Pensar antes
de escribir
1.
“Conferencias,
conciertos… hacen parte de la Feria del Libro Universidad de Antioquia, que
este año llega a su versión 27”.
El vocablo “versión” no puede usarse en este caso; su
significado no expresa la idea. Debió escribirse: “… llega a su vigésima
séptima edición”; o, “... a su edición 27”. Edición tiene que (sin tilde) ver
con sucesión de veces. Versión se emplea en el campo de las traducciones.
2.
“Este
tercer y final capítulo de la novela…. Le sirve al autor….”
El ordinal “tercero” solo se apocopa (tercer) delante de
sustantivos masculinos en singular: tercer niño; tercer grado; tercer libro
(los terceros grados escolares). En la cita, “tercer” está delante de un conector o
conjunción (y); no cabe apocoparlo. Lo correcto es: Este tercero y final
capítulo de la novela….
3.
“Abundan los
parques y las ciclorutas – son ecológicamente sostenibles-“.
Última disposición de la RAE: No existen en el abecedario
español las letras: “erre” y “ere”, (como antes), solo una: la “r” (y se
pronuncia “erre”); tiene sonido fuerte
al principio de palabra: recibir, rumba; Ramón,
y cuando va entre vocales, (se escribe “rr”, para lograr ese sonido);
ejemplos: carro, carrera, correr, discurrir.
Tiene un sonido suave (se representa con “r”), cuando va
entre vocales: curación, coraje.
Cuando se juntan dos palabras: la primera terminada en
vocal y la segunda que empieza por “r”; para lograr el sonido fuerte, debe escribirse:
“rr”, es el caso de: CICLORRUTAS, autorreflexión, irresponsable.
4.
“Me había
prometido a mí mismo no mezclarme en la contienda electoral…”
Son
frecuentes las expresiones coloquiales:
me dije a mí misma, se miró a sí mismo, “me había prometido a mí mismo”, que
dan refuerzo emocional a la idea pero que no le agregan contenido; por eso, la
doctrina gramatical las considera “pleonasmos”. Son tolerables en el lenguaje
oral, que casi siempre está cargado de
emocionalidad, pero no deben emplearse en el lenguaje escrito.
5.
“Posesionamiento
del nuevo Ministro de Defensa” (Pie de foto)
“Posesionamiento” no existe; debió escribirse “posesión”.
Pero como está de moda entre periodistas, locutores y ejecutivos jóvenes,
inventarles alargamientos a las palabras para sentirse exclusivos, el acto de
“posesión” del ministro (se escribe con minúscula el cargo) de Defensa no
quedaría muy brillante empleando una palabra cortica. Existe “posicionamiento” (con: S – C) que es otra idea: tomar
posición. Posición no es lo mismo que posesión. El remedio: ¡Diccionarios!
Se escriben con mayúscula: Ministerio de Defensa,
Alcaldía de Medellín, Gobernación de Antioquia. Con minúscula los cargos: el
ministro, el alcalde, el gobernador, el papa, el jefe…
6.
“Conociendo
el temperamento de quien fuera activista del Moir en el Alma Máter, donde dejó….”
“La forma
adecuada de escribir esta locución latina es “la alma mater”, en femenino,
sin tilde y en letra cursiva, según
explicaciones de la Real Academia Española.
En
el uso de los artículos, la norma de cambiar LA por EL ante palabras femeninas que
comienzan con A tónica, solo afecta a los sustantivos
y no a los adjetivos, ejemplos: el aula espaciosa, el ama de casa
abnegada.
En
la locución latina citada, “alma” es, ahí, un adjetivo y significa:
“que alimenta, que nutre”,
tal como indican los diccionarios de latín. “Alma-ánima”, en latín, no
significa “mente, espíritu”; este concepto se explica con la palabra “animus”.
Uno
de los ejemplos incorrectos que da la RAE es:
“Custo Dalmau, el alma máter de la firma Custo
Barcelona, tiene muy claro que…”.
Lo
apropiado habría sido utilizar el artículo “la” en redonda, y la
locución latina “alma mater” sin tilde y en
cursiva, de acuerdo
con las normas de la Ortografía de la lengua española: “ la “alma mater” de
la firma Custo Barcelona…”
El
Diccionario panhispánico de dudas circunscribe
el significado de esta locución a su sentido etimológico de ‘madre nutricia’
—metáfora de la universidad que nutre de conocimientos - y desaconseja
explícitamente emplearla para referirse a la
‘persona que da vida o impulso a algo’. “Se recomienda sustituir
la alma mater simplemente por el sustantivo “alma” (y
entonces sí irá precedido del artículo el): “……, Custo Dalmau, el alma de
la firma Custo Barcelona,…”.
7. “En el nordeste del departamento fueron asesinados la ama de casa… de
46 años y su hijo…”
Errado empleo del artículo femenino LA, frente a
sustantivos femeninos que empiezan con A
acentuada (no necesariamente con tilde). Esos sustantivos exigen el artículo
masculino, pero retoman el femenino que
les corresponde, cuando se usan en
plural, ejemplos: el ama de casa, las amas de casa; el águila, las águilas.
8. “… un repartidor con antecedentes de vinculación extremista,
permanecía detenido con su esposa y su hermana”.
…detenido con su esposa y su hermana.
¿La hermana de quién, de su esposa o de él? Es la dificultad de usar el
posesivo SU porque casi siempre da ambigüedad a la frase. Lo correcto: Detenido
con su esposa y la hermana de esta; o, detenido con su esposa y la hermana de
él.
9. “Las águilas vuelan estáticas al sol” (un escritor-poeta)
La poesía tiene, clásicamente, muchas licencias que la
embellecen; pero, no faltas de lógica:
“vuelan estáticas” (“estática: que
permanece en un mismo sitio, sin mudanza en él”); no estamos hablando de la
ciencia llamada con este nombre, sino del adjetivo “estáticas” que con tanto
ardor empleó el poeta aquella noche.
10. “LHC en el texto corresponde a un tipo de palabras llamadas: A.
adjetivos, B. adverbios, C. acrónimos, D. artificios.”
No es
acrónimo, es una sigla, y se lee: ele- hache- ce.
Abreviar el
lenguaje es hoy un fenómeno muy común.
Conceptos del
experto del Instituto Caro y Cuervo, Gutemberg Bohórquez C.:
ABREVIATURA:
Es la escritura abreviada de una palabra y se lee como si no lo estuviera: Sr. (“señor”); vol.
(“volumen”); etc. (“etcétera”).
A veces, la
abreviatura se forma de la primera letra y de las últimas: Admón. (“administración);
Gral. (“General”). Otras veces, basta con la primera letra: l (“litro”); m
(“metro”).
SIGLA: Es la
escritura de las iniciales de una denominación. Una sigla no podrá
pronunciarse como una palabra porque no lo permite, hay que deletrearla: Empresa Municipal de
Teléfonos, su sigla: EMT – se lee: e- eme- te. Automóvil Club de Colombia, su sigla ACC –se
lee: a- ce- ce.
ACRÓNIMO: Es una
palabra formada por letras o sílabas iniciales; se pronuncia como cualquier
vocablo y no se deletrea; ejemplos: CEFA (Centro Educacional Femenino de
Antioquia); IVA (Impuesto de Valor Agregado).
Algunas veces,
la sigla se deja lexicar y puede pronunciarse como palabra; se ha convertido en
un acrónimo.
(Fuente: libro
Funcionalidad del Idioma. Lucila González de Chaves, p.157)
Muy interesante. Gracias por orientarnos en el buen uso del idioma.
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