lunes, 21 de febrero de 2022

CAMILO JOSÉ CELA, A VEINTE AÑOS DE SU MUERTE

 

A VEINTE AÑOS DE LA MUERTE DEL ESCRITOR ESPAÑOL CAMILO JOSÉ CELA

 

Lucila González de Chaves

“Maestra del Idioma”

lugore55@gmail.com

 

Camilo José Cela Trulock (1916 – 2002) nació en la localidad gallega de Iria-Flavia; de padre español y madre inglesa. En su juventud empezó a prepararse para varias profesiones: medicina, derecho, filosofía y letras, sin completar el estudio de ninguna. Fue funcionario después de la Guerra Civil española, pero su lugar estaba en las letras: primero fue poeta y luego se dedicó a la novela.

Para conmemorar el centenario de su nacimiento, la Real Academia Española publicó una edición conmemorativa de la novela La Colmena y se inauguró en la Biblioteca Nacional de España, la exposición “El Centenario de un Nobel: Un libro y toda la soledad”; en la que se mostraron los perfiles del escritor Camilo José Cela: novelista, narrador, articulista, memorialista, dramaturgo, lexicógrafo, poeta.

Tras la muerte del gobernante Francisco Franco y el restablecimiento de la monarquía, el prestigio de Cela como escritor, le valió el nombramiento honorífico de “senador real”.

En 1941 realizó su primera experiencia novelística: trabajando en una oficina sindical y “para combatir el aburrimiento”, empieza a redactar la que sería, según muchos críticos, su mejor obra, y que lo acredita como excelente prosista: La familia de Pascual Duarte.

En 1957 fue nombrado miembro de la Real Academia Española.

En 1983, alcanzó el Premio Nacional de Literatura, por su novela Mazurca para dos muertos.

En 1987, fue galardonado con el “Premio Príncipe de Asturias de las Letras”.

En 1989, la Academia Sueca le concedió el “Premio Nobel de Literatura” como reconocimiento a toda su producción literaria.

 En opinión de la Academia: “ por su rica e intensa prosa que, con una pasión controlada, muestra una visión provocadora de la realidad humana”.

En 1994 se le otorgó el “Premio Planeta de Novela” por la obra La Cruz de San Andrés.

 La familia de Pascual Duarte, novela publicada en 1942, constituyó el primer acontecimiento de la posguerra española. Con esta novela, Camilo José Cela pone nuevamente de moda en la literatura, el gusto por los aspectos crueles y morbosos de la vida.

El personaje, Pascual Duarte cuenta, en primera persona, la historia de su vida, que es la de cualquier hombre del campo, pobre e ignorante y, además, condenado a muerte por asesinato:

El primer año de la Guerra Civil española fue de espera para Pascual Duarte, y mientras espera su ejecución por haber asesinado al terrateniente González Rivas, escribe sus memorias, que van desde la niñez hasta la noche en que mató a su madre.

Esas memorias se perdieron; años después, el transcriptor las encontró en una farmacia y las publicó, tras corregir y censurar algunas partes y añadirles dos cartas de testigos de la ejecución de Pascual Duarte: el capellán y el cabo comandante de la Guardia Civil.

 Es pues, la de Pascual, una vida misérrima: hijo de un matrimonio deshecho por la ignorancia y el alcohol; una hermana, Rosario, que vive para todo, y para nada bueno; su primera esposa, Lola, que se niega a darle más hijos; su hermano menor, Mario, un pobre idiota que vivió muy pocos años y cuya muerte lamentaron sus dos hermanos, pero no la madre. Según Pascual, desde este día, él empezó a sentir odio por su madre. Estos conflictos familiares dan origen a los demás problemas que presenta la novela.

Así, no es extraño que Pascual, violento, rencoroso y déspota se vuelva un criminal. Asombra su sed de sangre que lo impulsa a matar una perrita; después, una yegua y, por último, a su misma madre. Pascual Duarte posee inestabilidad emocional; no sabe cómo guiar sus comportamientos y no diferencia entre el rencor y el perdón, entre el bien y el mal. Un estudio psicológico dice que Pascual es un caso clínico de frustración.

