USTED, QUE ESCRIBE,
¿CÓMO ES SU ESTILO?
CLASES DE ESTILO
Ejemplos literarios de varios
autores
Lucila González de Chaves (investigadora)
“Aprendiz de Brujo”. – lugore55@gmail.com
“Maestra del Idioma”
1. Concepto:
La palabra estilo viene del latín stilus, un
instrumento usado para escribir en tablillas enceradas. Este estilete o estilo
consistía en un pedazo de metal o hueso, uno de cuyos extremos era una aguda
punta para trazar las letras; en el otro extremo había un tope o superficie
plana para extender la cera y borrar lo escrito. El que usaba ese instrumento
con firmeza y de un modo incisivo para hacer una impresión clara y con relieve,
era elogiado. El que hacía lo contrario era denigrado.
En tiempos de Platón los críticos consideraban el
estilo como la cualidad que tiene una expresión determinada, y de la cual otra
puede carecer. Según ellos, había obras que tenían estilo y otras que no lo
poseían.
En la época de Aristóteles los criterios
consideraban el estilo como una cualidad propia a toda expresión. De acuerdo
con esta apreciación había estilo superior o inferior, estilo fuerte o débil,
estilo bueno o malo, etc.
Séneca afirmó que “el estilo es el rostro del alma.
Tal es el estilo en los hombres como en su vida”.
El escritor español Juan de Valdés dijo acerca de
la esencia del estilo. “Todo el bien hablar castellano consiste en que digáis
lo que queréis con las menos palabras que pudiereis”.
Conceptos más recientes se refieren al estilo como
un término de crítica literaria empleado para nombrar o describir la manera o
la cualidad de una expresión.
El crítico contemporáneo (peruano) Luis Alberto
Sánchez afirma que no es escritor todo el que escribe. Ni siquiera el
que escribe correctamente. Es escritor el que realiza la belleza por medio del
lenguaje escrito, y para ello necesita tener su propio modo de ver el mundo, es
decir, su estilo.
Para tener buen estilo son necesarios: buen gusto,
cultura humanística y sensibilidad.
2. Clasificación:
Los estilistas modernos opinan que frente a una
producción literaria debemos hacernos tres preguntas fundamentales para lograr
juzgar dicha obra con acierto. Estas preguntas son: ¿qué escribió el autor? -
¿cómo lo escribió? ¿para qué lo escribió? De aquí nacen las tres divisiones del
estilo:
Según el fondo de la composición literaria,
Según la forma de la composición literaria,
Según la finalidad de la composición literaria.
a. El estilo
según el fondo de la composición literaria, puede ser:
1)
Lógico
2)
Pintoresco
3)
Patético
Lógico:
Es el estilo que se dirige al pensamiento y a la
inteligencia. Se emplea en obras científicas, ensayos y crítica. Ejemplo de
este estilo:
“Don Juan no es un cínico, es un sentimental
decepcionado. Don Juan es un hombre que influido por los poetas, los pintores y
los músicos, aceptó la imagen de la mujer que le presentaron los artistas y ha
buscado por el mundo el ser que le describieron.
(...) En otros términos: Don Juan (o el hombre que
ama demasiado las mujeres), es infiel, no porque quiera serlo, sino porque no
encuentra en el mundo a la mujer que iguale a la imagen que él se forjó de la
Mujer”.
(André Maurois)
Pintoresco:
Es el estilo que impresiona la imaginación. Utiliza
las imágenes literarias. Hay que mostrar lo que se quiere decir, y para
conseguir esta viveza descriptiva se utiliza lo que se ha llamado el detalle
descriptivo. Veamos algunos ejemplos:
Frase poco pintoresca: El chofer del taxi siguió con
la mirada a la bella señorita que pasaba por la acera.
Frase pintoresca con detalle descriptivo: El chofer
del taxi, las manos sobre el volante, el cuello torcido y la boca abierta,
miraba, como alelado, a la bella señorita que pasaba por la acera.
