jueves, 19 de marzo de 2020

FENÓMENOS DEL SIGLO XXI APURAN EL TRABAJO DE LA RAE

Fenómenos del siglo XXI aceleran el trabajo de la RAE

Autor: Lucila González de Chaves
19 marzo de 2020 - 12:05 AM

A la RAE se le aumenta su tarea en aceptación de vocablos y expresiones

Medellín
1. Pandemia global
La Organización Mundial de la Salud emplea pandemia, no global pandemic, en su comunicado oficial en inglés sobre la COVID-19, y en algunos diccionarios ingleses, como el de Oxford, se especifica que una pandemia afecta a un país entero o al mundo, por lo que sí se podría afirmar que es redundante decir: pandemia global.
Pero, si se consulta el término pandemia en el Diccionario de la lengua española, o en el Diccionario de términos médicos de la Real Academia de Medicina, no se puede afirmar que calificar una pandemia con los adjetivos: global o mundial, sea una redundancia, ya que basta con que afecte a muchos países, no necesariamente al mundo entero.
Sin embargo, en muchos textos – dice la RAE - estos adjetivos enfatizan el significado del sustantivo, por lo que no se considera un uso inadecuado.

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2. Dar positivo en; dar positivo por
La expresión dar positivo en algo es la preferible para indicar que se ha detectado una sustancia o un organismo en un control, aunque también es adecuado decir: dar positivo por.
Es correcto expresar:
Ya hay varias personas que han dado positivo en coronavirus.
Estos son los deportistas de élite que han dado positivo por COVID-19.
Dar positivo por, se usa, si a continuación se especifica la causa de dicho resultado o si se interpreta que se está omitiendo el sustantivo presencia: dar positivo por (la presencia de) coronavirus.
Si la persona no está infectada o no ha consumido la sustancia, lo adecuado es la expresión: dar negativo en (coronavirus, alcohol, cocaína...).
3. Guarecerse
No guarnecerse; es el verbo adecuado para expresar que alguien se cobija en un lugar para librarse de un peligro o daño
Es correcto decir o escribir: las personas se guarecen en sus casas, para no ser contagiadas.
Según el Diccionario de la lengua española, el verbo guarecer significa: ‘acoger a alguien, ponerlo a cubierto, preservarlo de algún mal’; ‘guardar, conservar y asegurar’.
4. Guarnecer
Verbo parecido fonética y escrituralmente al anterior, significa: ‘poner adornos o complementos (a algo)’, ‘acompañar (un plato de carne o pescado) con guarnición’. Existe el adjetivo ‘guarnecedor’. En el ámbito militar indica: ‘estar una tropa o un soldado (en un lugar) para defender (lo)’.
5. Fotosensibilizante

O, fotosensibilizador; peo no: fotosensible; se dice de los productos que pueden tener consecuencias negativas sobre la piel de quien los usa, si este se expone a la radiación solar.
6. Hawái
El Diccionario panhispánico de dudas, conceptúa que: Hawái, con tilde y una sola i, es la grafía correcta, adaptada del topónimo inglés. El gentilicio es hawaiano.
7. Dolarizar
 Expresa la acción de ‘oficializarse en un país el uso del dólar estadounidense’. Vocablo propio de Colombia, Costa Rica, Guatemala y Panamá.
8. Catártico
Adjetivo que corresponde a catarsis; no catárquico.
El Diccionario académico conceptúa que catártico es el término para aludir a lo ‘perteneciente o relativo a la catarsis psíquica o determinante de ella’. Catarsis significa: ‘purificación, liberación o transformación interior, suscitadas por una experiencia vital profunda’.
Se trata de una situación paralela a la que se da en expresiones como: crisis y crítico, análisis y analítico; génesis y genético, que son voces en las que la terminación –sis, pasa a -tico, con la transformación de la primera ese en una te.
9. Cartel, cártel
Ahora dice la RAE que tanto cartel como cártel son grafías adecuadas para referirse a una ‘organización ilícita vinculada al tráfico de drogas o de armas’ o a un ‘convenio entre empresas para eliminar la competencia’, conforme al Diccionario académico. Plurales respectivos son: carteles y cárteles.

