AL FIN, TODO LO RELACIONADO CON LA MAYÚSCULA
El uso de la mayúscula ha sido hasta ahora tan impreciso, que se ha
prestado a múltiples interpretaciones de manejo: subjetividades, modas,
caprichos, una muy poca doctrina gramatical.
Por fin, ahora, la Real Academia Española (RAE), con seriedad,
detenimiento, orden y claridad nos ha entregado un voluminoso y único texto: Ortografía de la lengua española. Primera edición (Colombia): abril de 2011;
743 pp. En él (páginas 441 a 517), está todo el capítulo IV, destinado, con
paciencia y sabiduría al manejo de la mayúscula.
Han sido muchas mis horas de lectura y de estudio para sintetizar, resumir y compendiar
dicho capítulo, evitando cuidadosamente que se perdieran conceptos,
explicaciones y aplicaciones.
La mayúscula y los signos diacríticos:
1. Puesto que la mayúscula y la minúscula son realizaciones de un mismo grafema (unidad
mínima e indivisible de una lengua), no hay motivo para tratar las mayúsculas
de distinta manera, en relación con la tilde o la diéresis.
2. La mayúscula no está exenta de llevar tilde cuando lo exijan las reglas
de acentuación gráfica, ejemplos: CÓRDOBA, ÁLVARO.
3. Las mayúsculas se escribirán con diéresis si así les corresponde,
ejemplos: ANTIGÜEDAD, PINGÜINO.
4. Solo las siglas escritas íntegramente en mayúscula no llevan nunca
tilde, ni siquiera cuando la letra en que recae el acento prosódico de la sigla
es la inicial de una palabra que se acentúa gráficamente en la expresión; se
escribe CIA (y no: CÍA) sigla del inglés: Central Intelligence Agency; ENAF (y
no ENÁF), sigla de: Escuela Nacional de Árbitros de Fútbol.
5. Cuando los acrónimos lexicados, es decir, los acrónimos que se
pronuncian como palabras, se incorporan al idioma como nombres comunes o
propios, deben someterse, como todas las palabras, a las reglas de acentuación
gráfica: llevarán tilde tanto si se escriben en minúscula, como si aparecen enteramente
en mayúscula: módem, MÓDEM (“aparato que convierte las señales digitales en
analógicas y viceversa”).
Funciones y usos de la mayúscula:
1. La mayúscula fue evolucionando en paralelo con el sistema de la
puntuación, y se fue perfeccionando hasta el punto de que hay usos de
mayúsculas condicionados por la puntuación, hasta llegar a marcar los límites
de los enunciados.
2. Un enunciado es una unidad comunicativa con sentido completo, independiente,
formada por una o varias palabras; se
caracteriza por pausas muy marcadas, por la mayúscula inicial de su primer
elemento y por el signo de puntuación que indica su cierre.
3. Se escriben con mayúscula inicial, exigida por la puntuación, las
siguientes palabras:
a) La primera palabra de un escrito, la que aparece después de un punto.
b) La primera palabra de un enunciado puede aparecer con minúscula inicial cuando va precedida de los puntos
suspensivos que indican que el enunciado no está completo, ejemplo: “… y los
sueños, sueños son”.
c) Si el primer elemento de un enunciado es una cifra, como es común en
títulos y en titulares de prensa, la palabra siguiente se escribe con
minúscula, ejemplos: 1.080 recetas de cocina.
27 municipios en alerta por las bombas.
d) Las siglas indicativas de los protocolos de acceso a las principales electrónicas
(http, https), y la que antecede al
nombre de un dominio en Internet (www) se escriben siempre con minúscula en las
direcciones electrónicas, ejemplo: http://www.asale.org.
e) Las palabras que sigan a los puntos suspensivos, cuando estos coinciden
con el cierre del enunciado llevan mayúscula, ejemplo: estuvieron Luis, María,
Juan… Todos preguntaron por ti. Si los puntos suspensivos no cierran el
enunciado, la palabra que sigue va con minúscula inicial, ejemplo: es un tipo
bastante… mentiroso.
Frases exclamativas e interrogativas:
En estas hay dos posibilidades:
1) Si dichas frases constituyen la totalidad del enunciado, la primera
palabra se escribe con mayúscula inicial, lo mismo que la que da comienzo al
enunciado siguiente, ejemplos: ¿A qué pueblo me dirijo? Tengo que tomar el tren
de… ¡Qué alegría! Pensé que no llegaría.
2) Si la pregunta y la exclamación forman una sola parte del enunciado,
puede ocurrir que:
--La pregunta y la exclamación inician el enunciado; en ese caso, la
primera palabra que sigue a los signos de apertura se escribe con mayúscula, y la que sigue a los
signos de cierre, con minúscula; ejemplos: ¿Qué puedo hacer hoy por ti?,
pregúntate todos los días. Cuando hay varias preguntas o exclamaciones que forman parte de un
enunciado, se separan por signos de coma o de
punto y coma, ejemplos: ¿A qué horas llegaste?, ¿te recogieron en el
aeropuerto? ¡Qué maravillosa mañana!,
¡qué sol tan resplandeciente!
--La pregunta o la exclamación no están situadas al principio del enunciado,
sino en otra parte; en este caso, la primera palabra que inicia la pregunta o
la exclamación, se escribe con minúscula, ejemplos: María, ¿puedes prender la
luz? – Pero, ¡qué escritor tan despistado! – Eres arquitecta, ¿no?
En los dos puntos:
1. Después de los dos puntos que siguen al encabezamiento o saludo de una
carta o un envío postal, un fax, un correo, hay mayúscula, ejemplos: Señor
Gómez: - Hola, María: -
2. Hay mayúscula después de los dos puntos que anuncian una cita textual,
ejemplo: El senador afirmó: “No defraudaremos a los electores”. No hay
mayúscula cuando la cita se inicia con puntos suspensivos, ejemplo: El autor
dice en su obra: “… y los sueños, sueños son”.
Versalitas:
Hasta el siglo XIX los copistas,
impresores y editores usaban la mayúscula al comienzo de cada uno de los versos
de un poema, por eso recibe el nombre de “mayúscula versal”; pero, carece de
uso en la actualidad. Solo aparece en los versos en que el autor tiene la voluntad
de utilizarla. Sin embargo, en un poema acróstico, en donde las letras
iniciales forman un nombre o una frase, deben ir con mayúscula.
Expresiones denominativas:
1. Estas se caracterizan por presentar una estructura fija y estable en la
que no pueden insertarse otros elementos, ni modificaciones, porque entonces
pasan a ser denominaciones distintas.
2. La concordancia de estas expresiones denominativas se establece con el sustantivo
que es el referente. Aunque el núcleo de la expresión denominativa sea en plural,
pero el referente es uno solo, individual, la concordancia es en singular, ejemplos:
Médicos del Mundo ha aumentado su actividad. Médicos sin Fronteras realiza grandes
actividades.