Otro:
Poco pintoresco: Cantó un gallo. Era el mismo de
todos los días: un gallo arrogante.
Con detalle descriptivo: Cantó un gallo. Era el
mismo de todos los días: un gallo arrogante, de plumaje dorado, cuello erguido,
grandes espolones y con una gran cresta roja.
Patético:
Es el estilo que conmueve. Se dirige a los
sentimientos, casi todas las obras están escritas en este estilo. Ejemplo:
“¡Oh!, el amor es una noche estival, bajo el cielo
estrellado, sobre la tierra embalsamada. Pero ¿por qué es causa de que el
adolescente siga senderos escondidos y hace erguir al anciano en su habitación
solitaria? ¡Ah!, el amor hace el corazón de los hombres semejante a un vivero,
un jardín ubérrimo e insolente, donde crecen misteriosas y atrevidas plantas.
Así es el amor.
No, no; todavía es otra cosa, sin parecido a nada
en el mundo. Vino a la tierra en una noche de primavera, cuando un adolescente
vio unos ojos, unos ojos. Los contempló, fijándolos en los suyos. Besó una
boca, y fueron dos rayos de luz que se cruzaron en su corazón, un sol
resplandeciendo hacia una estrella (...)
El amor es la primera palabra de Dios, es el primer
pensamiento que cruzó por su mente. Cuando dijo: “Que sea la luz”, nació el
amor. Y halló muy bueno todo lo que había creado; nada hubiera querido cambiar.
Y el amor fue el origen del mundo, el maestro del mundo”.
(Knut Hamsun).
b. El estilo según la forma de la composición
literaria, puede ser:
1)
Sencillo
2)
Elegante
3)
Florido
4)
Cortado o sentencioso
5)
Periódico o amplio
Sencillo:
Es el estilo que evita el rebuscamiento y hasta
prescinde a veces de los recursos literarios. Ejemplo:
“Como el Principito tenía sueño, lo tomé en mis
brazos y me puse nuevamente en camino. Me sentía emocionado llevando aquel
frágil tesoro, y me parecía que nada más frágil había sobre la tierra. Miraba a
la luz de la luna aquella frente pálida, aquellos ojos cerrados, los cabellos
agitados por el viento y me decía: Lo que veo es sólo la corteza; lo más
importante es invisible”.
(Antoine de Saint-Exupéry)
Elegante:
Cuida mucho de la forma de expresión. En la
literatura colombiana es modelo de este estilo la obra Oración a Jesucristo de
Marco Fidel Suárez. Ejemplo:
Jesucristo es el rey de las naciones, que le reconocen
como causa principal de su cultura y prosperidad, menos en aquellos días en que
la locura ofusca los entendimientos, alterando la idea de la justicia y velando
los rayos de la evidencia. Su evangelio es célula portentosa a cuyo derredor se
forma el organismo de libertad y el derecho, así como todo el sistema de la
legislación. La igualdad y la fraternidad, que en boca de ateos se reducen a
ironía sangrienta, son plantas que no pueden vivir lozanas sino en el huerto
del Padre celestial. Por eso los pueblos, en los días de sus grandes
expansiones, de sus empresas gloriosas, invocan al Dios crucificado como a Dios
de los ejércitos y su cruz es el emblema del honor sobre el pecho de los
héroes, así como su imagen es el símbolo de paz y alianza, colocada sobre la
cima de los Andes y bendiciendo los mares y los continentes”.
(Marco Fidel Suárez)
Florido:
Se recarga de adjetivos que son las flores de la
literatura (de ahí su nombre) y de figuras literarias. Es un poco barroco.
Ejemplo:
“El mar, viejo barítono, ocultaba en su
verde-amarillo chaleco de fantasía, la moneda de sol, jornal de un día de
trémolos guturales... Los buzos, esos esgrimistas con cámara lenta, dejan a
bordo su personalidad”.