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10. Narco
El sustantivo narco es común en cuanto al género (el narco, la narco) y forma el plural con la adición de una ese (los narcos, las narcos).
Además, narco- es un elemento compositivo que da lugar a multitud de vocablos relacionados con la droga, como narcotúnel, narcodólar, narcosecuestro, narcopiso, narcomensaje y narcoindulto, incluyendo lugares donde la droga se transporta o se guarda (narcococina, narcopanadería, narcodrón, narcoavión), y cosas o personas que apoyan a los narcos (narcocorrido, narcoperiodista), voces que tampoco requieren el uso de la cursiva o de las comillas y que se escriben sin espacio ni guion.
Pero, si “narco” se une a una palabra que empieza con mayúscula, sí se separa con guion: narco-Estado. En este caso, Estado se refiere a los órganos de gobierno de un país soberano o a la forma de organización política de este.
Este elemento también forma parte de cierto número de voces en las que se expresa ‘adormecimiento, sueño’, que es el significado que corresponde al origen griego, como narcolepsia o narcótico.

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Comentarios:

Edgar
Edgar
2020-03-19 08:40:33
Por ejemplo,el narco-Estado venezolano.

jueves, 12 de marzo de 2020

NOTICIAS FALSAS O FALSEADAS

El océano semántico de las noticias falsas

Autor: Lucila González de Chaves
12 marzo de 2020 - 12:05 AM

Hace ya mucho que se propuso: noticias falsas o falseadas como principal alternativa al omnipresente anglicismo fake news.

Medellín
Desde la Fundéu BBVA:

Las noticias falsas (y las falseadas) son una de las principales amenazas para los sistemas democráticos, y su detección es uno de los grandes retos para los profesionales de la comunicación.

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Y también lo es que, como ante tantos otros fenómenos, hemos adquirido para designarlo un anglicismo que puede llevarnos a banalizar su significado: “eso de fake news suena menos contundente que los términos falsedad, desinformación, mentira”. Además, es prescindible, porque cuenta con innumerables alternativas en español.
Hace ya mucho que se propuso: noticias falsas o falseadas como principal alternativa al omnipresente anglicismo fake news. En su momento, se explicó que esas dos expresiones aportan matices distintos: una noticia falsa puede serlo porque falte a la verdad de forma involuntaria, o porque lo haga de manera premeditada el comunicador. En este último caso, es más preciso hablar de noticias falseadas, expresión que indica a las claras que la adulteración se ha producido adrede.
 El campo semántico relacionado con este asunto, es como un vasto océano plagado de criaturas no recomendables y a menudo francamente monstruosas.
La palabra más general, la especie más común, es la simple mentira (‘cosa que no es verdad’), una voz directa, clara y de sencilla comprensión, que —quizá por eso— se evita a menudo en el lenguaje políticamente correcto, y se sustituye por el insulso adjetivo incierto; un ejemplo: eso de que tuviste algo con mi amiga es incierto; en lugar de utilizar el vocablo que tiene significación plena: es mentira.
Las mentiras existen. Se mueven, impulsadas por la mendacidad de algunos, a través de: la desinformación (‘acción de dar información intencionadamente manipulada al servicio de ciertos fines’), de la manipulación (‘intervención con medios hábiles y a veces arteros en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares’), y de la posverdad.
La posverdad es una de las voces que se ha incorporado más recientemente al idioma, y lo ha hecho, procedente del inglés (post-truth), para designar la ‘distorsión deliberada de una realidad que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales’. El Diccionario lo dice claro: “Los demagogos son maestros de la posverdad”.
Se mueven en el idioma falseado, además de la mentira, la impostura (‘fingimiento o engaño con apariencia de verdad’), la falsificación (‘algo falso o falto de ley’), la simulación (‘representación de algo, fingiendo o imitando lo que no es’) y la falsedad (‘falta de verdad o autenticidad’).
Un caso curioso es el de las patrañas; el Diccionario dice que esta voz se refiere a las ‘invenciones urdidas con el propósito de engañar’, igualmente se les da este nombre a ciertos ‘relatos breves de carácter novelesco’. Seguramente, por esto último, hasta hace unos doscientos años, las patrañas no eran mentiras urdidas para engañar, sino “para divertir o entretener”.
Cuando alguien falta a la verdad, quizás lo haga con algún buen fin (las mentiras piadosas), pero lo frecuente, hoy en la comunicación hablada y escrita, es que lo haga directamente para hacer daño.
Entre estas especies dañinas están la injuria (‘agravio, ultraje de obra o de palabra’), la calumnia (‘acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño’), la insidia (‘palabra o acción que envuelve mala intención’), la asechanza (‘engaño o artificio para hacer daño a alguien’), la falacia (‘engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien’) y hasta el libelo, que, además de ser un libro pequeño, es un ‘escrito en que se denigra o infama a alguien o algo’. Algunas de las anteriores palabras podemos encontrarlas tanto en las páginas de Diccionarios como en las del Código Penal, ya que se consideran conductas punibles.
A veces, para hacer daño ni siquiera es necesario mentir. Es el caso de los chismes, que —como señala el Diccionario— son ‘noticias verdaderas o falsas, o comentarios con que se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna’.

