EL BANDO DEL SEÑOR ALCALDE
Lucila de González de Chaves
“Maestra del Idioma”
Entre los años 1935 y 1940, yo aprendí qué era un alcalde.
Habiendo nacido en Medellín el 5 de abril de 1927, mi niñez transcurrió en el apacible
y acogedor municipio de Titiribí, a cargo de los abuelos maternos y de tres incomparables
tías, por causa de una doble orfandad......
A los ocho años de edad y de la mano del abuelo, él me lleva
al parque, después de la “misa mayor” (misa solemne) de las nueve de la mañana;
vamos a escuchar al “señor alcalde” dice mi abuelo. Ahí están todos los
habitantes urbanos y rurales. Un sonido de trompeta avisa el comienzo de un
acto muy importante para la ciudadanía: “El bando del señor alcalde”.
En voz baja, el abuelo me advierte que haga silencio, que él
me explicará todo, cuando regresemos a casa.
El señor alcalde, “nuestra primera autoridad” - nos decían
los mayores a los niños – no era nombrado en ese tiempo por el pueblo; faltaban
muchísimos años para que ocurriera la figura, según la democracia, de “alcalde
popular”.
Estamos, pues, en el parque principal, frente a la “Casa
Consistorial” (ahora dicen, simplemente: La alcaldía) y en el balcón aparece el
respetable mandatario…….
Más tarde, en el amplio y largo corredor de la finca del
abuelo, él empieza e explicarme lo que ha dicho el “señor alcalde”: lo primero, qué ha hecho en la semana en beneficio de la comunidad rural y
urbana; lo segundo, qué hará en la semana que comienza, después de visitar
veredas, y constatar las principales necesidades, en el campo de la educación,
la salud y la economía del pueblo:
llevar la luz a varias veredas, ampliar escuelas, conseguir que nombren
maestros…..
Y estos “bandos” se
repiten religiosamente cada domingo, a la misma hora con el mismo entusiasmo y respeto
de las gentes.
Me dice el abuelo que a ese señor que sabe de justicia y de
servicio, lo han enviado a regir el pequeño pueblo de Titiribí, a conducir su
bienestar, a suplir sus necesidades y a cuidar la honra y los bienes de cada
ciudadano.
Al siguiente domingo, en el “bando”, el señor alcalde nos
informa sobre la dotación de botiquines a las
escuelas urbanas y rurales, la creación del ropero escolar; la entrega,
a los niños, de lápices y cuadernos: Además, la maestra Maruja Restrepo (mi
excelente tía materna) ha obtenido el permiso de fundar, en forma gratuita, una escuela nocturna para los adultos campesinos.
El siguiente informe es que ha creado los almuerzos
escolares para los niños pobres del pueblo y del campo; invita a sus gobernados
a que visiten el avance de las obras en la construcción del hospital San Juan
de Dios.
Otro domingo nos cuenta que ha llegado todo lo necesario
para la sala de cirugía del hospital….
En sus habituales visitas, ha visto niños que caminan hacia
la adolescencia sin pasar por una escuela; ha encontrado veredas, inspeccionadas
por él, que solo cuentan con el agua - lluvia o con la recogida en quebradas o
el agua sacada de pozos profundos…
En esos años tempranos de mi niñez, tuve la más bella y
honesta demostración de lo que es democracia, y de lo que significa ser
“servidor público”.
……………………
Bando: “Proclama o edicto
que se hace público, originariamente de modo oral, por orden superior,
especialmente militar o de un alcalde”.
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