viernes, 25 de mayo de 2012

LA LÓGICA EN EL LENGUAJE


                                      LA LÓGICA EN EL LENGUAJE        

                                                                                Lucila González de Chaves

Su origen es griego: “logos”.

Un primer significado de “logos” fue el de: oración gramatical, palabra, discurso.
En la Edad Media, los filósofos interpretaron la lógica como: ciencia gramatical.
Luego le dieron el significado de: principio racional.
Después se le entendió como: significado del pensamiento.

Una de las LEYES de la lógica es la “Ley de la Verdad”, la que debe ser ajena a los sentimientos.

Se peca contra esta Ley por dos extremos:

1.    Por exceso de evidencia, es decir, por querer expresar más claramente lo que de suyo ya lo está,  y es cuando aparecen:

La redundancia: repetición inútil de una idea.

El pleonasmo: es lo mismo que la redundancia, pero se presenta en la repetición de las palabras, sin ninguna necesidad.

La tautología: repetición de un mismo pensamiento con distintas palabras.

EJEMPLOS:

“Lo vi con mis propios ojos” (redundancia). Si son MIS ojos, son propios.

“Calidad total” (redundancia). Si no es total, no puede hablarse de calidad.

“El motivo de mi pensamiento y la razón de mi creencia” (tautología) Una misma idea expresada de dos maneras.

“El redondísimo” (el balón) (redundancia). “Redondo” es una palabra que totaliza el concepto. ¿Qué idea agrega el superlativo “ísimo” a “redondo”?  Lo mismo ocurre con las expresiones que les escuchamos a locutores y narradores de fútbol: “muy inmenso”, “inmensísimo jugador”, “muy cuadrado”, “eternísimo”, “superiorísimo”, inferiorísimo”.

“Un niño sordo es también mudo, esto quiere decir que un niño sordo no habla”  (tautología). ¿Creyó el periodista que no entendíamos que un niño mudo no habla?

“Un uñero en la uña” (pleonasmo). Uñero, es palabra derivada de uña.

“Los animales que vuelan en el aire / los animales que viven en la tierra / los animales que nadan en el agua / todo me absorbe…” (Pleonasmos). ¡Pobre poeta, pobres lectores y, sobre  todo, pobre LA POESÍA! ¡Qué irrespeto!

“La reina tiene unos lindos ojos en el rostro” (redundancia). ¿No es en el rostro en donde los seres humanos tenemos los ojos?

“A Neftalí lo despedimos entre flores y cantos, un adiós de lágrimas en los ojos”. Y si las lágrimas no son en los ojos, entonces, ¿en dónde? ¿Había, señor periodista amigo del muerto, necesidad de este pleonasmo?

“En su nombre y en el mío propio”.  ¡Qué mal principio de discurso de agradecimiento! ¿Si es MÍO, no es propio?

“En esta empresa de recuperar el país todos actuamos activamente”. (Redundancia). Señor político: ¿“Actuamos” y “activamente” no significan “acción”?.

“El gobierno anticipó con anterioridad que no habría impuestos…” (Redundancia). Señora periodista: ¿anterioridad no le da la idea de “anticipar”?

“El joven recibió un disparo mortal que le produjo la muerte”. El autor de la crónica redundó en palabras para ilustrarnos sobre el hecho de que un disparo mortal produce la muerte. ¿Qué pasa con algunos periodistas de hoy?

“Alguna vez /  alguna vez tal vez / me iré sin quedarme / me iré como quien se va”. (Pleonasmos). Otra poesía, o ¿anti-poesía? Con razón los poetas de hoy, de ya, reniegan de la armonía, de la musicalidad, del mensaje, de la elegancia y finura de los poetas de verdad, de los maestros de la belleza… ¿Su desprecio no es el dolor por no poderlos alcanzar?

“La luz es un movimiento lumínico de los cuerpos luminosos”. ¿Sí será verdad que esto de “luz”, “lumínico”, “luminosos” es del gran pensador Pascal?

