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El lenguaje. Los vídeos
28 junio de 2018 - 12:10 AM
El lenguaje representa nuestra más íntima y
verdadera condición de humanos; gracias al lenguaje, podemos hacer ciencia;
pero, además, gracias al lenguaje existimos y somos
Se ha dicho que “las ciencias nacen del vientre de la Filosofía. En ella
se fecundó la semilla que creció hasta alcanzar la madurez, que les permitió en
el siglo XIX, hacerse a un nuevo territorio, al campo que cultivamos hoy con la
práctica de la investigación, que entrelaza reflexión y acción”.
“Rápidamente, en este reconocimiento formal del campo científico, se dio la diferencia entre las ciencias exactas y naturales y las ciencias sociales y humanas, que a pesar de sus diferencias, y de locos y largos debates sobre ciertos tópicos, de los que siguen algunos vigentes, y a pesar de los innumerables ‘paradigmas’ que se quieren levantar entre ellas como murallas, ellas se mantienen atadas desde las entrañas; coexiste entre ellas ese lazo que las hermana: el lenguaje”. (Notas de lectura y estudio).
Entendemos, entonces, que el lenguaje representa nuestra más íntima y verdadera condición de humanos; gracias al lenguaje, podemos hacer ciencia; pero, además, gracias al lenguaje existimos y somos.
Seguimos transcribiendo nuestras notas del archivo de lectura: “El lenguaje mismo nos estructura, razón que tiene el psicoanálisis para dar la palabra, como vía y condición de su método, porque la experiencia clínica le enseñó a Freud la trascendencia de la realidad del lenguaje como fundante del inconsciente, como determinante en el Hombre. Gracias a su incidencia, la condición biológica y el ciclo mecánico instintual, se ve alterado para dar lugar a la pulsión como fuente de placer y de goce que perturba e interroga la condición orgánica, y obliga a la estructuración psíquica”.
“Rápidamente, en este reconocimiento formal del campo científico, se dio la diferencia entre las ciencias exactas y naturales y las ciencias sociales y humanas, que a pesar de sus diferencias, y de locos y largos debates sobre ciertos tópicos, de los que siguen algunos vigentes, y a pesar de los innumerables ‘paradigmas’ que se quieren levantar entre ellas como murallas, ellas se mantienen atadas desde las entrañas; coexiste entre ellas ese lazo que las hermana: el lenguaje”. (Notas de lectura y estudio).
Entendemos, entonces, que el lenguaje representa nuestra más íntima y verdadera condición de humanos; gracias al lenguaje, podemos hacer ciencia; pero, además, gracias al lenguaje existimos y somos.
Seguimos transcribiendo nuestras notas del archivo de lectura: “El lenguaje mismo nos estructura, razón que tiene el psicoanálisis para dar la palabra, como vía y condición de su método, porque la experiencia clínica le enseñó a Freud la trascendencia de la realidad del lenguaje como fundante del inconsciente, como determinante en el Hombre. Gracias a su incidencia, la condición biológica y el ciclo mecánico instintual, se ve alterado para dar lugar a la pulsión como fuente de placer y de goce que perturba e interroga la condición orgánica, y obliga a la estructuración psíquica”.
Bally, Charles. El lenguaje y la
vida. Buenos Aires, Lozada, 1977
Godefroy-Barrat. Saber hablar para triunfar. Bogotá: Panamericana, 1996
Searle, John R. Actos del habla, ensayo de filosofía en el lenguaje. Madrid. 1980
Godefroy-Barrat. Saber hablar para triunfar. Bogotá: Panamericana, 1996
Searle, John R. Actos del habla, ensayo de filosofía en el lenguaje. Madrid. 1980
Quizás, en otras palabras, se pueda decir que el ser humano no
es más que su lenguaje, y con él nos hacemos creadores de las ciencias, de las
artes y las ideologías...
Esta naturaleza del lenguaje nos obliga a asumir conscientemente una responsabilidad: el bien decir, y de ahí, el bien hacer. De allí la importancia del saber decir, del saber escribir, porque es con las palabras con las que construimos realidades; con palabras trasmitimos las verdades (o las distorsionamos); con palabras tenemos la posibilidad de crear, mantener y reconstruir lazos (o destruirlos y desunir); ellas tejen o destejen una sociedad, un hogar, una vida.
El lenguaje es el recurso para poder conservar aún la esperanza de construir un mejor vivir, y de mantener con nuestras palabras, un permanente quehacer más ajustado al ideal de lo que aspiramos ser: más humanos, más educados, menos “malapasionados” y “malpensantes”, más seres de lenguaje para poder ser sensibles e irremediablemente atentos y receptivos a la palabra del otro.
