sábado, 23 de julio de 2022

24 DE JULIO DE 1935 - 24 DE JULIO DE 2022

 

NOTA:

Con motivo de un nuevo cumpleaños de una excelente institución educativa, hago la transcripción de un texto publicado hace algunos años.

24 de julio de 1935    24 de julio de 2022

87 años continuos de servicio a la educación.

 

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From “Feminine Central Institute” to “Formative Center of Antioquia”


De “Instituto Central Femenino” a “Centro Formativo de Antioquia”


Autor: Lucila González de Chaves


7 de mayo de 2015


"Solamente lo que es fecundo es verdadero”, dijo con brillantez el sabio escritor alemán Juan W. Goethe, y el Centro Formativo de Antioquia, Cefa, que está celebrando un aniversario más de servicio constante a la juventud femenina, demuestra que es verdad una vez más, la sentencia del pensador de Fráncfort del Maine. 

Escuadrones interminables de mujeres forman su valiosa reserva: médicas eminentes, educadoras abnegadas y sabias, madres conscientes de su responsabilidad, religiosas consagradas, profesionales en Derecho, en política, en administración, en el campo de las letras y las artes, en ciencias, en investigación... 

En el año 1935, un hombre joven iluminado por lumbres de inteligencia y fulgores de ensueño, signado por la clara y definida visión de lo que la mujer sería en el futuro de Colombia, el doctor Joaquín Vallejo Arbeláez, alzó su voz ante la Asamblea Departamental de Antioquia para, por medio de la Ordenanza Nº 37 del 24 de julio de 1935, diseñar la creación de un plantel para la educación de la mujer en el campo del bachillerato y poder, así, ingresar a las universidades.

Ordenanza 37 de 1935

 

“Artículo 18: Créase en la capital del Departamento un Colegio Femenino de Segunda Enseñanza compuesto de los que actualmente se denominan Escuela Normal de Institutoras y Colegio Central de Señoritas y que se denominará Instituto Central Femenino”.

Parágrafo 1º. La enseñanza dada en el mencionado Instituto se ceñirá al pensum aprobado por el Ministerio de Educación Nacional para el bachillerato en las universidades oficiales. Se conservarán además los cursos especiales que actualmente tiene el Colegio Central y también la Sección Normalista”.

Dicha Ordenanza proyectaba las siguientes secciones: Bachillerato, Normal, Contabilidad General, Secretariado de Oficina y Correspondencia, Corte y Confección, Modelado, Industrias Domésticas, Administración de Hoteles, cursos de Decoración de Interiores y cursos de Enfermería.

Empezó a funcionar el primero de febrero de 1936. Las primeras alumnas fueron 320, bajo la dirección de la señorita Lola González Mesa, por unos meses, quien fue su primera rectora y a quien sucedió Alicia Barreneche por el resto del año 1936.


La directora Séculi Bastidas


En el transcurso de 1936, el doctor Joaquín Vallejo Arbeláez dejó la Secretaría de Educación y viajó a París; allí conoció a Enriqueta Séculi Bastidas, española de ideas avanzadas y le pidió que viniera a dirigir el recién creado Instituto. Llegó ella a Colombia el 21 de enero de 1937, asumió el cargo de rectora, y en ese año creó una escuela nocturna para preparar también a las mujeres que trabajaban, muchas de ellas sin ningún conocimiento. 

Fundó, además, la Escuela Primaria Anexa con material nuevo y pagado con las cuotas que dieron los padres de familia de cien niñas, constituidos en Patronato Escolar Protector. En aquella Escuela Anexa irían a hacer sus prácticas pedagógicas las estudiantes de la Sección Normalista del Instituto Central Femenino.

Muy poco tiempo estuvo “la Séculi” como rectora. Al renunciar a su cargo, la reemplazó la Señorita Lola González Mesa, rectora por segunda vez, hasta el año 1943 cuando renunció y la sucedió doña Rosa Echeverri de Trujillo.

La era feminista


Se introdujo entonces, una nueva época que podría llamarse la “era feminista”, porque sin la revelación en la historia de la Educación en Colombia del Instituto Central Femenino, hoy Cefa, la mujer colombiana no habría pasado de las agujas, el pincel y el piano, y le habría sido imposible, en aquella remota época, alcanzar una nueva dimensión intelectual y moral.

En aquellos años y en los siguientes, el Instituto Central Femenino y la Normal Nacional de Varones fueron los dos centros que desde Medellín irradiaron a toda Colombia la capacidad de formar auténticos y valiosos educadores. En aquella lejana época, estos dos famosos centros educativos fueron las facultades de educación en Colombia. Las pocas universidades del momento no habían pensado siquiera en la formación específica de maestros, y menos aún en crear facultades de educación.

