entonces, he sido “alumno” (y por suerte, ahora, amigo) de ese manojito de huesos, saber y ternura que responde al nombre de Lucila, y que se apellida González, y que casó con el músico Luis Eduardo Chaves Becerra, con quien tuvo a Luis, Carlos, Ana y Juan, y ahora aparece en el mar de la virtualidad con el sugerente nombre virtual de “Aprendiz de brujo”.


Nacida en Medellín, pero llevada a Titiribí desde muy corta edad (por una de esas jugadas definitivas del destino), vivió allí su infancia (en la tierra de su admirado poeta Jorge Montoya Toro), al cuidado de los siempre añorados abuelos y de la tía Maruja Restrepo, a la sazón maestra del pueblo. Muy pronto regresó a Medellín para ejercer su fructífero magisterio en varias de nuestras más queridas instituciones educativas, entre ellas el Centro Formativo de Antioquia, Cefa. Hoy, más que nunca, doña Lucila es paradigma viviente de un idioma vivo, hermoso y dúctil como nuestro español. Ella, tan parecida hoy en su sonrisa y vigor a su sentencia: “El idioma siempre será un adolescente”,  es ejemplo diario de respeto, amor y cultivo por el idioma; es desafío vital para nuestros maestros, periodistas y estudiantes (entre otros especímenes), que maltratan día y noche el idioma, sin que encuentren en ello reato alguno de conciencia, y menos de responsabilidad académica.


Cada vez que tengo la oportunidad de saludar y abrazar a doña Lucila, veo en ella a mi primera maestra, y es entonces cuando esbozo una sonrisa de niño, como cuando Gabo recibió el Premio Nobel, y acordándose de Rosa Fergusson, su primera maestra, pronunció su nombre y ensanchó una sonrisa de niño feliz.


Puntada final: bienvenido éste, su libro número 14, mi querida doña Lucila, y los muchos que le faltan.