¿Qué sabemos sobre nuestros
apellidos?
25 mayo de 2020 - 12:12 AM
1.
Apellidos
“Son
los nombres de familia con que se distinguen las personas.” “Apellido es
también sobrenombre o mote”. “El nombre propio marca la individualidad; el
apellido, las relaciones sociales”. (RAE).
2.
“Conombre”
Decía
Elio Antonio de Nebrija: “Conombre es aquel que se pone después del nombre
propio i es común a todos los de aquella familia, i llámase propia mente entre
nos otros el apellido”.
Apellidar,
viene del latín, idioma
en el que significa: “clamar repetidamente; dar un nombre; invocar”. Luego, ha
venido significando: nombrar, llamar, bautizar, tildar, apodar. De ese verbo se
deriva el participio: apellido
Acerca de
estos, la RAE advierte que la preposición DE, que antiguamente se les
anteponía, solo denotaba origen, procedencia, pero nunca nobleza. Hoy es un
gran error anteponer DE a los patronímicos y decir, por ejemplo: Tomás de
Martínez, Juan de Fernández, Jerónimo de González.
Otras
veces se convierte en apellido un sustantivo común sin que denote procedencia:
Casas, Callejas, Pastor, Rey, etc.
Hubo hace
muchos años la costumbre de dar terminación femenina a los apellidos que se
referían a una mujer:
Calderona era la madre del segundo don Juan de Austria, y en el Quijote hay
ejemplos como: las Cervantas; la Cabella (hermana del señor Cabello), Francisca
Ricota esposa de Ricote, Antonia Quijana hermana del hidalgo Alonso Quijano. Y
existió el caso contrario de masculinización de apellidos de terminación
femenina, como Pantojo en lugar de Pantoja, Mendozo en lugar de Mendoza.
3. El
filólogo Ragucci
Ya en el
año l947, el sacerdote salesiano y filólogo Rodolfo M. Ragucci decía en algunas
de su “Gazaperas” que el procedimiento para formar los apellidos patronímicos
es el siguiente:
1. “Si el
nombre del padre termina en o, esta vocal se sustituye por EZ: de Pero (Pedro),
Pérez; de Álvaro, Álvarez; de Marco, Márquez; de Gonzalo, González. Si el nombre
del padre termina en la sílaba YO, esta se sustituye por EZ: de Pelayo, Peláez.
Si acaba en consonante, se le agrega el mismo sufijo EZ: de Iván, Ibáñez; de
Laín, Laínez”.
2. “Se
oye decir que los apellidos no tienen plural; es un error. En otras lenguas no
lo tienen; en la nuestra sí, y desde lo más remoto”.
3. “Si
los apellidos son palabras agudas, agregan la terminación: ES: de Ortiz, los
Ortices; de Muñoz, los Muñoces”.
4.
“Cuando los apellidos son compuestos, se pluraliza solo el segundo elemento: los
Montealegres, los Sotomayores, los Buendías, los Santamarías”.
5. “Si a
los apellidos va adherido un complemento, como en Ortiz de Zárate, Hurtado de
Mendoza, se forma el plural del primer nombre y se deja invariable el
complemento: los Ortices de Zárate, los Hurtados de Mendoza, los Lopes de Vega
(de Lope de Vega), los Tirsos de Molina, los Calderones de la Barca, los Ponces
de León”.
6. “Los
plurales de Moisés, Jesús, José. Los dos primeros son agudos terminados en
consonante. Según la regla general, agregan la terminación ES: los Moiseses,
los Jesuses. Otros ejemplos: Andreses (como corteses), Nicolases, Tomases,
Luises, Quiroces, etc. En cuanto al plural de José, añadámosle una ESE, y queda
convertido en Josés, igual que: fes, cafés, tés; lo mismo las letras: ces, bes,
des, ges, pes, tes, ves, yes…”
7. “Las
voces llanas y esdrújulas (las anteriores son agudas) terminadas en ESE en el
singular, no varían para el plural. Por tanto, se dice: los Ríos, como: los
brindis, los ómnibus, las tesis”.