Estos dos centros de enseñanza graduaban con honores a maestros competentes, después de haberlos sometido a los consabidos y rigurosos exámenes académicos finales, a los exámenes de conocimientos psicológicos, pedagógicos y metodológicos, a las intensivas prácticas en escuelas anexas y a la presentación y sustentación de la tesis final; todo ello con asistencia y vigilancia de delegados del Ministerio de Educación Nacional y de la Secretaría de Educación Departamental, quienes avalaban (o descalificaban, según el caso) nuestra formación académica, cultural, pedagógica y metodológica. Las firmas de todas estas entidades aparecían en nuestro diploma que nos declaraba “Maestra Superior”.


Los cambios de nombres



En 1952, por Decreto Departamental Nº 65 del 31 de enero, firmado por el gobernador Braulio Henao Mejía y el secretario de Educación, Joaquín Pérez Villa, se le cambió el nombre a nuestro Colegio, por uno menos liberal y que “tuviera más sentido cristiano” (sic); se llamó Instituto Isabel la Católica, nombre que conservó hasta 1959.

Por la Ordenanza Nº 17 del 21 de noviembre de 1959 se integraron los institutos Isabel la Católica y el Pedro Pablo Betancur (nombre oficial de la Escuela Modelo donde se formaban las maestras rurales); así, el Instituto Central Femenino volvió a cambiar de nombre y se llamó: Centro Educacional Femenino de Antioquia, CEFA, que empezó a funcionar en 1960. 

En 1971 se suprimió el ciclo básico y en 1975 se graduaron las últimas alumnas que cursaron sus estudios desde primero (hoy, grado sexto), hasta sexto (hoy, grado undécimo), en dicho plantel.

Pero, su filosofía siempre fue la misma: la formación integral de la mujer antioqueña, y aun, la colombiana, porque por este ilustre plantel han pasado mujeres de todos los departamentos, dejando huellas definidas de responsabilidad y consagración.

En 1979, nuestra Institución da otro giro en su historia, mediante el Decreto 00262, expedido por el señor gobernador Rodrigo Uribe Echavarría, en desarrollo de la Ordenanza 25 de 1978; se dan facultades para reestructurar al entonces Centro Educacional Femenino de Antioquia, con base en el proyecto presentado por el doctor Óscar Peña Alzate, secretario de Educación y Cultura del Departamento. En virtud de la misma Ordenanza la Institución vuelve a tener su antiguo nombre de Instituto Central Femenino.

 


Ordenanza 25 de 1978

 

“Artículo 4º. El Centro Educacional Femenino de Antioquia retornará a su nombre de creación, es decir, Instituto Central Femenino”.

Ordenanza 48 de 1979

“Artículo 1º. El Instituto Central Femenino será un establecimiento público descentralizado del orden departamental, de enseñanza media vocacional y post-secundaria, de carácter tecnológico, dotado de patrimonio propio, autonomía administrativa y personería jurídica”.

Nuevas etapas

Así, pues, mediante el Decreto 00262 del primero de abril de 1979, el Cefa vuelve a llamarse Instituto Central Femenino, y su campo de acción será más amplio y completo: facultado para ofrecer, además de la educación media vocacional, programas de educación superior en la modalidad de formación tecnológica, tal como lo diseñó la doctora Olga Osorio de Cuervo, su rectora de entonces. Esta modalidad tecnológica empezó a funcionar en el mismo local el 1º de febrero de 1981.

El hecho de conservar los quintos y sextos (grados décimos y undécimos de bachillerato) fue un gran acierto en la reforma porque estos serían el semillero, la fuente nutricia de las carreras creadas, y porque en las alumnas de la enseñanza media se conservaría y acrecentaría el carácter inconfundible de institución pionera que el plantel tiene, desde su fundación, en la formación moral y académica de la juventud colombiana.

Su descentralización y autonomía fueron factores que descomplicaron la administración, la que siempre se realizó con criterio sereno, recto y justo.

En 1981, el Instituto Central Femenino ya es, pues, un tecnológico completo con sus carreras técnicas bien orientadas y una Enseñanza Media Vocacional, modelo en el país, bajo la rectoría de la doctora Olga Osorio de Cuervo.

Algunos pocos años después, antes de terminar el milenio, por disposición del Ministerio de Educación Nacional, debieron separarse (no podían funcionar las dos en el mismo lugar) las carreras tecnológicas de la Enseñanza Media Vocacional. Con esta separación oficial de dos modalidades diferentes, se perfilaron dos instituciones educativas, valiosas e importantes: la nueva, con el nombre de Tecnológico de Antioquia (TdeA), fundado en 1981 por la doctora Osorio, y el Plantel de siempre, el que fue creado con el nombre de Instituto Central Femenino en 1935. 

En su última y definitiva etapa de su recorrido por épocas, nombres, ordenanzas, decretos, se le asignó el nombre definitivo de Centro Formativo de Antioquia –Cefa-, que cambió para siempre su primigenio nombre de Instituto Central Femenino.





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