“CUÁNTAS MUERTES
SERÁN NECESARIAS…”
Lucila González de Chaves
En su conocida canción
“Flotando en el viento”, el Premio Nobel de Literatura 2016, Bob Dylan, en
nombre de los seres humanos, se hace hondas e inquietantes preguntas que no
tienen respuesta:
Cuántos caminos debe recorrer un hombre
Antes de que le llames “hombre...
…………………………………………
Cuántas veces deben volar las balas de cañón
Antes de ser prohibidas para siempre.
………………………………………
Cuántas orejas debe tener un hombre
Antes de poder oír a la gente llorar.
…………………………………………
Cuántas
muertes serán necesarias
Antes de que él se dé cuenta
De que ha muerto demasiada gente.
Bob Dylan (su verdadero
nombre: Robert Allen Zimmerman) nació en Estados unidos en 1941. Tiene
ascendencia ucraniana, judía y lituana. Es músico, cantante y poeta; “máximo
representante de la música popular del siglo XX y del XXI”.
Su composición
“Blowin´in the Wind” (Flotando en el viento) con la que dimos comienzo a estas
notas, es una de sus canciones más famosas y se dice que el papa Juan Pablo II
leyó un sermón ante un público de más de cientos de miles de personas, basado
en la letra de esta canción.
Otra de sus letras: “A Hard Rain´s a-GonnaFall” es de
hondo contenido de protesta social:
“Vi lobos salvajes alrededor
de un recién nacido,
vi una autopista
de diamantes
que nadie usaba…
Vi pistolas y
espadas
en manos de niños …
encontré a un hombre
que estaba herido de amor
encontré a otro
que estaba herido de odio…”
Con estas dos canciones marcó una nueva dirección en la
composición moderna, haciendo uso del monólogo interior y de la lírica
imaginativa.
Quienes han estudiado sus palabras afirman que Dylan es
surrealista, pues sus composiciones de la segunda mitad del siglo XX combinan
la música con complejas expresiones literarias influidas, muchas de ellas, por
la imaginación.
Sus letras-poemas brotan de una variedad de temas
literarios, filosóficos, sociales, políticos…como su “Romance en Durango” que
es un viaje desde la muerte y, al mismo tiempo, hacia ella.
Francia, en 1990, lo hizo “Caballero de la Orden de las
Artes y las Letras”.
La Real Academia Sueca de Música le concedió en el año
2000 el “Premio de Música Popular”.
En 2007 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
En 2008 obtuvo un reconocimiento honorario del Premio
Pulitzer por su “profundo impacto en la música popular y en la cultura
norteamericana, marcado por sus composiciones líricas de extraordinario poder
poético”.
En 2011, al cumplir setenta años, tres universidades
organizaron simposios sobre su obra: La U. de Maguncia, la U. de Viena y la U.
de Brístol.
En 2012 recibió la Medalla Presidencial de la Libertad,
otorgada por Barack Obama., presidente de EE. UU.
En 2016, le conceden el Premio Nobel de Literatura por:
“haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la
canción estadounidense”.
Dice Dylan: “…. Para mí el rock and roll no era
suficiente… era un ritmo contagioso, pero las canciones no eran serias o no
reflejaban la vida. Me metí en la música ´folk´ que era algo distinto. Las canciones
estaban llenas de tristeza, de triunfo, de fe en lo sobrenatural…”
En 1970, Bob Dylan se convirtió en un “cristiano
renacido”, y su música tuvo entonces un trasfondo religioso. En 1980 empezó a
hacer declaraciones sobre su fe:
“Hace años me
dijeron que era un profeta. Yo solía decir: no, no lo soy. Sí lo eres, decían
ellos, y yo: no, no, no soy yo… Ahora digo que Jesucristo es la respuesta…”
……………………………….
Surrealismo: del francés “sur” que traduce: sobre, por encima de; y “réalisme” que es: realismo.
- Un movimiento artístico y literario aparecido en Francia a principios del
siglo XX con Andre Bretón, quien expresó:
“Voy a definir la palabra de una vez para siempre: Surrealismo:
automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por
escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un
dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a
toda preocupación estética y moral…”
En la literatura el surrealismo revolucionó el lenguaje;
no admitió la forma, tampoco la métrica y menos la rima; creó versos de
extensión indefinida y exaltó la vocación literaria sin límites y los procesos
oníricos, el humor corrosivo, la pasión erótica…
El poeta Apollinaire escribió:
“Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó
la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado
inconscientemente, el surrealismo…”
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