COMO
FORMAR EL PLURAL DE LAS PALABRAS.
En español hay dos marcas para formar el
plural de los sustantivos y adjetivos: -S y -ES. Existe asimismo la
posibilidad, aunque no es lo normal, de que permanezcan invariables. La
elección de una de estas opciones debe ajustarse a las siguientes reglas:
a) Sustantivos y
adjetivos terminados en vocal átona o en E tónica.
Forman
el plural con S: casas, estudiantes, taxis, planos, tribus, comités. Son
vulgarismos los plurales terminados en -ses, como cafeses, en lugar de cafés, o
pieses, en lugar de pies.
b) Sustantivos y
adjetivos terminados en -a o en -o tónicas.
Aunque durante algún tiempo vacilaron entre el
plural en -s y el plural en -es, en la actualidad forman el plural únicamente
con -s: papás, sofás, bajás, burós, rococós, dominós. Son excepción a esta
regla los sustantivos faralá y albalá, y el adverbio no en función sustantiva,
que forman el plural con -es: faralaes, albalaes, noes. También es excepción el
pronombre yo, cuando funciona como sustantivo, pues admite ambos plurales: yoes
y yos. Son vulgarismos los plurales terminados en -ses, como sofases.
c) Sustantivos y
adjetivos terminados en -i o en -u tónicas.
Admiten
generalmente dos formas de plural, una con -es y otra con -s, aunque en la
lengua culta suele preferirse la primera: bisturíes o bisturís, carmesíes o
carmesís, tisúes o tisús, tabúes o tabús. En los gentilicios, aunque no se
consideran incorrectos los plurales en -s, se utilizan casi exclusivamente en
la lengua culta los plurales en -es: israelíes, marroquíes, hindúes, bantúes.
Por otra parte, hay voces, generalmente las procedentes de otras lenguas o las
que pertenecen a registros coloquiales o populares, que solo forman el plural
con -s: gachís, pirulís, popurrís, champús, menús, tutús, vermús. El plural del
adverbio sí, cuando funciona como sustantivo, es síes, a diferencia de lo que
ocurre con la nota musical si, cuyo plural es sis.
d) Sustantivos y adjetivos
terminados en -y precedida de vocal.
Forman
tradicionalmente su plural con -es: rey: reyes; ley: leyes;
buey:
bueyes; ay: ayes; convoy: convoyes; bocoy: bocoyes. Sin embargo, los
sustantivos y adjetivos con esta misma configuración que se han incorporado al
uso más recientemente —en su mayoría palabras tomadas de otras lenguas— hacen
su plural en -s. En ese caso, la y del
singular mantiene en plural su carácter vocálico y, por lo tanto, debe pasar a
escribirse i: gay: gais; jersey: jerséis; espray: espráis; yóquey: yoqueis.
e) Voces extranjeras terminadas en
-y precedida de consonante.
Deben
adaptarse gráficamente al español sustituyendo la -y por -i: dandi (del ingl.
dandy); panti (del ingl. panty); ferri (del ingl. ferry). Su plural se forma,
como el de las palabras españolas con esta terminación (→ a), añadiendo una -s:
dandis, pantis, ferris. No son admisibles, por tanto, los plurales que
conservan la -y del singular etimológico: dandys, pantys, ferrys.
f) Sustantivos y adjetivos
terminados en -s o en -x.
Si
son monosílabos o polisílabos agudos, forman el plural añadiendo -es: tos, pl. toses;
vals, pl. valses, fax, pl. faxes; compás, pl. compases; francés, pl. franceses.
En el resto de los casos, permanecen invariables: crisis, pl. crisis; tórax,
pl. tórax; fórceps, pl. fórceps. Es excepción a esta regla la palabra dux, que,
aun siendo monosílaba, es invariable en plural: los dux. También permanecen
invariables los polisílabos agudos cuando se trata de voces compuestas cuyo
segundo elemento es ya un plural: ciempiés, pl. ciempiés (no ciempieses);
buscapiés, pl. buscapiés (no buscapieses), pasapurés, pl. pasapurés (no
pasapureses).
g) Sustantivos y adjetivos
terminados en -l, -r, -n, -d, -z, -j.
Si no van precedidas de otra consonante (→j),
forman el plural con -es: dócil, pl. dóciles; color, pl. colores; pan, pl.
panes; césped, pl. céspedes; cáliz,pl. cálices; reloj, pl. relojes. Los
extranjerismos que terminen en estas consonantes deben seguir esta misma regla:
píxel, pl. píxeles; máster, pl. másteres; pin, pl. pines; interfaz, pl.
interfaces; sij, pl. sijes. Son excepción las palabras esdrújulas, que
permanecen invariables en plural: polisíndeton, pl. (los) polisíndeton;
trávelin, pl. (los) trávelin; cáterin, pl. (los) cáterin. Excepcionalmente, el
plural de hipérbaton es hipérbatos.
h) Sustantivos y adjetivos
terminados en consonantes distintas de -l, -r, -n, -d, -z, -j, -s, -x, -ch.