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Son muchas las palabras que pueblan el océano semántico relacionado con ls noticias falseadas. Una clase de comunicadores que puede asustarnos, pero cuyos significados y matices conviene conocer para llamar a las cosas por su nombre. Reducirlo todo al manido anglicismo fake news, no es correcto ni apropiado frente a la infinidad de sesgos, de intenciones y maneras de expresarse periodísticamente, y, sobre todo, en las redes sociales, con intención de dañar.

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Edgar
Edgar
2020-03-12 08:16:29
Tenemos , definitivamente, un idioma rico en palabras, como para recurrir al inglés. Generalmente quien usa ciertos anglicismos, lo hace por aparecer como un intelectual, quedando , finalmente como un pseudointelectual.

domingo, 8 de marzo de 2020

ELISA MÚJICA ESCRITORA Y PRECURSORA DEL FEMINISMO




Elisa Mújica, brillante escritora colombiana, precursora del feminismo



8 marzo de 2020 - 12:11 AM

En el Día de la Mujer, un homenaje de la maestra y escritora Lucila González de Chaves a una escritora pionera



La colombiana más representativa del siglo XX en el campo de las Letras, –según sus biógrafos– maestra en los diversos géneros literarios que cultivó y en los temas tratados.
Al llegar de su natal Bucaramanga a Bogotá, Elisa Mújica (1918 – 2003) empezó a trabajar a los 14 años, hecho que la puso en contacto con las realidades sociales de cada día. Trabajó en la Caja de crédito agrario de Sopó, luego fue bibliotecaria de la Caja Agraria. Una mujer sencilla y silenciosa que se enfrentó a la vida con una valerosa sonrisa. Al recibir su pensión de retiro, se dedicó exclusivamente, a su vocación de escritora y en sus obras, pulió de manera especial personajes femeninos con características trascendentes, como la lucha por los derechos sociales de la mujer.
En 1942, en su viaje al Ecuador como asesora de la Embajada, conoció y asimiló el ideario marxista al que estaría adherida hasta su conversión al catolicismo en la década de 1960, atraída por la figura y los escritos de Santa Teresa de Jesús (Teresa de Ávila).
En 1981, ingresó a la Academia Colombiana de Lengua como Miembro correspondiente, pero el alcance y la amplitud de su producción literaria la llevaron a ser la primera mujer Miembro de Número de dicha Corporación. Su trabajo de ingreso lleva por título: Los avances del cuento popular en Colombia.