8. “No
solamente los agudos que terminan en ESE exigen para el plural la terminación
ES, sino también todos los otros, agudos o no, terminados en cualquier
consonante; pero, si la terminación es ZETA, se cambia en c, por preceder a la
e, ejemplos: jueces, capaces, Beatrices, Ortices, actrices, Ruices, clubes,
Matusalenes, Roldanes.”
4. Don
Rufino José Cuervo
Dice
acerca del plural de los apellidos:
“Los
apellidos por ser nombres apelativos, pues se aplican a todos los individuos de
una familia, se les debe pluralizar si su estructura lo permite. Se dirá, por
ejemplo, ‘los Gavirias’, ‘los Guevaras’. Los apellidos tienen también su plural
que se ajusta a las mismas normas que las de los nombres comunes. Pero, todavía
hay quienes dicen, por ejemplo, los Quintero. En sus Apuntaciones
críticas sobre el lenguaje bogotano, decía: “[…] a nadie se le ha ocurrido
nombrar a los monarcas de las dinastías españolas de la Edad Moderna, decir los
Austria, los Borbón, es práctica de los galiparlistas innovadores, netamente
pedantesca, […]”.
“No
faltan, sin embargo, escritorzuelos pendencieros que sostienen que debe
proscribirse el plural [...].”
La
única dificultad que oponen los contradictores a las normas dichas es la de
apellidos como Rey y Reyes, en que no se sabría a cuál pertenece el plural, si
a los señores de apellido Rey o a los de apellido Reyes. Para este caso,
algunos gramáticos recomiendan decir los hermanos Rey, las familias Reyes.
5.
También los apellidos tienen sus clases
Se
dividen en tres clases: patronímicos, calificativos o personales, y solariegos.
Los apellidos más abundantes son los patronímicos y los solariegos.
6. Los
patronímicos
Patronímicos
son los que indican la filiación del sujeto, es decir, los derivados del nombre
de los padres, que pasaban como herencia a los hijos, tomando las terminaciones
vascas: az, ez, iz, oz, que significaban: ‘hijo de’: Benítez, de Benito;
Domínguez, de Domingo; Díaz, Díez, de Diego; Galíndez, de Galindo; Jiménez, de
Jimeno; Martínez, de Martín; Fernández, de Fernando; Ruíz y Rodríguez, de
Rodrigo; y muchos más.
7.
Los calificativos o personales
Son los
que proceden de un accidente, condición, oficio, cargo o cualidad:
Moreno,
Blanco, Rubio, Prieto, Delgado, Gallardo, Amador, Bueno, Valiente, Caro, Duque,
Vaquero, Zapata, Calderón
Sarmiento,
Hurtado, Navarro, Correa, Paniagua, Bravo, etc.
8. Los
solariegos
Apellidos
solariegos son los que se derivan del solar (casa, comarca o linaje) de quien
los lleva: del Valle, de la Cueva, del Río, del Castillo, del Toro, de los
Ríos, del Campo, de Guevara, etc.
La
preposición DE no forma estrictamente parte del apellido, como tampoco la
conjunción Y, entre los dos apellidos; por ello, hay libertad de usarlas o no.
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mundo
9.
Escritura de los apellidos
Se
escriben con mayúscula inicial, menos las partículas que van normalmente en
minúscula si se anteponen el nombre de pila, ejemplos: la pintura de Vincent van
Gogh. Una obra escrita por Luis de Góngora. Los poemas de León de Greiff. Pero
si se suprime el nombre, la grafía cambia, y las partículas agregadas van con
mayúsculas: la pintura de Van Gogh; una obra escrita por De Góngora; los poemas
De Greiff.
Blog:
lucilagonzalezdechaves.blogspot.com
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Comentarios:

Edgar
2020-05-25 11:01:33
2020-05-25 11:01:33
La lectura de hoy está para leer dos
veces, bien interesante. ¡Gracias Doña Lucila!