Variaciones en cuanto al sustantivo genérico:
En las expresiones denominativas, la mayúscula en el sustantivo común
genérico tiene variaciones:
1. En los nombres de entidades, organismos e instituciones, suele estar el
sustantivo genérico, que designa la clase a la que pertenece la entidad
designada, ejemplos: Academia de Bellas Artes, Departamento de Recursos
Humanos, razón por la cual, el genérico también va con mayúscula. Prueba de ello es
que la inicial del nombre genérico se incluye en la sigla correspondiente,
ejemplos: Ministerio de Educación y Cultura (MEC); Organización Mundial de la
Salud (OMS), Ministerio de Educación Nacional (MEN).
Este caso NO ocurre cuando el nombre o sustantivo común genérico es solamente
un clasificador y no hace parte del nombre ni de la sigla, ejemplos: La
organización Amnistía Internacional (OI) hizo público el documento. La
institución Centro Formativo de Antioquia (CEFA) cumplió ochenta años.
2. Si el nombre de establecimientos comerciales o de espacios culturales
está constituido por una expresión denominativa que no necesita el sustantivo o
nombre genérico, y cuando este aparece, es un mero clasificador, se emplea la
minúscula, ejemplos: Nos alojamos en el hotel Bello Horizonte. Cenamos en el restaurante Sol de la Tarde. Lo
encontré en la cafetería Ástor. En todos estos ejemplos se puede suprimir el
genérico: Nos alojamos en el Bello Horizonte. Cenamos en el Sol de la Tarde. Lo
encontré en el Ástor.
3. Cuando en el nombre completo de establecimientos, el término específico
aparece junto con el sustantivo genérico, este último puede escribirse con
minúscula, puesto que es solo un clasificador; ejemplos: hotel Nutibara; café
Asturias; teatro Lido; parque de Berrío. Se escribe minúscula – dice la RAE - pero, aclara que en
el caso de los teatros y museos, cuando se hace referencia a la
“institución cultural” que representan y NO al mero edificio donde funcionan,
se justifica plenamente la mayúscula: Museo de Antioquia, Bellas Artes.
Nombres geográficos:
En los nombres geográficos, los genéricos que preceden al término o nombre
específico, tales como: ciudad, río, mar, océano, sierra, cordillera, cabo,
golfo, estrecho, etc., son solo clasificadores (no pertenecen al nombre propio)
y se escriben con minúscula, ejemplos: la ciudad de Medellín; el río Orinoco;
el mar Rojo; el océano Índico; la sierra de los Alpes; la cordillera de los
Andes; el cabo de Buena Esperanza, etc.
Pero hay casos en que estos mismos nombres forman parte del nombre propio y
exigen la mayúscula.
Casos:
1. Cuando el genérico no indica una realidad que tenga algo que ver con el
referente, no es clasificador sino que forma parte del nombre propio, va con
mayúscula: Río de la Plata, Cabo Verde, Río de Janeiro.
2. Cuando el sustantivo genérico forma parte del nombre propio, no exige
anteponer el artículo: vive en Ciudad del Cabo, se fue a Sierra Leona.
3. En cambio es necesario el uso del artículo cuando el genérico actúa como
solo un nombre común clasificador, ejemplos: el cabo de Hornos, la sierra de
Guadarrama.
4. Cuando los accidentes geográficos se enuncian con el sustantivo genérico
común acompañado de un adjetivo derivado de un topónimo, ambos nombres van con
minúscula, ejemplos: cordillera andina (el adjetivo andino se deriva del
topónimo Andes); meseta castellana (castellana se deriva de Castilla); islas
británicas (británico se deriva del topónimo histórico Britania); península
ibérica (ibérico se deriva de Iberia); península arábiga (de Arabia); península
yucateca (de Yucatán).
Es diferente cuando se habla de mar Mediterráneo, mar Rojo, islas Canarias,
etc.; en este caso, el nombre común en minúscula va acompañado del nombre
topónimo genuino escrito con mayúscula.
Regiones naturales:
1. Sus nombres deben escribirse con mayúscula, pero no el artículo que los
antecede. Se escribe: la Amazonia (o Amazonía); la Orinoquia (u Orinoquía); la
Patagonia.
2. Las penínsulas suelen designarse de dos maneras, en estos casos se
escribe: península arábiga o península de Arabia; península yucateca o
península de Yucatán, etc.
3. Hay necesidad de la mayúscula en el término específico o nombre propio,
y no en los sustantivos y adjetivos que lo preceden, ejemplos: parque natural
de Doñana; parque natural de Puracé; reserva natural de Cabo de Cruz. Cuando se
hace referencia a la entidad que gestiona esos espacios, se escribe mayúscula:
el administrador del Parque Natural de Puracé; el de la Reserva Natural de Cabo
Cruz.
Con artículo o sin él:
1. Los nombres propios antropónimos y topónimos se caracterizan por no
necesitar el artículo para integrarse en un enunciado, ejemplos: se llama
Carlos. Nació en Medellín. Es de la familia de Guillermo.
Pero hay artículos que no son meros determinantes, sino que forman parte
del nombre específico o propio, ejemplos: El Salvador (república), La Haya
(localidad), Las Palmas (región). Esos artículos se escriben con mayúscula.
2. Hay sustantivos que para incorporarse en la expresión necesitan el artículo,
pero este no hace parte del nombre. En esos casos, el artículo se escribe con
minúscula, porque la norma es que el artículo que antecede a nombres de accidentes geográficos no lleva mayúscula,
ejemplos: el Amazonas, los Alpes, la Patagonia, la Alpujarra, el Pacífico, los Pirineos, el Cauca, el
Magdalena, etc.
3. Se escribe con minúscula el artículo que antecede a los apodos y
sobrenombres y, a veces, a los seudónimos, ejemplos: el Chato, la Faraona, el
Greco, el Chavo, el Cordobés.
4. Se escribe con minúscula el artículo que antecede a muchos nombres de países,
y a los de algunos continentes (artículo que no siempre se usa), como es el
caso de: (el) África, (el) Canadá, (la) China, (el) Ecuador, (los) Estados
Unidos, (la) India, (el) Paraguay, (el) Perú, (el) Uruguay.
5. Cuando el artículo se escribe con mayúscula por hacer parte de un nombre
propio, las CONTRACCIONES con las
preposiciones A o DE, no tendrán lugar en la escritura, ejemplos: un viaje a El
Salvador; la portada de El País; el paseo incluye a El Escorial. En el lenguaje
hablado, sí se usan las contracciones: viajó “al” Salvador…
Mayúsculas y minúsculas en nombres y denominaciones:
1. El nombre de pila, en su uso pleno, o como hipocorístico, va con mayúscula, ejemplos: José, Dolores,
Francisco, María de los Ángeles, Juan de Dios…
NOTA: Se llaman hipocorísticos los acortamientos, diminutivos o variantes
del nombre propio, usados familiarmente, ejemplos: Pepe, Pili, Quico, Pacha,
Tola, Toño, Paco, Lola.