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Presencia de sus obras
La vida de Elisa Mújica cambió con las lecturas detenidas que le hicieron amar y admirar a una santa andariega, Teresa de Cepeda y Ahumada, la que andaba por el mundo – según uno de sus biógrafos – “llevando a cuestas su amor a Jesús, la poesía, la fe militante, la milagrosa alegría”.
El mejor y más lúcido ensayo es el libro La aventura demorada, fruto de aquella experiencia. Un ensayo con vislumbres líricos, biográficos, filosóficos, nacido de su peregrinación a España en busca de las huellas de Santa Teresa de Jesús, y de sus profundas y lentas reflexiones a medida que va siguiendo el camino de la Santa, que va leyendo cuanto de ella se ha dicho, y mira y observa todo cuanto en los espacios le habla de la Santa. ¡Admirables, tanto lo que escribe de Santa Teresa como sus personales e íntimas reflexiones!
Elisa Mújica
La preocupación de la autora es que se olvide la historia y que la edad moderna quiera borrar el pasado.
De tan valioso estudio extraigo estos apartes que, creo, son antológicos:
“Un temperamento como el de Santa Teresa requería ratos de soledad para beber en las fuentes de la unidad y cobrar fuerzas, única manera de reanudar los quebradizos lazos con los seres humanos”. (p. 27).
“…siendo genial Santa Teresa, su realización como tal no se marcó con los atributos del genio masculino que son los conocidos, sino de una manera típicamente femenina. De ahí el desconcierto, pues no existe cartabón con qué medirla ya que se trata de un caso único en la historia”.
En esta, hay sí otras mujeres consideradas como geniales, pero cuando lograron actuar con libertad plena, había muerto en ellas algo femenino característico, lo cual no sucedió con Santa Teresa”. (p. 46).
“Comunicarse no es otra cosa que darse. Santa Teresa no tenía ningún obstáculo para hacerlo a través de sus páginas, pues, desde que empezó a orar de acuerdo con un anhelo que no podía negarse cuando estaba a solas, no necesitaba ocultar nada. Una persona que vive como piensa, al escribir, entra fácilmente en relación con sus lectores, lo cual le produce placer, que a su vez engendra satisfacción en ellos. Ese sería el secreto de muchos escritores y en todo caso lo fue de Santa Teresa”. (p. 94)
“Hay una característica importantísima en las producciones de la Madre carmelita: se hallaba convencida de la utilidad de lo que ejecutaba. De lo contrario, su alegría mientras redactaba no hubiera sido tan grande ni tendría además la cualidad preciosa de su sentido de actualidad, que vuelve todo presente en ella, inclusive sus recuerdos”. (p- 95).
El último capítulo de este libro, La aventura demoradalleva por título: “De marxista a católica” y es la confesión de su vida; un capítulo que se constituye en la constancia del recorrido del camino que llevó Elisa Mújica al catolicismo. Veamos algunas de sus confesiones:
“En el año de 1949, yo era filocomunista... Durante la época en que permanecí en el Ecuador me tocó conocer de cerca un grupo de intelectuales y dirigentes políticos, la mayoría afiliados al partido comunista. Eran escritores y artistas de vanguardia; unos pocos de ellos dedicados a un trabajo penoso en favor de los indios”. (p. 135)
“Mi esnobismo era tan grande que no solo prefería los testimonios de gentes extrañas a la religión católica, sino que tampoco me había interesado seriamente por las obras de una Santa Teresa, un San Juan de la Cruz, un San Agustín, ni siquiera desde el punto de vista literario...
Comencé a leer la vida de la Madre Teresa escrita por ella misma...
La Santa carmelita se había convertido para mí en uno de mis personajes entrañables, como únicamente son aquellos a quienes veneramos por su superioridad incuestionable, pero en los que a la vez presentimos una secreta e increíble afinidad”. (P. 141)
Los ensayos de Elisa Mújica son joyas de apreciación estilística, lo mismo que de investigación.
Los dos tiempos, la primera de sus novelas que fue impresa por Ediciones Espiral. En 1949, la escritora Mújica mostraba en esta obra una conciencia latinoamericana; sus personajes están vinculados con acontecimientos políticos y sociales que suceden más allá de las fronteras colombianas.