“Te adoro en mi silencio mudo”. ¿El silencio no es mudo? Todos aprendimos en los primeros años de estudio este soneto a la Patria de Miguel Antonio Caro, considerado como modelo de SONETOS, pero ¿qué hacemos con ese “silencio mundo”?

“Las circunstancias de los embalses que se prevén para el futuro son desastrosas”.  Señor ministro, ¿se puede prever para el pasado? Con sólo decir que se “prevén”, entendemos que se trata del futuro.

“El acné está aumentando entre las mujeres, pero no entre los hombres”. Señor especialista en enfermedades de la piel: le sobra la tonta explicación de que en los hombres no abunda el acné.

“La igualdad entre los trabajadores debe ser igual y efectiva”. Muy bien por el sindicalista, pero ¿qué necesidad hay de decir o escribir “igualdad igual”?

“Falleció a causa de los múltiples politraumatismos”. Señor periodista: los elementos compositivos “poli” y “multi” significan, respectivamente, “abundancia” y “muchos”, así que le sobra una de las dos palabras empleadas en su noticia.

“Esta fue una semana de terrorismo terrorífico para el Japón”. ¿Por qué no releer y corregir lo que escribimos? ¿Qué es esa manera de informar sobre el terremoto en el Japón, señor periodista?

“El escritor…. ganó el Premio para la mejor obra teatral del género dramático”. Y esto apareció en las notas culturales de un periódico… Todas las obras teatrales, todas, pertenecen al género dramático. En las más elementales clases de literatura se enseña esto. No había, pues, razón para esa tonta repetición de ideas.

“Se llevó a cabo una investigación minuciosa, pero muy completa”. Señor juez, ¿qué quiso decir?, ¿una investigación minuciosa no es una investigación completa? Pregunto de otra manera: para que sea completa la investigación ¿no es necesario que sea minuciosa?


2.    Se peca contra la lógica del idioma por contradicción en las ideas.


EJEMPLOS:

“En este momento tenemos una posibilidad de inoperancia efectiva”. El prefijo IN indica negación: inoperancia = no opera, no hace, no es activa; entonces, ¿ese no hacer, no operar es efectivo en qué o para qué, señor gerente?

“Haremos un aporte a la crisis del país, celebrando la fiesta de la fraternidad”. Ustedes, los de esa Empresa tan respetable, ¿aportan para que la crisis del país sea peor? No entiendo, porque eso no es fraternidad. Mucho mejor decir: aporte a la solución de la crisis del país…

“A la menor brevedad posible”. Si usted quiere que su secretaria se presente rápidamente no es a la “menor” sino a la “mayor” brevedad posible. De lo contrario no vendrá… Porque brevedad significa “corta extensión….”

“Ayudemos a los pobres: cojamos el vicio de dar limosna”. Me inquieta que un sacerdote en su homilía nos invite a coger vicios; y, además, dar limosna no es un vicio…o ¿sí? Lo que yo sé es que “vicio” tiene, en todos los campos, un significado negativo. ¡Qué paradojas imposibles y qué irrespeto por los fieles y por el lenguaje!

“Sale al ruedo un toro bravucón dentro de su mansedumbre”. Señor narrador de corridas de toros: no le resultó su paradoja, se le convirtió en torpeza, en bobada idiomática.

“La niña está en la incubadora porque nació con siete meses de anticipación”. ¿Pensaría la enfermera en esta información dada? ¿Se puede nacer a los dos meses de la concepción? Porque eso es lo que significa nacer con “siete meses de anticipación”.

“Mis alumnos tienen mala ortografía”. Me extraña que usted, profesora de español me diga “mala ortografía”; pensemos: los elementos compositivos son “orto” (recto, correcto) y “grafía” (representación gráfica). Entonces, ¿los alumnos tienen al mismo tiempo “mala” y “correcta” grafía?