La palabra es nuestra esencia; también es estrategia y recurso para regular nuestra relación con el otro, respetar sus pensamientos y su ideología (o herirlo en lo más hondo, o desquitarse = vengar un daño o una derrota); la palabra nos garantiza el respeto a la humanidad que representamos, a nuestra intimidad y a la obligación ética de la regulación del entretejido familiar y social. Con el lenguaje podemos conseguir y mantener un discurso más incluyente, más respetuoso del otro, puesto que sabemos desde siempre que el otro es un mundo diverso del de nosotros, pero que no podemos prescindir de él.
Esta naturaleza del lenguaje nos obliga a asumir conscientemente una responsabilidad: el bien decir, y de ahí, el bien hacer. De allí la importancia del saber decir, del saber escribir, porque es con las palabras con las que construimos realidades; con palabras trasmitimos las verdades (o las distorsionamos); con palabras tenemos la posibilidad de crear, mantener y reconstruir lazos (o destruirlos y desunir); ellas tejen o destejen una sociedad, un hogar, una vida.
El lenguaje es el recurso para poder conservar aún la esperanza de construir un mejor vivir, y de mantener con nuestras palabras, un permanente quehacer más ajustado al ideal de lo que aspiramos ser: más humanos, más educados, menos “malapasionados” y “malpensantes”, más seres de lenguaje para poder ser sensibles e irremediablemente atentos y receptivos a la palabra del otro.
La palabra es nuestra esencia; también es estrategia y recurso para regular nuestra relación con el otro, respetar sus pensamientos y su ideología (o herirlo en lo más hondo, o desquitarse = vengar un daño o una derrota); la palabra nos garantiza el respeto a la humanidad que representamos, a nuestra intimidad y a la obligación ética de la regulación del entretejido familiar y social. Con el lenguaje podemos conseguir y mantener un discurso más incluyente, más respetuoso del otro, puesto que sabemos desde siempre que el otro es un mundo diverso del de nosotros, pero que no podemos prescindir de él.
2. Vídeo – con tilde en la i –
El elemento
compositivo video, procede del latín y significa ‘yo
veo’. Forma términos como videojuego, videoclip o videoconsola,
todos ellos sin guion ni espacio intermedios.
De acuerdo con la Ortografía de la lengua española, los prefijos y elementos compositivos se escriben siempre unidos a la base a la que afectan: videojuego, videoclip, videoconsola, no: video juego, video clip; tampoco: video-consola, video –juego.
Además, en el caso concreto de video: como sustantivo lleva tilde: el vídeo, los vídeos; como elemento compositivo se escribe siempre sin acento ortográfico: videoconferencia, videovigilancia, videoarbitraje, y no: vídeoconferencia, vídeovigilancia ni vídeoarbitraje.
Frases correctas: “Según la Organización Mundial de la Salud, el trastorno por videojuegos ya es tratado como una enfermedad mental”. “Autoridades de Bolivia y Perú acordaron reuniones técnicas por videoconferencia”. “Estrena Jennifer López videoclip en plataformas digitales”. “Un videojuego que consiste en destruir a tu oponente para sobrevivir y que ya han descargado más de 40 millones de usuarios de videoconsolas”.
De acuerdo con la Ortografía de la lengua española, los prefijos y elementos compositivos se escriben siempre unidos a la base a la que afectan: videojuego, videoclip, videoconsola, no: video juego, video clip; tampoco: video-consola, video –juego.
Además, en el caso concreto de video: como sustantivo lleva tilde: el vídeo, los vídeos; como elemento compositivo se escribe siempre sin acento ortográfico: videoconferencia, videovigilancia, videoarbitraje, y no: vídeoconferencia, vídeovigilancia ni vídeoarbitraje.
Frases correctas: “Según la Organización Mundial de la Salud, el trastorno por videojuegos ya es tratado como una enfermedad mental”. “Autoridades de Bolivia y Perú acordaron reuniones técnicas por videoconferencia”. “Estrena Jennifer López videoclip en plataformas digitales”. “Un videojuego que consiste en destruir a tu oponente para sobrevivir y que ya han descargado más de 40 millones de usuarios de videoconsolas”.
Para tener en cuenta:
“En primer lugar, Dios da sentido a tu lenguaje, y tu lenguaje, si tiene sentido, te muestra a Dios”. (Antoine de Saint-Exupèry)
“En primer lugar, Dios da sentido a tu lenguaje, y tu lenguaje, si tiene sentido, te muestra a Dios”. (Antoine de Saint-Exupèry)
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