La carencia de amor en su hogar hace que Rosario, la hermana de Pascual, al crecer, se mantenga en una búsqueda de afecto, cualquier clase de afecto; abandona su hogar para mantener a un holgazán; ahí empieza la pérdida de su estabilidad moral.

La madre de Pascual, es conflictiva; nunca tuvo clara su función de madre y no le brindó amor jamás. En la noche de la pelea con su hijo Pascual, ella lo muerde arrancándole un pedazo de su carne y él, enfurecido, la mata.

En Lola, la esposa de Pascual, la frustración por la pérdida de sus hijos la hizo una mujer amargada y solitaria.

El padre de Pascual es de una rudeza mental terrible, vivida inconscientemente y desatada en represiones contra su familia.

“Esta novela es una obra enjuta, dramática, breve; posee una indudable fuerza narrativa, un singular poderío expresivo. La historia está cuajada de truculencias, quizás, de ahí su eficacia. El inteligente empleo del humor, el verismo de las imágenes son motivos suficientes para considerar esta novela como la más atrayente de las producidas en España durante los años cuarenta”. (Historia de España)

En la edición de esta novela que está en mi biblioteca, en la página de la dedicatoria, dice con cinismo: “a mis enemigos, que tanto me han ayudado en mi carrera”.  

Y, el primer párrafo – siempre en la narración es importante y definitorio el primer párrafo -  es este:

“Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y, sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos, como si fuésemos de cera y destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. […]”.

Y, el párrafo final:

“Me abalancé sobre mi madre y la sujeté. Forcejeó […]. Me arañaba, me daba patadas y puñetazos, me mordía. Hubo un momento en que con la boca me arrancó de cuajo un pezón, el izquierdo, […] Fue en el momento mismo en que pude clavarle la hoja en la garganta…La sangre salía como desbocada y me golpeó la cara… Salí huyendo…corrí sin descanso… el campo estaba fresco y una sensación de alivio me recorrió las venas…Podía respirar…”

La novela La colmena, es una obra que describe un conjunto de trescientos personajes con sus figuras vulgares, sus ilusiones, sus fracasos y su insoportable mediocridad.

Mrs. Caldwell habla con su hijo:  

Las páginas de este libro son, simplemente, la conversación que una madre sostiene con su hijo muerto en las aguas del mar Egeo. Son, pues, una evocación. Pero, el estilo y los temas no guardan armonía con la razón de ser del libro.

La evocación es ruda, cruel y hasta erótica; las expresiones tienen una acusada ironía y una manifiesta superficialidad (¿será por el principio de locura de la madre?).

 El estilo del escritor Cela sigue siendo el mismo: duro, fatal, áspero, cruel, desconcertante. El éxito alcanzado por sus novelas, ha suscitado, a la vez, asombro y repulsa.

Mateo Velasco, filósofo y escritor español conceptúa que:

 “Cela procura fotografiar lo falso, lo ridículo y lo anormal que encuentra a su paso […]”.

“Cela se mantuvo desde siempre entre dos corrientes. Por un lado, el realismo y por otro, la ensoñación lírica, irreal, de su mundo céltico. Y, además, su bagaje provocador, irreverente y a menudo escatológico. […]. Cela, heredero del legado valle-inclanesco, (Valle Inclán) baraja sabiamente el subjetivismo con la realidad más desnuda”.

El tremendismo:

Esta expresión empezó a usarse en 1945. En las obras literarias tremendistas, el autor plasma la violencia más vehemente, en el lenguaje más desgarrado, y pone de relieve las pasiones más primarias, incluso, bestiales. El novelista más representativo de esta modalidad literaria es Camilo José Cela. Algunos de los novelistas hispanoamericanos actuales, han practicado este tipo de narraciones, entre ellos, Laura Restrepo, en su extensa novela, Hot sur.

También hay novelistas, cuya característica principal es la truculencia, como algunas obras de Ángela Becerra.

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