2. Se escriben con minúscula los
términos: fulano, zutano, mengano, perengano, perencejo cuando se emplean para
aludir a individuos cuyos nombres se ignoran o no se quieren expresar, ejemplos:
a fulano lo mataron por…; a zutano porque no quiso…; a perengano porque se
adueñó de la tierra…
Pero se escribe mayúscula, solamente cuando se usan estructuras ficticias
de antropónimos, ejemplos: un Fulano de Tal; un Fulano Fernández; el Fulano de
Tal odontólogo.
Apellidos y nombres:
1. Los apellidos van co mayúscula inicial: Vélez, Gómez, Álvarez. Si llevan
preposición, o preposición y artículo, estos se escriben con minúscula: Luis de
Torres; Juana de la Rosa. Si no se usa el nombre de pila, la preposición va con
mayúscula: el señor De Torres; la escritora De la Rosa; el poeta De Greiff
(León de Greiff).
2. Si las señoras usan el apellido de su esposo, esa preposición de nexo va
con minúscula: María Soto de Álvarez. Si el apellido del esposo empieza, a su
vez, por la preposición “de”, esta se escribe con mayúscula: Inés Soto de De Torres; María de De Greiff. (No es error la repetición
de la preposición: el primer “de” es en relación con el esposo, el segundo “De”
es porque da comienzo al apellido del esposo).
La conjunción o conector entre apellidos se escribe con minúscula: Ortega y
Gasset; Ramón y Cajal; Montoya y Flórez.
3. Se escribe mayúscula inicial en los nombres precedidos de artículo en
plural, utilizados para designar a una familia o a una dinastía: los Restrepos,
la familia Restrepo, los Ortices, la familia Ortiz, los Ruices, la familia
Ruiz, los Borbones, los Borgias, la familia Kennedy.
4. Los nombres específicos que se utilizan como nombres genéricos o comunes
para designar parecidos, se escriben con minúscula, ejemplos: dicen que es una
celestina tenaz; su hermano es el mecenas; ese hombre va de quijote por la
vida; eres un vulgar casanova; se cree un adonis.
6. Los nombres propios pluriverbales (nombres compuestos) mantienen su
mayúscula en todos los términos, ejemplos: Juana de Arco; Teresa de Calcuta, María del Socorro, Teresa
de Cepeda y Ahumada. Cuando estos nombres se generalizan, y se usan como
nombres comunes, y, gramaticalmente, son una sola palabra, se escriben con
minúscula: fue un donjuán; en Navidad, abundan los papanoeles.
Apodos o alias o sobrenombres:
1. Estas tres palabras son sinónimas. Cuando se emplean, se escriben con
mayúscula: la Faraona; Roberto Gómez, el Chespirito; la Dama de Hierro, el
Cerebro Gris detrás del trono.
2. En América es frecuente poner los apodos, sin artículo y entre el nombre
de pila y el apellido; en ese caso se escriben en cursiva o con comillas: Juan
“Huracán” Díaz; Ernesto Che
Guevara, Martín “Cochise” Rodríguez o Martín Cochise Rodríguez.
3. Los sobrenombres con calificativos, que van acompañados del nombre
propio, se escriben con mayúscula inicial, y van precedidos de artículo en
minúscula: Alfonso X el Sabio; Isabel la Católica, Juana la Loca.
Seudónimos y nombres artísticos:
Usados por escritores y artistas se escriben con mayúscula inicial, pero el
artículo –si lo llevan- se escribe con minúscula: Azorín (seudónimo del escritor José Martínez Ruiz); Rubén Darío
(seudónimo del escritor y poeta Félix Rubén García Sarmiento); el Pobrecito
Hablador (seudónimo del escritor Mariano José de Lara).
Seres mitológicos o fabulosos:
Los nombres que los designan, por ser sustantivos propios, van con mayúscula: Polifemo, Pegaso,
Terpsícore, Zeus.
Los nombres comunes genéricos que designan las distintas clases de estos
seres se escriben con minúscula, tanto
en singular como en plural, ejemplos: una ninfa, un fauno, una sirena, los
cíclopes, las nereidas.
Fórmulas
de tratamiento:
Dichas fórmulas para dirigirse a una
persona, por cortesía, o en función de su cargo, dignidad, titulación académica,
van con minúscula: usted, excelencia, majestad, monseñor, licenciado, doctor.
Igual, van con minúscula los adjetivos o nombres comunes que preceden al nombre
propio, llamados, por esta razón, “antenombres”, y no hay razón lingüística
–dice la RAE - para escribirlos con mayúscula, tales como: don, doña, fray,
santo, señoría, reverenda.
Tratamientos honoríficos:
1. Para los tratamientos honoríficos a las más altas dignidades como: su
santidad, su majestad, su excelencia, se emplea generalmente minúscula inicial;
solo es obligatoria la mayúscula cuando el tratamiento no va acompañado del
nombre propio, ejemplos: la recepción a Su Santidad será el jueves. Si está
presente el nombre propio, es obligatoria la minúscula: esperamos la visita de
su santidad el papa Francisco; vino su
majestad Felipe IV.
2. La escritura con mayúscula inicial solo es obligatoria en las
abreviaturas de los tratamientos que se quedaron fosilizados en esas formas: Dra.;
Lic.; Ilmo.; Sr.; Sto.; Ud., etc.
Títulos y cargos:
1.Los sustantivos que designan títulos nobiliarios, dignidades y cargos o
empleos de cualquier rango (civiles, militares, religiosos, públicos o
privados) se escriben con minúscula, por ser nombres comunes, tanto si son de
uso genérico: rey, reina, el papa, el presidente, como si se trata de menciones referidas a una
persona concreta, ejemplos: la reina inaugurará la biblioteca; el papa visitará
la India; a la fiesta del embajador
acudió el presidente de Gobierno acompañado de la ministra de Defensa y el
general Martínez, jefe del Estado Mayor;
el presidente de Estados Unidos estuvo de visita en Cuba. El arzobispo de
Medellín ofició la ceremonia.
2. Cuando se trata del nombre del
cargo y el de la institución, se procede así: el cargo se escribe con minúscula
y el nombre de la institución, con mayúscula, ejemplos: la ministra de
Educación; la rectora del Instituto Tecnológico; la directora del periódico EL País;
el Ministerio de Educación; Escuela de Minas.