(Gilberto Owen)
Cortado:
Se caracteriza por la frecuencia del punto y
seguido y por la abundancia de verbos que dan un ritmo acelerado a la
expresión, a veces signo de nerviosidad y de apresuramiento. Es muy propio de
nuestro tiempo. Ejemplo:
“Aquí estoy, en una esquina cualquiera. No importa.
Vivo. Vengo de una noche lejana, superada victoriosamente. No me siento
cansado. Por el contrario, pleno, rezumando vida por los poros. Como si hubiera
tomado una gran copa de vino oscuro reconfortante. Me siento revitalizado, como
nunca. Igual a los tiempos en que mi cuerpo cumplió quince años. Acabado de
hacer. Huelo a dril nuevo. A pan salido del horno. La tela de mi piel templada,
tersa. Si alguien me diera un papirotazo en la frente, la rompería: delicado y
fuerte como el ala de un díptero. Y detrás de todo, mi barro, de pie, listo a
dorarse en un nuevo sol. Me cansé de ser siervo, de verlo cumplir la misma
parábola durante treinta años. Tengo la certeza de que para mí, no volverá a
salir por el oriente. Mi vida cambiará en forma radical”.
(Alfonso Bonilla Naar)
Periódico o amplio:
Es el que utiliza períodos amplios y largos en la
expresión de la idea. En este estilo no abundan los puntos como en el anterior.
Es un estilo lento, solemne y poco usado en la velocidad de nuestros días.
Ejemplo:
“El río Bogotá, después de haber recorrido con paso
lento y perezoso la espaciosa llanura de su nombre, vuelve de repente su curso
hacia Occidente y comienza a atravesar por entre el cordón de montañas que
están al Suroeste de Santafé. Aquí, dejando esa lentitud melancólica, acelera
su paso, forma alas, murmullos, espumas; rodando sobre un plano inclinado,
aumenta por momentos su velocidad. Corrientes impetuosas, golpes contra las
rocas, saltos, ruido majestuoso, suceden al silencio y la tranquilidad. En la
orilla del precipicio todo el Bogotá se lanza en masa sobre un banco de piedra;
aquí se estrella, allí da golpes horrorosos, aquí forma hervores, borbollones y
se arroja, en forma de plumas divergentes, más blancas que la nieve, en el
abismo que lo espera. En su fondo el golpe es terrible y no se puede ver sin
horror. Estas plumas vistosas que formaban las aguas en el aire se convierten
de repente en lluvia y en columnas de nubes que se levantan a los cielos.
Parece que el Bogotá, acostumbrado a recorrer las regiones elevadas de los
Andes, ha descendido, a pesar suyo, a esta profundidad, y quiere orgulloso
elevarse otra vez en forma de vapores”.
(Francisco José de Caldas)
(En esta descripción del Salto del Tequendama
pueden señalarse los detalles descriptivos).
c. El estilo
según la finalidad de la composición literaria, puede ser:
1)
Jocoso
2)
Humorístico
3)
Dramático
4)
Épico
5)
Lírico
Jocoso:
Busca hacer reír, distraer, alegrar. En la
literatura colombiana son modelo de estilo, las obras: La Muela, cuyo autor es
Mariano Ospina Rodríguez y La Perrilla, de José Manuel Marroquín. También de
este último la Serenata. Ejemplo: La Muela
“En las altas mesetas de Cundinamarca y Boyacá se
han hallado en diferentes puntos restos de mastodonte más o menos conservadores
(...) Hace poco tiempo que, excavando una zanja cerca de Casablanca,
encontró un labrador, como a un metro de profundidad, un enorme hueso que
después de haberlo despojado de la tierra que lo cubría, halló ser una muela,
pero una muela gigantesca. Ocurriósele luego que ella debía pertenecer a algún
gigante que había sepultado allí. Pero un hombre que tenía muelas de aquel
tamaño, pensó el labrador, no podía menos de ser de un hombre muy rico (...),
metió la alucinadora muela en una mochila, y al día siguiente, que era domingo,
la llevó consigo al pueblo.