“Entre las opciones que encontrará el usuario para recrearse pasivamente están las de caminar, trotar, montar en bicicleta”.  No entiendo el lenguaje de los gimnasios: todo eso de caminar, trotar… se puede llamar recreación pasiva?

“Dice el pintor que cuando uno sueña va a la realidad”. No sé si la periodista que entrevistó al pintor, le cambió la idea, pero ¿desde cuándo soñar es estar en la realidad?

“Fue condenado a quince años de cárcel el presunto asesino”.  Señor periodista: si lo condenaron a quince años de prisión es porque ya no es supuesto (presunto) asesino. Hablemos y escribamos con claridad, elegancia y sobriedad, sin tantas contradicciones.

“Ha muerto el ex presidente…..; su ausencia le hace falta al partido…”. Vuelvo a preguntarle al periodista ¿qué es lo que le hace falta al partido, la ausencia o la presencia del ex presidente?

“El gobierno está interesado en recuperar el desastre de Ciénaga Grande”. Pregunto a los funcionarios de esa época, ¿el interés está en recuperar el desastre o en darle una solución? Nuestra expresión hablada o escrita siempre da testimonio de los caminos por donde anda nuestro pensamiento, enredados o claros, definidos y precisos o vagos. No permitamos que las palabras nos traicionen.

“Compre gratis en este mes de mayo…”. No entiendo el avisito de su almacén, señor comerciante: ¿es gratis lo que yo solicite, o me lo vende a bajo precio?