Profesiones:
Los nombres que designan profesiones son sustantivos comunes, por tanto, se
escriben con minúscula, ejemplos: no está el médico; consulte con su odontólogo;
la conferencia de la ingeniera industrial Mercedes López; el radiólogo estudia
el caso.
Gentilicios:
Designan pueblos o etnias y se escriben con minúscula: aztecas, muiscas,
maoríes, huilenses, metenses, panameños, cultura oriental, países
cristianos, costumbres japonesas.
Personajes de ficción:
Igual que los nombres de las personas reales, estos personajes se escriben con mayúscula
inicial: Aurelio Buendía, Juanita la Larga, Harry Potter, Mafalda, Caperucita
Roja, Úrsula, Aureliano Buendía, el Gato con Botas, Pinocho, Blanca Nieves,
etc.
Deidades:
1. Los nombres propios de dioses, profetas y otros seres o entes de
las religiones, se escriben con
mayúscula: Alá, Jehová, Jesús, Mahoma, el Espíritu Santo, Lucifer, Odín,
Júpiter, Minerva, Eros, Ares, Isaías, Osiris, Buda.
2. Las advocaciones y los apelativos que se les aplican, se escriben con
mayúscula: el Señor, el Creador del mundo, el Todopoderoso, la Virgen de la
Asunción, el Buda de la Luz Iluminada.
3. El sustantivo dios (“ser supremo”) se escribe con mayúscula inicial
solamente cuando se emplea como nombre propio de carácter antonomástico, para
dirigirse al ser supremo de una religión monoteísta. La palabra Dios se usa sin
artículo, ejemplos: Dios separó las aguas…; en el Islam no se puede representar
a Dios en imágenes; ¡Bendito sea Dios!; hazlo como Dios manda.
4. Se escribe dios con minúscula inicial cuando es nombre común para hacer referencia
al modo genérico; generalmente lleva artículo, ejemplos: Jehová es el nombre
hebreo del dios de los judíos y cristianos. No hay más dios que Alá. ¡Oh,
dioses, velad por ella! La diosa Atenea.
El dios Vulcano. Con minúscula se escriben: diablo, demonio.
5. Se recomienda escribir con minúscula los pronombres referidos a la
divinidad o a las personas sagradas. Los pronombres: te, tú, ti van con
minúsculas aunque se refieran al Dios de
los cristianos o a la Virgen, ejemplos: Ve con Dios, que él te guíe. Dios, a ti
encomiendo mi día.
Animales y plantas:
1. Si tienen nombre propio, llevan mayúscula inicial: Chita, Moby, Bucéfalo,
Rocinante, Pluto, y no es necesario escribirlos en cursiva o entre comillas,
como hacen algunas personas, por el hecho de que no son nombres de seres
humanos.
2. Los nombres para designar distintas especies de animales y plantas se
escriben con minúscula porque son nombres comunes: el águila real, la ballena
jorobada, el oso pardo, la encina, la palma de coco, la palma de iraca, etc.
3. Los adjetivos y sustantivos para designar razas o variedades de animales
se escriben con minúscula inicial: gato siamés, dogo, dálmata, pastor alemán.
Lo mismo ocurre con los nombres de este tipo que proceden del extranjero: un
dóberman; un collie; un bulldog, etc.
Lugares:
1. Como continentes, países, ciudades, localidades, sus nombres son propios
y se escriben con mayúscula: América, El Salvador, Buenos Aires, El Escorial,
Puerto Rico, Países Bajos. Igual, determinadas zonas geográficas: América
Latina, el Cono Sur, América Central, Europa del Este, Oriente Medio. Pero se
escribe minúscula cuando estas denominaciones no son estrictamente geográficas
sino expresiones singulares con valor colectivo; ejemplos: los países
desarrollados, los países en vías de desarrollo, el primer mundo, el tercer
mundo, la zona euro.
2. Cuando el sustantivo común es solo categorizador y no hace parte del
nombre propio, se escribe minúscula: la ciudad de Panamá, el país de Gales, la
ciudad de Medellín, el departamento de Antioquia.
3. Se escribe mayúscula en los sustantivos y adjetivos que componen denominaciones de federaciones
integradas por varios países independientes,
como: Unión Europea, Federación Rusa.
4. En el campo de la estilística,
van con mayúscula los sustantivos y adjetivos que hacen parte de denominaciones de carácter antonomástico: la
Ciudad Eterna (es Roma), el Nuevo Mundo (es América), la Santa Sede (el
Vaticano), el Viejo Continente (es Europa), la Isla del Encanto (Puerto Rico),
etc.
NOTA: Antonomasia es una figura literaria que consiste en poner el nombre
apelativo en lugar del nombre propio, o al contrario: el Apóstol (es San
Pablo); el Libertador (es Simón Bolívar).
5. Con mayúscula los lugares imaginarios creados por la fabulación (un
estilo literario), ejemplos: la Arcadia, la Atlántida, Macondo, el País de
Nunca Jamás.
6. Cuando se usa un topónimo como nombre común para designar algún parecido
o alguna característica por la que es conocida, se usa minúscula: Nueva York es
una babilonia posmoderna. Este joven vale un potosí. Estas ciudades se han
vuelto unas sodomas y gomorras.
Divisiones territoriales:
De carácter administrativo: la
mayúscula se emplea en el término específico o propio; el sustantivo genérico
va con minúscula, ejemplos: el condado de York; el departamento de Antioquia,
el estado de Tlaxcala, la provincia de Tucumán, la región del Atrato, la vereda
de Caracol, la comuna de San Javier, la diócesis de Caldas, el concejo de
Medellín.
Barrios y urbanizaciones:
1. Solo lleva mayúscula la palabra específica; el sustantivo genérico que
precede va con minúscula, ejemplos: barrio Laureles; distrito de Agualimpia;
urbanización Los Rosales.
2. Los nombres genéricos o comunes solo llevan mayúscula cuando forman
parte de nombres de asociaciones, como: Asociación de Vecinos del Barrio La
Candelaria.
Edificios y monumentos:
1. Los sustantivos y adjetivos que forman una denominación, como sedes de
entidades, instituciones, edificios, conjuntos, elementos arquitectónicos se
escriben con mayúscula, ejemplos: el Coliseo; el Partenón; la Casa de América;
la Casa Rosada; la Catedral de Santiago; la Pirámide del Sol; la Puerta de Oro.
2. Los recintos o estancias de que se compone un edificio van con
minúscula, como: el despacho de la Casa Blanca; el oratorio de la Alcaldía; la
capilla del Colegio de Señoritas; la sacristía de la Candelaria; la sala de
profesores de la Universidad de Antioquia.
3. Cuando el sustantivo “sala” designa el conjunto de magistrados o jueces,
y es parte de un órgano jurisdiccional, se escribe con mayúscula: la Sala de lo
Penal dictó sentencia.