Dirigióse a una tienda y puso sobre el mostrador el
prodigioso hueso; al verlo la tendera se santiguó exclamando: ¡Virgen
Santísima! esa muela es la del enemigo malo, porque está negra. (...) Se
suscitó luego una viva discusión sobre el ser viviente en cuya boca había
nacido y crecido aquella muela (...) Uno opinó que la muela podía ser de un
buey, de un cristiano o de un burro, de tamaño común, y que la puesta debajo de
la tierra podía haber crecido como crecen las papas y las yucas (...)”.
(Mariano Ospina Rodríguez)
Humorístico:
Este estilo es muy diverso. En él se mezclan lo
jocoso, lo cómico, con lo patético. Lo humorístico hace sonreír dolorosamente,
en cambio lo jocoso inspira una risa franca y desinteresada, no mezcla para
nada el sentimiento como lo hace el humorístico. Por esto no deben confundirse
el estilo jocoso con el humorístico. En Colombia este estilo no ha sido muy
cultivado, sólo el poeta cartagenero Luis Carlos López lo empleó en algunas de
sus poesías. Ejemplo:
A un perro callejero
¡Ah, perro miserable,
que aún vives del cajón de la bazofia
- como cualquier político - temiendo
las sorpresas del palo de la escoba!
¡Y provocando siempre
que hurtas en el cajón pleno de sobras,
- como cualquier político - la triste
protesta estomacal de ávidas moscas!
Para después ladrarle
por las noches, bien harto de carroña,
- como cualquier político - a la luna,
creyendo que es algún queso de bola...
¡Ah, perro miserable,
que humilde ocultas con temor la cola,
- como cualquier político del día -
y no te da un ataque de hidrofobia!
(Luis Carlos López)
Dramático:
Este estilo pertenece a un género literario bien
conocido: el dramático (obras escritas para teatro). El estilo -como el género-
es mezcla de elementos objetivos y subjetivos. Es un estilo propio de las obras
de teatro.
Épico:
Es un estilo predominantemente objetivo, lo mismo
que el género de su nombre. Este estilo tiene como finalidad narrar las grandes
hazañas. Ejemplo de este estilo son los Canta-res de Gesta. Entre los poetas
colombianos, Aurelio Martínez Mutis escribió poesías épicas como: La Esfera
Conquistada; La Epopeya de la Espiga; La Epopeya del Cóndor, etc.
Lírico:
Es muy subjetivo. Ahonda en lo más profundo de cada
ser y expresa los estados de alma del escritor. La mayoría de las veces es un
estilo figurado, o sea, que para expresar los sentimientos se ayuda de las
figuras literarias. Son modelo de este estilo las obras Platero y Yo de Juan
Ramón Jiménez (español), La Luna Nueva - El Jardinero de Rabindranath Tagore
(hindú). En Colombia un escritor lírico es Fernando Soto Aparicio. Veamos lo
que escribe en su diario la protagonista de la obra Mientras Llueve:
“He dedicado toda la tarde a tu recuerdo.
Cuando pienso en ti siento un dolor agradable, una
amargura con sabor de panal.
Te sé perdido para siempre y sin embargo sigo
teniendo la esperanza de tu cariño.
Cuando el cielo está limpio, por las noches y los
astros tienden sobre el mundo dormido caminos de luz, subo por ellos hasta el
corazón del infinito para oír cómo palpita tu recuerdo.
Estás dulcemente reclinado dentro de mí, como un
niño imposible.
Soy un tallo y cada día que pasa es una espina
nueva; pero nada me importa su filo traicionero mientras pueda sentir que tu
ternura me hace florecer cada mañana.
Si escribo tu nombre todo se llena de luz a mi
alrededor.
Una sola de sus sílabas es suficiente para derruir
los muros, para que mi espíritu recupere la libertad.
No me arredran las cadenas impuestas a mi carne.
Todo cuanto me interesa es que mi pensamiento continúe libre para estar junto a
ti”. (Fernando Soto Aparicio)
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