martes, 15 de mayo de 2012


CARLOS FUENTES, UN ESCRITOR REPRESENTATIVO DE AMÉRICA 


                                                           Lucila González de Chaves


El mexicano Carlos Fuentes es uno de los más representativos novelistas en la nueva técnica narrativa de Hispanoamérica. En su novela La muerte de Artemio Cruz hay muchos momentos vivenciales que son valorados por el lector según el plano, el momento, el ambiente en donde los coloque el autor. “Una novela es una impresión personal de la vida”, dijo un gran estudioso de la narrativa; y Carlos Fuentes quiere hacer verdadera esta definición.
La muerte de Artemio Cruz  es la novela del llamado “perspectivismo”. Un crítico moderno explica: “Podríamos decir que hoy, no es el tema el problema fundamental que se plantea el novelista al empezar a trabajar. Ni la forma entendida como puro estilo, lenguaje más o menos culto o popular. Sí lo es la forma, en sentido amplio, como principio configurador de toda la obra: Planteamiento estructural de la arquitectura o composición. Pero, sobre  todo, elección de una perspectiva para narrar, de un punto de vista desde el cual se enfocará todo el relato”.
Y ese “punto de vista” en La muerte de Artemio Cruz, es la súbita dolencia a los setenta y un años. Desde ahí, el narrador ofrece al lector, en una especie de abanico, las épocas existenciales del protagonista, y cada una de ellas tiene su modo propio y su auténtico valor.
Por otra parte, el escritor combina dos elementos: el autor narra episodios externos vividos por algunos de sus personajes; y cede el paso a los monólogos interiores.
Los capítulos empiezan por “YO”, o “TÚ”, o “ÉL”. Dice el ensayista Amorós que “los capítulos encabezados por el “YO” son el monólogo interior del moribundo. Los en “TÚ” son menos claros: el que le habla parece una consciencia omnisciente (¿el narrador, Dios, él mismo?) que lo ve desde fuera y se atreve a decirle las cosas que él siempre sospechó, pero no tuvo el valor de admitir. Los capítulos encabezados por “ÉL”, narran objetivamente hechos de su vida pasada, con gran desorden temporal”. Se confunden el pasado y el futuro, por ejemplo: ”Lo que pasará ayer”. “Sí, ayer volarás”. …
Esta novela acusa una permanente temática social: Las consecuencias de la revolución: engaños, corrupciones, despojos, etc.  El protagonista se defiende de todo, alegando que “no somos responsables porque no elegimos, no somos libres”.
Las señales de la obra son las fechas; a partir de ellas y en un desfile fílmico, la novela salta hacia atrás desordenadamente:
Julio 6, 1941: Preparación del matrimonio de Teresa, la hija de Artemio y Catalina. Artemio tuvo dos hijos: el muchacho pereció en un bombardeo, la muchacha sólo aparece en el relato, para repetir a la madre, cuando contempla al padre: “Se está haciendo….” (y el padre agoniza).
Mayo 20, 1919: Artemio Cruz conoce a la hermosa joven Catalina, quien fue luego su esposa. En el momento de la narración, está separado de ella.
Diciembre 4, 1913: Regreso de su pensamiento al tiempo en que fue soldado y los breves, pero plenos encuentros con la mujer amada: Regina. Artemio tenía, entonces, veinticuatro años. Con el sacrificio de ella, aflora en él “su primer llanto de hombre”.
Junio 3,  1924: La época de su matrimonio. La tan extraña pasión nocturna de Catalina y su frialdad durante el día. Luego, la separación. Su postulación para diputado federal en reconocimiento a “sus méritos” revolucionarios.
Noviembre 23, 1927: Adhesión a una ideología política y el delirio centrado en una sola idea: Chingar, con la cual el “TÚ” construye una serie de juegos verbales.
Septiembre 11, 1947: Su viaje a Acapulco “con una chica para las vacaciones”: Lilia. El afán de su esposa y su hija por encontrar el testamento y su última jugada burlona: Las engaña, dándoles sitios diferentes para hacerles más cruel y expectante la búsqueda.
Octubre 22, 1915: El momento en que siendo capitán, fue apresado y llevado a la cárcel de Perales por los partidarios de Pancho Villa. Su frustrada fuga, al pasar por una mina abandonada, son páginas de un intenso dramatismo. Su encuentro en la cárcel con Bernal, el futuro cuñado, y el asesinato del coronel, para poder quedar en libertad.- Para Artemio, los seres humanos no tienen ningún valor, por eso su corazón está lleno de soledad y egoísmo; él mismo declara: “Mi único amor ha sido la posesión de las cosas, su propiedad sensual”.
Agosto 12, 1934: Otra mujer en su vida: Laura, a quien había conocido en Nueva York. Le acosa también el recuerdo de su hijo Lorenzo, víctima de un bombardeo.
Febrero 3, 1929: Su hijo Lorenzo está en España y pelea por una causa con los ejércitos populares. Se suma a los refugiados que van a Francia a empezar de nuevo la vida. Luego, su muerte, a causa del bombardeo llevado a cabo por el trágico avión, con la cruz gamada.
Diciembre 31, 1955: El relato salta aquí hacia la época en que ya, un tanto vencido por la enfermedad, da esas fiestas de año nuevo. Estas fiestas son suntuosas y se llevan a cabo en casa de Lilia, una mujer ordinaria. Aquí, la voz de su consciencia (el “TÚ”) es implacable. En este capítulo hay una toma de posición y una valentía y un ardor para manifestarse.
Enero 18, 1903: En este momento, nos enteramos de quién es aquel rico, gran licencioso, rodeado de soledad interior, el teniente, el soldado, el terrateniente: Artemio, el temido. Fue un pobre niño nacido en una choza de negros, que en compañía del mulato Lunero, hacía velas de cera para las fiestas de la parroquia. Su abuelo –un tirano- muerto en una prisión. Su abuela, loca. Su padre, muerto en una emboscada. Su único tío, un borracho. Su madre, una negra renegada.- Un día, su tío materno, el mulato Lunero, debe dejar al muchacho de dieciocho años completamente abandonado a su suerte, porque van a engancharlo a la cuadrilla del nuevo amo. Artemio, niño, se roba una escopeta y con ella da muerte a quien cree ser el enganchador, pero el muerto es su tío, el borracho. El mulato y el niño huyen; en su fuga, una bala mata a Lunero, y el chico se queda solo para siempre.
Abril 9, 1889: Nacimiento de Artemio Cruz. Su madre Isabel Cruz es atendida por su hermano Lunero.
Este es el final de la novela. El nacimiento y la muerte de Artemio Cruz: un relato circular que atrae y conmueve.