Puertos y estaciones:
1. Se escriben con minúscula, ejemplos: llegaron al puerto de Cartagena; aterrizaron
en el aeropuerto de Barajas; el tren sale de la estación de Cisneros.
2. Cuando forman parte de nombres propios van con mayúscula: llegó a Puerto
Berrío; la Capitanía del Puerto de Buenaventura; el Departamento de Facturación
del Aeropuerto José María Córdoba.
Calles, espacios urbanos:
Los nombres genéricos que no encabezan nombres propios de calles o espacios
urbanos se escriben con minúscula. La mayúscula es para el término específico,
ejemplos: la calle de Ayacucho; la calle Maracaibo; la avenida Gaitán; la
glorieta de Don Quijote; la carrera 47; el parque de San Antonio; la Sexta
Avenida; el Central Park.
Vías de comunicación:
1. Lleva mayúscula inicial el término específico (nombre propio) pero no el
genérico (nombre o sustantivo común), ejemplos: la carretera Panamericana, la
autopista Medellín Rionegro, la vía a Bogotá.
2. Hay mayúscula inicial en los itinerarios turísticos o culturales o
comerciales, ejemplos: el Camino de Santiago; la Ruta de Don Quijote; la Ruta
de la Seda; el Camino de la Libertad; la Ruta de Bolívar.
Entidades:
1. Con mayúscula inicial
las palabras significativas del nombre completo de entidades, instituciones,
organismos, divisiones administrativas, unidades militares, compañías
teatrales, partidos políticos, grupos musicales, ejemplos: Cámara de los
Comunes, Ministerio de Sanidad y Consumo, Real Academia de Bellas Artes,
Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Farmacia, Departamento de
Recursos Humanos, Partido PRI, Médicos sin Fronteras, Asociación Colombiana
Contra el Cáncer.
2. Las denominaciones de algunas entidades, como: Cámara Alta (=Senado);
Benemérita (=Guardia Civil Española).
3. Cuando la entidad se ha nombrado con anticipación, lleva mayúscula,
ejemplo: el programa fue diseñado por el Departamento de Lingüística
Computacional. Si ha de repetirse en el texto, no se escribe el nombre completo y el genérico
debe ir con minúscula, ejemplo: este departamento fue creado hace varios años.
Nuestro departamento está altamente condicionado…
4. Un grupo de sustantivos comunes, a veces, designan entidades, organismos
o instituciones; en este caso se escribe mayúscula inicial, ejemplos: la
Administración, la Bolsa, las Cortes, el Ejército, la Hacienda Pública, la
Iglesia, son entidades que se han puesto de acuerdo para trabajar en favor de….
5. Cuando estos mismos sustantivos no designan la institución, sino que se
emplean como nombres comunes se escriben con minúscula, ejemplos: construye una
iglesia (sic); (como Iglesia es el conjunto de fieles, opinamos que lo que se
construye son los templos, pero… la RAE
puso el ejemplo); las tareas de gobierno son de mucha responsabilidad; nos
encontramos cuando salga de la universidad.
6. Van con minúscula dichos sustantivos cuando se emplean con valor
colectivo, como: la policía llegó rápidamente; el ejército no logró pasar la
frontera; casi toda la universidad participó en el festival.
Estado, gobierno:
1. Los sustantivos que designan
formas de Estado son comunes y van con minúscula; pero, se escriben con
mayúscula inicial cuando forman parte de la denominación oficial completa de un
Estado, ejemplos: Principado de Andorra; Reino de España; República Argentina;
República Islámica de Irán.
2. Los distintos poderes del Estado (ejecutivo,
legislativo y judicial) se escriben con minúscula cuando se refieren de manera
general a la facultad o poder en sí, como: el poder legislativo recae en el
Congreso. Van con mayúscula cuando se refieren específicamente a los órganos
del Estado, ejemplo: el Poder Judicial notificó su cese al magistrado.
/
Establecimientos comerciales, culturales. Marcas o nombres comerciales
registrados:
Se escriben con mayúscula: Coca Cola, Toyota, Nokia, etc.
Las denominaciones de programas y sistemas informáticos, redes sociales,
portales, buscadores de Internet, son nombres comerciales o registrados, por lo
que se escriben con mayúscula: Windows Vista: Mozilla Firefox; Facebook;
Google, etc.
Se escriben con mayúscula inicial todas las palabras significativas que
forman parte del nombre de establecimientos comerciales, culturales,
recreativos, tales como: bares, restaurantes, cafeterías, hoteles, cines,
teatros, etc. ejemplos: bar Miraflores, el Corte Inglés, restaurante La Vaca
Argentina, almacén Éxito, tienda El Botón de Oro, teatro Nuevo Apolo, hotel
Luz.
Órdenes religiosas:
Con mayúscula inicial los
sustantivos y adjetivos (palabras significativas) que constituyen el nombre de
órdenes religiosas, ejemplos: la Orden de Predicadores, la Orden de San
Agustín, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, la Compañía de Jesús.
El vocablo “orden” va con mayúscula cuando con él se refiere al nombre de
las instituciones, ejemplos: obedece a la Orden a la que ingresó. En la Orden
donde está no les es permitido recibir visitas.
Títulos:
En español se escribe solo con mayúscula inicial la primera palabra del
título del cualquier obra de creación, de cualquier naturaleza que sea: libros,
cómics, películas, cuadros, esculturas, piezas musicales, programas de radio o
televisión; el resto de las palabras, menos los nombres propios, se escriben
con minúscula, ejemplos: Cabaret, Cien
años de soledad, El estrangulador, La familia de Pascual Duarte, Mujer con
espejo, El ruido de las cosas al caer, etc.
Letra cursiva obligatoria:
En la escritura de los títulos de obras de creación, la letra cursiva
delimita su extensión, por tanto no se escriben con mayúscula todos los
elementos del título, ejemplos: Diccionario
de la lengua española, y no: Diccionario
de la Lengua Española.
Esta norma se aplica a los títulos de todas las obras publicadas, incluidas
las antiguas, ejemplos: Libro del buen
amor; Divina comedia; Crimen y castigo.
El artículo que va delante no siempre pertenece al nombre; en ese caso,
debe escribirse con minúscula y en “redonda” (no en cursiva), ejemplos: la Odisea; la María; la Vorágine; la Divina
comedia.
Cuando las obras se mencionan en forma abreviada, dicha forma debe ir antecedida
de artículo escrito con minúscula y en redonda, ejemplos: el Quijote;
la Celestina; ellos hablaron del Quijote; te refieres al Quijote; hay tantos Quijotes
como lectores del Quijote.
