LIBRO:
LA
GENTE FELIZ ES MÁS EXITOSA (Autora: María Clara Villegas)
Lucila González de Chaves
La
profesional, alta ejecutiva y conferencista excelente, María Clara Villegas, ha puesto en este libro, La gente feliz es más exitosa, su conferencia del mismo nombre;
conferencia la más solicitada y vendida del 2011 y el 2012, especialmente en
las empresas y en centros educativos.
María
Clara o “María” (nombre que adoptó luego de encontrarse a sí misma e instalarse gozosamente en la autoestima)
tiene una gran riqueza de conocimientos: economía, filosofía, habilidades
gerenciales, etc., etc. y sus importantes experiencias laborales y educativas
las consigna en este libro que nos llega con una muy contextualizada
dedicatoria.
La
autora de este interesante libro, quiere, a través de él, hacernos entender que
ser feliz es ser uno mismo, dueño de sí, conocerse, crecer, enriquecerse interiormente
para pasar a ser un “buen ser humano”, lo que es distinto de ser “buena persona”.
Poder lograr ser un buen ser humano es poder vivir en la autoestima, no en el
EGO; éste está basado en el “hacer” y el “tener” y nos mantiene en ese mundo
EGOísta.
Poder
vivir en la autoestima es
poder compartir con los demás sin celos, sin odios ni reproches, sin críticas
negativas y crueles, y, además, poder lograr que los otros también vivan y
actúen de acuerdo con la voz de sus propias virtudes, una voz que es la voz del
“ser” (no del “hacer” y el “tener”), y la única que nos lleva a la paz, a la
serenidad y a la plenitud, porque ser feliz no es estar riendo siempre y
utilizando el tiempo en sandeces y banalidades. Ser feliz es ser “gente”, ser “un buen ser humano”, practicar las
virtudes, vivir de acuerdo con ellas y llamarlas en el momento de las
decisiones. Ser feliz es “no tener vacíos”, y sólo vive sin vacíos el que es
“gente”, el que sabe “darse” (no “dar”).
La
autora sostiene, y quiere comprobarlo por medio de ejemplos valiosos (ella los llama “milagros”) que vivir en el
EGO, vitalizado por el “hacer” y el “tener”, es vivir solamente, únicamente
(el subrayado es mío) de acuerdo con las normas y comportamientos establecidos
por la familia, la herencia ancestral, el colegio, los amigos, la sociedad;
todo ello constituye lo que la escritora Villegas llama “el libreto”, al cual
la educación nos ha inducido siempre. El “libreto” nos lleva a tener muchas
expectativas, a esperar siempre algo de alguien o de algo, y como las cosas no
salen siempre como lo esperamos, se generan los “vacíos”.
Por
distintos caminos de pensamiento y con palabras convincentes, llenas de
plenitud y de experiencia, la autora nos invita a diferenciar conscientemente
las dos maneras de vivir: en el ego, o en la autoestima. En la vida del EGOísmo
están como punto de éxito y de bienestar sólo el “hacer” y el “tener”. En la
vida de la autoestima funcionan como soportes de ella: ”Ser generoso, humilde y
amble”.
Contundentemente
expresa:
“Cuando uno y nadie más que uno mismo, da
testimonio de lo que “es”, logra sentir, por primera vez, el verdadero poder de
la autoestima, la estima propia”.
“La felicidad es no
manejar vacíos; las expectativas son las que más los generan, en la medida en
que las cosas no salen siempre como lo esperamos”.
“Las
aptitudes necesarias para trabajar en una Organización, son: visión de
helicóptero, capacidad de análisis, imaginación, sentido del negocio, sentido
de la realidad, decisión, orientación al logro, capacidad de motivar (de
inspirar), comunicación y delegación”.
“Hay
que ser competente, no competitivo. Vinimos a esta tierra a contribuir, a aportar
nuestros talentos, aptitudes, capacidades físicas especiales, con humildad y
generosidad porque nos fueron dados”.
“Darse
significa ofrecerle al mundo entero sus conocimientos, sus habilidades, sus aptitudes
en forma auténtica. Y cuando esto se hace, queda el sentimiento de que no se ha
guardado nada para sí, y por eso no se sienten vacíos”.
“No
se les olvide que lo que la familia, los amigos y la sociedad quieren de
ustedes es su ser, sus virtudes”.
“Vivir
en el mundo del ego es miedo a defraudar, miedo a fracasar, miedo a no ser
querido, a no ser reconocido, miedo a no dar la talla, miedo a perder algo, una
sensación contraria a la felicidad, la que es simplemente no manejar vacíos”.
“El
miedo va ligado a las pérdidas. Las personas que se valoran por la familia, los
hijos, la salud, el trabajo, lo que saben, etc. y no se valoran por lo que son,
sufren de miedo porque consciente o inconscientemente saben que todo eso lo
pueden perder”.
“El
que vive en la autoestima (y no en el ego) sabe que la vida le puede quitar todo
lo que hace y tiene, pero nadie, absolutamente nadie, le puede quitar a uno el
libre albedrío de practicar una virtud y sentir ese ¡wash! (plenitud), ese sentimiento que va más allá de un simple
placer, que es un sentimiento de realización, de coherencia, de bienestar, de
plenitud, de buenaventura”.
20
de diciembre de 2013
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