Hoy, 15 de mayo de 2012, lamentamos el fallecimiento de tan gran escritor.

lunes, 7 de mayo de 2012

EXPRESIONES QUE GENERAN VIOLENCIA O MALESTAR

FORMAS VERBALES Y ACTITUDES QUE GENERAN VIOLENCIA O MALESTAR

A. En el hablante:

1. Mensajes oscuros y desordenados, generan malentendidos y discusiones.

2. Las ironías (llamadas comúnmente "indirectas") , acompañadas de un tono de voz hiriente y de gestos y posturas corporales desagradables.

3. Las palabras malsonantes o "palabras feas", "groseras". Con ellas se falta al respecto a las personas y provocan reacciones violentas; además de ser el indicador personal de la ordinariez.

4. Los apodos. Generalmente los pone el que se cree "genio", y con ello se complace a sí mismo y no piensa en lo que le ocurre a quien lo recibe. Poner apodos es mala educación, ordinariez y, generalmente, demuestra baja autoestima. Sin embargo, los apodos los aceptan entre sí, los muy amigos. Los apodos son diferentes de los sustantivos llamados "hipocorísticos" (términos cariñosos para referirse a las personas allegadas).

5. Las respuestas descomedidas, tales como: ¡yo qué voy a saber!, "no me importa un comino", ¡de malas!, "eso es problema suyo", "a mí, eso no me importa". "¡haga lo que le dé la gana!"

6. El humor fuera de lugar. Algunas personas lo usan para consolar al otro, para disimular errores, para referirse a personas muy serias, para evadir la vedad, para no tener que hablar con valentía y claridad, etc.

7. Los diminutivos fuera del contexto afectivo. Hoy está muy de moda entre taxistas, vendedoras de almacenes, algunas secretarias, utilizar términos como: mamita, madrecita,  mi amorcito, cariñito, capullito, preciocita, etc.

8. El tuteo y voceo (tú, vos) cuando nada nos une con la persona que habla o con la que escucha.

B. En el que escucha:

1. Bostezar mientras le hablan: mala educación y causa de la desmotivación del hablante.

2. Estar con los brazos cruzados cuando el otro habla de situaciones dolorosas, conflictivas o de otra naturaleza. Los brazos cruzados, pero con gesto amable, son válidos en conferencias, en conversaciones de cierto corte intelectual porque el mensaje que envían es de atención, respeto, reflexión.

3. Retomar las palabras que oyeron en la infancia para referirse a los otros, tales como: eres torpe, no seas ridículo, estás muy equivocada, eso no es así, eres un tonto, todo lo haces mal, me avergüenzo de ti...
Quien las oye, piensa: no sirvo para nada; no haré feliz a nadie; no puedo tener amigos...

4. No usar la función fática del idioma que es la que alimenta la conversación: ¿si...?, ¿cómo fue?, ¡Ah, qué bien!, explícame un poco más...
la condición es no interrumpir al otro en el tema que nos está contando. Saber escuchar con todo el cuerpo: que se note que estamos interesados en la historia del otro.

5. Arrebatar la palabra es un defecto odioso, y demuestra mala educación, no saber escuchar y poco interés en las personas.

6. Los desagradables gestos cuando el otro habla. Ellos indican que nos molesta el tema, que nos cansa, que estamos pensando solamente en hilvanar frases para contradecirlo, para competir con él, para hacerle sentir todo el peso de la poca importancia que tiene su conversación.