Cuando una obra va intercalada a otra, la principal va en cursiva y con
mayúscula y la que se intercala va en redonda y con comillas, ejemplos: Se puso
a recitar el “Prendimiento de Antonio el Camborio”, del Romancero gitano de Lorca. Octavio Paz publicó en el diario La Jornada el artículo titulado “La
recaída de los intelectuales”.
La prensa:
En los titulares de las noticias de prensa, solo se escribe con mayúscula
la primera palabra y aquellas otras que por su naturaleza la exijan, ejemplo:
Cuatro heridos en el derrumbe del Salto del Agua.
Publicaciones periódicas y colecciones:
Todas las palabras significativas que forman parte del nombre de una
publicación periódica (periódicos, revistas, boletines, etc.) o de una
colección (“serie de obras de un mismo tipo que se editan con un formato
común”), se escriben con mayúscula inicial cuando se hace referencia a ellos en
un texto, independiente de cuál sea el grafismo con el que aparezca el nombre
en la portada; ejemplos: El Comercio, El
Diario, Nueva Revista de Filología, Biblioteca Románica, El Barco de Vapor.
Los nombres de las publicaciones periódicas deben escribirse, además, en
cursiva; pero, no las colecciones que deben escribirse en redonda.
(Recordemos las diferencias que la RAE nos señala con respecto a los
libros).
Libros sagrados:
Los sustantivos y adjetivos que hacen parte del título de los libros
sagrados se escriben con mayúscula, pero no el artículo que los antecede,
ejemplos: la Biblia, el Corán, el Libro
de Mormón, el Libro de los Muertos, la Torá, las Sagradas Escrituras, etc.
(NOTA: es curioso que la Ortografía de
la lengua española en su edición de 2011 traiga los títulos de dichos
libros escritos en cursiva, tal como están transcriptos en este texto; pero al
terminar dice:
“Hay que saber, además, que los títulos de libros sagrados se escriben en
letra redonda, y no en cursiva” . p. 490) (¿Qué hacer frente a dicha
contradicción?)
Leyes y documentos oficiales e históricos:
Se escriben con mayúscula todos los
elementos significativos (sustantivos y adjetivos) que forman el título de documentos oficiales o históricos
como tratados, convenciones, acuerdos, declaraciones, etc., ejemplos: el Tratado de Versalles, la Convención de
Ginebra, la Corte de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los
derechos Humanos.
Igualmente con mayúscula los elementos significativos del título de los
textos o documentos de carácter legal o jurídico (fueros, códigos, órdenes,
leyes, decretos, etc.), ejemplos: Código
Civil, Fuero Juzgo, Acta Única Europea,
Ley 40/1998 de 9 de diciembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas y otras Normas Tributarias; Ley
para la Ordenación General del Sistema Educativo.
Sin embargo, cuando el título es demasiado largo, la mayúscula se usa solo
en el primer elemento. Se escribirán en cursiva o entre comillas para delimitar
su extensión.
Cuando los nombres muy largos se designan con una breve extensión en lugar
del texto oficial, esta se escribe con minúscula, ejemplos: ley de
extranjería; ley del divorcio, etc. (No son los nombres oficiales).
También con minúscula las expresiones que hacen referencia a algunas leyes
pero no son su título oficial: ley
electoral; ley sálica; ley del talión; ley seca.
Las constituciones, normas supremas de los Estados, a veces se citan, no
con el nombre completo, sino con el nombre genérico Constitución,
en mayúscula, la que no afecta a los especificadores que la acompañan: los
padres de la Constitución; la Constitución colombiana.
La mayúscula no se emplea en los plurales, ejemplos: las primeras
constituciones; las constituciones de los países vecinos.
Ponencias, discursos, conferencias, exposiciones:
Sus nombres se escriben usando mayúscula, solo en la primera palabra y en
aquellas otras que por su naturaleza, la exijan, ejemplos: El cambio climático
en los países en vías de desarrollo. Géneros novelísticos en la literatura del
Barroco.
Si se citan dentro de un texto, deben escribirse entre comillas para
delimitar su extensión: La exposición “Goya y el mundo moderno” recibió más de
un millón de visitantes.
Programas, planes, proyectos:
Sus nombres se escriben con mayúscula, ejemplo: Plan de Fomento de la Lectura. Si el nombre es extenso, la
mayúscula se usa en la primera palabra. Si se cita en un texto se escribe entre
comillas para delimitar su extensión.
Lemas y eslóganes:
En los lemas, consignas y eslóganes se escribe con mayúscula inicial la primera
palabra principal, ejemplo: Fija, limpia
y da esplendor (lema de la RAE). Si se citan dentro de un texto, van entre
comillas para delimitar su extensión, ejemplo: Mandela buscó la reconciliación
bajo el lema “Un equipo, un país”.
Los lemas en banderas, escudos y monedas se escriben enteramente en
mayúsculas.
Disciplinas científicas:
Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de las disciplinas
científicas y las diversas ramas del conocimiento se escriben, en general, con
minúsculas, tanto en su sentido propio como en sus derivados, ejemplos: la
física nuclear avanzó en los últimos años; la morfología es parte de la
gramática.
Se escriben con mayúscula solo en contextos académicos o curriculares
cuando designan materias regladas: es licenciada en Filosofía; se matriculó en
Arquitectura; tu cátedra es Geografía.
Asignaturas y cursos:
Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de una asignatura o
materia de estudio se escriben con mayúscula, coincida o no, con el nombre de
una ciencia o una disciplina: Lengua, Inglés, Química Orgánica, Lenguaje
Publicitario. Si el nombre es muy largo, solo se escribe mayúscula en la
primera palabra.
Los nombres de los cursos (serie de clases sobre un tema o materia
establecida por un programa) cumplirán las mismas normas. En caso de un nombre
muy largo, solo mayúscula en la primera palabra y comillas para delimitar su
extensión.
Etapas o ciclos educativos:
No hay razón para escribir mayúscula en los nombres genéricos que designan
las etapas o ciclos educativos, ejemplos: educación infantil, primaria, educación secundaria, educación superior,
licenciatura, doctorado. Cuando van acompañados de un especificador de materia,
este último se escribe con mayúscula, ejemplos: bachillerato en Humanidades, licenciatura
en Ciencias de la Salud, maestría en Administración de Empresas.
Cuando estas expresiones denominativas tienen valor de nombre propio, se
escribe mayúscula, ejemplos: están matriculados en el tercer ciclo de Educación
Primaria y Educación Secundaria. Son nombres oficiales legalmente establecidos
para cada ciclo.
Leyes, teorías y principios científicos:
Solo va con mayúscula el sustantivo propio, el que les da nombre, ejemplos:
ley de Ohm, principio de Arquímedes, teorema de Pitágoras.
Corrientes de pensamiento y escuelas:
Se escriben con minúscula por su condición de nombres comunes, incluso
cuando derivan de nombres propios, ejemplos: estructuralismo, positivismo,
platonismo, kantismo, darwinismo, etc.