Ángela y el Diablo, incomparable reunión de sus mejores cuentos, libro publicado en Madrid en 1953 por Editora Aguilar; entre ellos se encuentra el más importante por conmovedor: Una mañana a las siete, sobre la hecatombe de Hiroshima en la mañana del 6 de agosto de 1945 cuando la bomba atómica cayó sobre el Japón. En esos cuentos es transversal la lucha por los derechos sociales de la mujer, y por el respeto a su idiosincrasia.
En 1962 el Jurado calificador del Premio Literario Esso dio un puesto de honor a la novela Catalina “como tributo de admiración a la mujer colombiana”.
La crítica literaria ha dicho que es una de las mejores muestras de novelas sobresalientes, por la construcción y las finas descripciones de la realidad; sus personajes tienen gestos desafiantes y burlones.
La preocupación de la autora es que se olvide la historia y que la edad moderna quiera borrar el pasado y dar la espalda al compromiso de buscar raíces en una tradición común a todos, que conlleve valores comunitarios...
Los cuentos fantásticos y las crónicas
En 1972 publicó Árbol de ruedas. Cuentos en los que lo fantástico y la realidad se mezclan equilibradamente para soportar el gran valor escritural de sus narraciones.
La Candelaria, libro revelador de la Bogotá de entonces. Sus maravillosas postales salidas de las descripciones, casi fotográficas, de casas solariegas como la del pintor Vásquez de Arce, la del temido doctor Russi, la del arzobispo Antonio Caballero, la de la Expedición Botánica, recrean y enseñan cómo mirar con ojo de artista y cómo escribir con lenguaje de verdadero valor literario.
En 1985, con el título Pasado y Porvenir de la Expedición Botánica, el Instituto de Cultura Hispánica publicó una edición con reproducciones de los dibujos de la Expedición y el relato de Elisa Mújica, José Celestino y el Dragóncuyo hilo conductor es la vida del sabio José Celestino Mutis.
La Tienda de Imágenes, publicada por el Fondo Cultural Cafetero.
La destacada crítica literaria Montserrat Ordóñez
De los detenidos estudios y profundos ensayos de la estudiosa y crítica literaria, Montserrat Ordoñez, sobre la escritora Elisa Mújica, selecciono – a saltos – algunas de sus percepciones:
“En la novela Catalina, uno de los ejes claves es: El camino que ha de recorrer toda mujer para transformarse de objeto en sujeto de cualquier conglomerado.
En este marco, Catalina es sin duda el aporte de Colombia a la literatura latinoamericana. […] No propongo una lectura de nostalgia, como si Catalina fuera un mundo perdido, sino una lectura que nos ayude a entender nuestros procesos, porque recuperar esa escritura es recuperarnos. Con frecuencia tratamos de hablar todos a la vez, buscamos voces que nos ayuden a reconocer nuestra historia degollada, individual y social, y sin embargo estamos sordas y sordos a trabajos que nos proporcionan toda clase de claves sobre nuestro entorno”.
Catalina
Pulió de manera especial personajes femeninos con características trascendentes, como la lucha por los derechos sociales de la mujer.
“Vencer el silencio se convierte, como en tantas obras contemporáneas, en un claro objetivo que permitirá la recuperación de la historia, propia
y ajena. El silencio es la fuente de todas las soledades y todas las
Incomprensiones, y en Catalina, es el rasgo de una actitud de sobreviviente: cuando trata de hablar, o no la oyen o traicionan su confianza”.

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“En la obra Bogotá de las nubes, explora un espacio y una historia muy distintos aunque una vez más la protagonista, Mirza, es testigo de un momento histórico que sólo puede presentar a través de su experiencia personal. Ofrece una "versión de la personalidad femenina sufriente y doblegada".
"Un texto para relatar el curso de unas vidas en una pequeña ciudad de provincia, donde la única novedad es el adulterio, la única entretención el chisme y la única certidumbre el tedio".

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