Se
trate de onomatopeyas o de voces procedentes de otras lenguas, hacen el plural
en -s: crac, pl. cracs; zigzag, pl. zigzags; esnob, pl. esnobs; chip, pl.
chips; mamut, pl. mamuts; cómic, pl. cómics. Se exceptúa de esta regla la
palabra club, que admite dos plurales, clubs y clubes (→ club). También son
excepciones el arabismo imam (→ imán), cuyo plural asentado es imames, y el
latinismo álbum (→ álbum), cuyo plural asentado es álbumes.
i) Sustantivos y adjetivos
terminados en -ch.
Procedentes
todos ellos de otras lenguas, o bien se mantienen invariables en plural: (los)
crómlech, (los) zarévich, (los) pech, o bien hacen el plural en -es: sándwich,
pl. sándwiches; maquech, pl. maqueches.
j) Sustantivos y adjetivos
terminados en grupo consonántico.
Procedentes
todos ellos de otras lenguas, forman el plural con -s (salvo aquellos que
terminan ya en -s, que siguen la regla general; → f): gong, pl. gongs; iceberg,
pl. icebergs; récord, pl. récords. Se exceptúan de esta norma las voces
compost, karst, test, trust y kibutz, que permanecen invariables en plural,
pues la adición de una -s en estos casos daría lugar a una secuencia de difícil
articulación en español. También son excepción los anglicismos lord y milord, cuyo
plural asentado en español es lores y milores, respectivamente.
k) Plural de los latinismos.
Aunque
tradicionalmente se venía recomendando mantener invariables en plural ciertos
latinismos terminados en consonante, muchos de ellos se han acomodado ya, en el
uso mayoritario, a las reglas de formación del plural que rigen para el resto
de las palabras y que han sido expuestas en los párrafos anteriores. Así pues,
y como norma general, los latinismos hacen el plural en -s, en -es o quedan
invariables dependiendo de sus características formales, al igual que ocurre
con el resto de los préstamos de otras lenguas: ratio, pl. ratios; plus, pl.
pluses; lapsus, pl. lapsus; nomenclátor, pl. nomenclátores; déficit, pl.
déficits; hábitat, pl. hábitats; vademécum, pl. vademécums; ítem, pl. ítems.
Únicamente se apartan hoy de esta tendencia mayoritaria los latinismos
terminados en -r procedentes de formas verbales, como cónfer, confíteor,
exequátur e imprimátur, cuyo plural sigue siendo invariable.
También constituye una excepción la
palabra álbum.
En general, se aconseja usar con preferencia,
cuando existan, las variantes hispanizadas de los latinismos y,
consecuentemente, también su plural; así se usará armonio (pl. armonios) mejor
que armónium; currículo (pl. currículos) mejor que currículum; podio(pl.
podios) mejor que pódium. No deben usarse en español los plurales latinos en -a
propios de los sustantivos neutros, tales como córpora, currícula, etc., que sí
son normales en otras lenguas como el inglés. Las locuciones latinas, a
diferencia de los latinismos simples, permanecen siempre invariables en plural:
los statu quo, los currículum vítae, los mea culpa.
l) Plural de las notas musicales.
Aunque
a menudo se usan como invariables, su plural se forma añadiendo una ese, salvo
en el caso de sol, que forma el plural con -es: dos, res, mis, fas, soles, las,
sis.
UN POCO MÁS SOBRE EL PLURAL.
1.Cambio de la vocal tónica.
La
vocal tónica es la misma en el singular y en el plural, salvo en las palabras
espécimen, régimen y carácter, en las que el acento cambia de lugar en el
plural: especímenes, regímenes y caracteres [karaktéres].
.2. Nombres de tribus o etnias.
No
hay ninguna razón lingüística para que los nombres de tribus o etnias
permanezcan invariables en plural; así pues, estas palabras formarán su plural
de acuerdo con sus características formales y según las reglas generales: los
mandingas, los masáis, los mapuches, los hutus, los tutsis, los yanomamis, los
bantúes, los guaraníes, los iroqueses, los patagones, los tuaregs.
3. Unidades léxicas formadas por
dos sustantivos.
En
las construcciones nominales formadas por dos sustantivos, de los que el
segundo actúa como modificador del primero, solo el primer sustantivo lleva
marca de plural: horas punta, bombas lapa, faldas pantalón, ciudades
dormitorio, pisos piloto, coches cama, hombres rana, niños prodigio, noticias
bomba, sofás cama, mujeres objeto, coches bomba, casas cuartel. Igual ocurre en
los compuestos ocasionales de este tipo, que se escriben con guion: «Los dos
nuevos edificios eran “viviendas-puente” [...]. Servían para alojar durante dos
años —el tiempo que tardaba la Administración en hacer casas nuevas— a las
familias que perdían sus pisos por grietas».
Pero
si el segundo sustantivo puede funcionar, con el mismo valor, como atributo del
primero en oraciones copulativas, tiende a tomar también la marca de plural:
Estados miembros, países satélites, empresas líderes, palabras claves (pues
puede decirse Estos estados son miembros de la UE; Esos países fueron satélites
de la Unión Soviética; Esas empresas son líderes en su sector; Estas palabras
son claves para entender el asunto).