Movimientos y estilos artísticos o culturales:
Van con mayúscula inicial los nombres de los grandes movimientos artísticos
y cultuales que abarcan todas o la mayor parte de las disciplinas artísticas
(arte, literatura, música, etc.) e identifican grandes períodos
histórico-cronológicos, ejemplos: el Renacimiento, el Barroco, el
Neoclasicismo, el Romanticismo; los especificadores que los acompañan se
escriben con minúscula, ejemplos: el Renacimiento francés, el Romanticismo
alemán, el Barroco tardío, etc.
Se escribirán con minúscula los nombres de movimientos, estilos o escuelas
que coinciden unos con otros en una misma época y que son propios de
disciplinas concretas, ejemplos: gótico, románico, conceptismo, culteranismo,
cubismo, dadaísmo, realismo mágico, vanguardismo, etc.
También van con minúscula los nombres
de los géneros artísticos de distintas disciplinas artísticas, porque son
solo expresiones referenciales que
designan clases o categorías, ejemplos: el cine negro, la novela
pastoril, la pintura abstracta.
Movimientos o tendencias políticas o ideológicas o religiosas:
Las palabras que los designan son nombres comunes y por ello, deben
escribirse con minúscula, ejemplos: comunismo, neoliberalismo, socialismo,
liberalismo, conservatismo. Los nombres que designan distintas religiones y
conjuntos de fieles también son sustantivos comunes y se escriben con
minúscula: budismo, catolicismo, judaísmo, cristianismo, cristiandad. También
con minúscula los conceptos o entes de dicho ámbito: misa, eucaristía, cielo,
purgatorio, codicia, caridad, esperanza, fe, parábola.
El uso de la mayúscula, en estos casos, se atiene a casos extralingüísticos
que no pueden generalizarse, porque hoy es mayoritaria y preferible la
minúscula.
Deportes. Equipos.
Torneos deportivos:
Con mayúscula todos los elementos
significativos (sustantivos y adjetivos) que forman parte del nombre, como:
equipo Atlético Nacional, Indias de Ciudad Juárez, Gimnasia y Esgrima.
Los sustantivos que designan actividades deportivas son nombres comunes y
se escriben con minúscula: ciclismo, tenis, pelota vasca, gimnasia rítmica,
natación. Se escriben con mayúscula cuando forman parte de un nombre propio, en
torneos deportivos, por ejemplo: Campeonato de Fútbol; Federación Internacional
de Tenis; Juegos Olímpicos; Campeonato Mundial de Fútbol; Copa Libertadores de
América.
Premios y condecoraciones:
Van con mayúscula las palabras significativas del nombre de premios,
distinciones o condecoraciones, ejemplos: el Premio Cervantes, los Premios
Príncipe de Asturias, la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, el Premio
Nacional de Periodismo Simón Bolívar, Premio Nobel de Literatura.
Tierra, Sol, Luna: cuerpos celestes:
Solo llevan mayúscula en contextos astronómicos, pues en ese campo son
nombres propios, ejemplos: un eclipse lunar se produce cuando la Tierra se
interpone entre el Sol y la Luna.
Fuera de contextos astronómicos, dichas palabras se escriben con minúscula,
ejemplos: hoy hay luna llena; a la luz de la luna; los desheredados de la tierra;
el sol de invierno.
Se escriben con mayúscula: Marte, Júpiter, Saturno, Mercurio, Venus, etc.
Y con minúscula denominaciones genéricas como: universo, sistema solar,
estrella polar (“polar” no es un nombre; solo designa la estrella más cercana
al polo norte celeste).
Signos del Zodíaco y puntos cardinales:
Los nombres propios de los doce signos que recorren el Sol en su curso
anual aparente, se escriben con mayúscula: Acuario, Leo, Tauro, Aries, etc., lo
mismo que sus nombres alternativos, representación iconográfica de cada signo:
Balanza por Libra, Cangrejo por Cáncer, Carnero por Aries, Escorpión por
Escorpio, Gemelos por Géminis, León por Leo, Pez por Piscis, Toro por Tauro,
Virgen por Virgo.
Cuando los nombres de los signos del Zodíaco se utilizan para llamar a las
personas bajo ese signo, se utiliza la minúscula, ejemplos: los aries son
guerreros. Evite discutir con un piscis, etc.
Las denominaciones de los cuatro
puntos cardinales (norte, sur, este y oeste) y de los puntos del horizonte (noroeste,
sudeste, etc.) son nombres comunes y por tanto se escriben con minúscula, tanto
si se emplean en términos absolutos como si designan la orientación, ejemplos:
rumbo al norte, hemisferio sur, longitud norte, el suroeste de la ciudad, el
este de Antioquia, viento del noroeste, etc.
Solo se escribe mayúscula cuando
formen parte de un nombre propio o de una expresión denominativa: América del
Norte, Corea del Sur, Europa del Este, la Cruz del Sur.
Los hemisferios y líneas imaginarias, los polos geográficos, los vientos:
Sus nombres son comunes de referente único y se escriben con minúscula:
línea del ecuador, hemisferio norte, círculo polar ártico, trópico de
Capricornio, polo norte, polo sur, paralelo 38.
Cuando se convierten en topónimos (nombres propios) de lugar, van con
mayúscula, ejemplos: el Ártico (el Polo Norte), la Antártida o Antártica (el
Polo Sur).
Los nombres de los vientos se escriben con minúscula: céfiro, levante,
monzón, poniente.
Unidades de medida:
Sus símbolos se escriben con minúscula: g=gramo; dc=decímetro; ha=hectárea.
Los que se derivan de nombres propios van con mayúscula como: W = símbolo del
vatio, por Jacobo Watt.
El símbolo del litro presenta dos formas posibles: l – L, ya que se admite
el uso de la mayúscula en los contextos en que el uso de minúscula presentaría
confusión.
Los símbolos de los prefijos para crear múltiplos de estas unidades se
escriben con mayúscula, por ejemplo: M=mega; G=giga; T=tera; excepto los que
corresponden a los prefijos: k=kilo; h=hecto, etc. que van con minúscula.
Se escriben con minúscula los símbolos de los prefijos utilizados para
formar submúltiplos, ejemplos: d=deci; c=centi; m=mili; n=nano; cl= centilitro;
dm=decímetro.
Enfermedades, medicamentos:
Las enfermedades se escriben con minúscula; solo llevarán mayúscula cuando
entran a formar parte del nombre de una institución, una organización o un
congreso, ejemplos: Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida;
Congreso de Hidrocefalia.