4. Sustantivos que se usan en
singular o en plural para designar un solo objeto.
Hay
sustantivos que, por designar objetos constituidos por partes simétricas, se
usan normalmente en plural para referirse a uno solo de dichos objetos. Es el
caso de palabras como gafas, pantalones, bragas, leotardos, tenazas, alicates,
tijeras, etc.: Me encantan los pantalones que llevaste a la fiesta; Le rompió
las gafas de un puñetazo; Necesito unas tenazas para sacar el clavo. En estos
casos resulta igualmente válido, aunque suele ser menos frecuente, el empleo de
la forma de singular: Me he manchado el pantalón; Esa gafa te favorece; Tráeme
la tenaza que está sobre la mesa. Hay otros casos, como el de bigote o nariz,
en que se usa normalmente el singular, reservándose el plural para usos expresivos:
Me he afeitado el bigote; Me duele la nariz; pero, se atusaba los bigotes con
parsimonia; Tiene unas narices enormes. En las expresiones fijas suele
predominar el uso en plural: Estoy hasta las narices; La cosa tiene narices;
Hace un frío de narices.
5. Adjetivos formados por prefijo
+sustantivo.
Los
adjetivos formados por la adición de un prefijo a un sustantivo son invariables
en plural: faros antiniebla (no faros antinieblas), máscaras antigás (no
máscaras antigases), sistemas multifrecuencia (no sistemas multifrecuencias).
Algunos de estos adjetivos tienen como base un sustantivo plural, de ahí que
presenten una -s final tanto en singular como en plural: policía
antidisturbios, policías antidisturbios. Otros tienen dos formas admitidas, una
con -s y otra sin -s, válidas tanto para el singular como para el plural: mina
o minas antipersona, mina o minas antipersonas.
6. Compuestos formados por dos
adjetivos unidos con guion.
Manual
teórico-práctico
7. Nombres propios.
Puesto
que los nombres propios, a diferencia de los comunes, no designan clases de
seres, sino que sirven para identificar un solo ser de entre los de su clase,
no suelen emplearse en plural. Sin embargo, al existir seres que comparten el
mismo nombre propio, sí cabe usar este en plural para designar varios
referentes: Los Javieres que conozco son todos muy simpáticos; En América hay
dos Córdobas, una en la Argentina y otra en México. Al respecto, conviene tener
en cuenta lo siguiente:
a) Los nombres de pila hacen el plural de acuerdo con las
reglas generales: las Pilares, las Cármenes, los Pablos, los Raúles, los
Andreses.
b) Los apellidos se mantienen invariables cuando designan a
los miembros de una misma familia: Mañana cenamos en casa de los García; Los
Alcover se han ido a vivir a Quito. Cuando se emplean para designar un conjunto
diverso de individuos que tienen el mismo apellido, el uso vacila entre
mantenerlos invariables o añadirles las marcas propias del plural de acuerdo
con su forma. La tendencia mayoritaria es mantenerlos invariables, sobre todo
en el caso de apellidos que pueden ser también nombres de pila, para distinguir
ambos usos: Los Alonsos de mi clase son muy simpáticos (nombre de pila) y Los
Alonso de mi clase son muy simpáticos (apellido); o cuando se trata de
apellidos que tienen variantes con -s y sin -s, como Torre(s), Puente(s) o
Fuente(s): En mi pueblo hay muchos Puente (gente apellidada Puente) y En mi
pueblo hay muchos Puentes (gente apellidada Puentes). Salvo en estos casos, los
que terminan en vocal admiten con más naturalidad las marcas de plural que los
que acaban en consonante: En la guía telefónica hay muchísimos Garcías (pero
también hay muchísimos García), frente a ¿Cuántos Pimentel conoces? (más normal
que ¿Cuántos Pimenteles conoces?). Los apellidos que acaban en -z se mantienen
siempre invariables: los Hernández, los Díez.
c) Los nombres de dinastías o de familias notorias también
vacilan. La mayoría tienden a permanecer invariables: los Habsburgo, los
Trastámara, los Tudor, los Borgia; pero otros se usan casi siempre con marcas
de plural: los Borbones, los Austrias, los Capuletos.
d) Cuando se usa una marca comercial para designar varios
objetos fabricados por dicha marca, si el nombre termina en vocal, suele usarse
con la terminación -s característica del plural, mientras que, si termina en
consonante, tiende a permanecer invariable: Hay tres Yamahas aparcadas en la
puerta; Los Opel tienen un motor muy resistente. Lo mismo ocurre con los
nombres de empresas, cuando designan varios de sus establecimientos:
Últimamente han abierto muchos Zaras en el extranjero; Hay dos Benetton en
Salamanca. Si el nombre es compuesto, permanece invariable: Los nuevos Corte
Inglés de la ciudad son muy grandes.
(Diccionario
panhispánico de dudas ©2005)
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