En los nombres de enfermedades que tienen un complemento que puede ser el
nombre de su descubridor o investigador, se mantiene la minúscula en el nombre
genérico y la mayúscula en el nombre específico, ejemplos: enfermedad de
Alzheimer; síndrome de Down. Cuando el nombre propio o específico pasa a
designar la enfermedad, se escribe minúscula, por ejemplo: ella sufre
párkinson; están investigando el alzhéimer.
Los nombres de los principios activos de las medicinas son nombres comunes
y se escriben con minúscula: paracetamol, omeprasol, ibuprofeno. Los nombres
comerciales registrados, lo mismo que las marcas, son nombres propios y se escriben con mayúscula: Prozac, Nolotil,
etc.
Días de la semana, meses, estaciones, festividades:
Sus nombres se escriben con minúscula pues son nombres comunes: lunes martes…..;
julio, enero….; verano primavera….
Solo se escriben con mayúscula cuando sean nombres de festividades,
períodos religiosos, fechas históricas, espacios urbanos, instituciones,
ejemplos: Viernes Santo, Adviento, la Semana Santa, la Pascua, el Ramadán,
Primavera de Praga, plaza del Dieciocho de Septiembre, hospital Doce de
Octubre.
Los sustantivos y adjetivos que hacen parte del nombre de festivos, sean
civiles, militares o religiosos se escriben con mayúscula, ejemplos: Navidad,
Año Nuevo, el Día de la Madre, el Día Internacional de la Mujer, la Fiesta de
la Patrona.
Períodos geológicos. Períodos prehispánicos e históricos:
Se escriben con mayúscula: el Mioceno, el Paleozoico, el Jurásico superior.
Si el nombre es un sustantivo genérico con adjetivo, se escriben con
minúscula, ejemplos: la era cenozoica, el período carbonífero.
Los sustantivos: prehistoria e historia, que designan los dos grandes períodos
cronológicos en que se divide la existencia de la humanidad, se escriben con
minúscula, ej.: La aparición de la escritura marca el paso de la prehistoria a
la historia.
Pero, los nombres de los períodos en que ellas se dividen se escriben con
mayúscula: la Edad de Piedra, la Edad de los Metales, el Paleolítico, el
Medievo, etc.
En las denominaciones de los diferentes imperios va con mayúscula la
palabra “imperio”, pero no los específicos que le sigan, ejemplos: el Imperio
romano, el Imperio maya, el Imperio bizantino. Pero si hay un adjetivo que le
antecede, este se escribe con mayúscula: el Celeste Imperio, el Bajo Imperio;
en el caso del Sacro Imperio Romano Germánico, todas las palabras se escriben
con mayúscula por ser el nombre propio de la entidad política formada por
diversos estados de Europa central.
Guerras:
En los nombres de las guerras, la mayúscula va en los componentes; el
sustantivo guerra se escribe con minúscula: la guerra de los Cien años, la
guerra de Secesión, la guerra de la Independencia, la batalla de las Termópilas,
la batalla de Ayacucho.
En el caso de los dos conflictos mundiales, el uso ha fijado la mayúscula
para todo el nombre: Primera Guerra Mundial, Segunda Guerra Mundial. Pueden
emplearse los números romanos: I Guerra Mundial, II Guerra Mundial.
Notas musicales. Lenguas. Colores:
Los nombres de las notas musicales son sustantivos comunes y se escriben
con minúscula: do, re, mi, fa, sol, la, si (sin tilde).
Por ser sustantivos comunes, los nombres de las lenguas se escriben con
minúscula: español, inglés, francés, italiano, etc.
Siguen la misma norma los nombres de los colores: rojo, gris perla, azul,
naranja, lila, etc.
Siglas. Acrónimos:
Como en otras lenguas, en la nuestra las mayúsculas se emplean también para
formar siglas, abreviaciones constituidas por las letras iniciales de las denominaciones propias fijas en el
ámbito científico, administrativo, etc., ejemplos: FMI (Fondo Monetario
Internacional, y como es sigla, se lee: efe-eme-i). ADN (ácido desoxirribonucleico,
se lee: a-de-ene).
Las siglas que no son pronunciables como palabras y tienen que leerse deletreando sus componentes, deben
mantener su escritura en mayúsculas, ejemplos: FBI; DDT.
En cambio, las siglas que se leen como se escriben, como: OTAN; UNESCO;
IVA, se llaman acrónimos porque se lexican (se vuelven palabras) y designan
nombres propios, ejemplos: Unasur, Mercosur, Unesco, Unicef, (con mayúscula
inicial).
Otros no son nombres propios sino comunes y se escriben con minúscula,
tales como: uci, ovni, radar, láser, etc.
Hoy, se ha ampliado el campo al uso combinado de mayúsculas y minúsculas en
la formación de siglas y acrónimos: mayúscula inicial en los componentes
significativos y minúscula en las letras no iniciales y en los conectores gramaticales
(preposiciones y conjunciones), ejemplos: DGTel (Dirección General de Telecomunicación); JpD (Jueces
para la Democracia); UNMdP (Universidad Nacional de Mar del Plata); UdelaR
(Universidad de la República), UdeA (Universidad de Antioquia).
Este lenguaje de mayúsculas y minúsculas es admisible en la escritura de
siglas y acrónimos, pero no en el léxico general donde no se permite la
presencia de mayúsculas intercaladas, y donde estas no pueden mezclarse con la
minúscula.
En textos de la naturaleza que sea, lo normal ahora es emplear como letra
base la minúscula, y usar la mayúscula solo en los casos que señalan las normas.
Las mayúsculas favorecen la visibilidad en textos cortos, lo que conviene
en ciertos contextos comunicativos como: inscripciones, carteles, letreros,
paneles informativos, títulos etc.
Así, por razones prácticas y estéticas, pueden escribirse enteramente con
mayúscula palabras, frases, e incluso textos completos.
Enteramente con mayúscula:
Suelen escribirse enteramente con mayúscula:
1. Las palabras o frases de las portadas o cubiertas de los libros y
documentos, tanto impresos como electrónicos, así como los títulos de cada una
de sus divisiones internas (partes, capítulos, escenas, etc.).
2. Las cabeceras de diarios y revistas:
CLARÍN. Pero, hoy existen cabeceras que presentan la mayúscula solo en la
inicial de las palabras significativas, y cada vez con mayor frecuencia,
ejemplos: La Voz de Galicia; la Nueva España.
3. Las inscripciones de lápidas, monumentos o placas conmemorativas.
4. Los lemas y leyendas de banderas, estandartes, escudos, monedas.
5. Los textos de los carteles de avisos o de las pancartas, por ejemplo: NO
UTILIZAR EN CASO DE INCENDIO.
6. En textos de carácter informativo, enteramente con mayúscula las frases
que expresan el contenido fundamental del escrito, por ejemplo:
Por motivo de higiene, SE PROHÍBE DEPOSITAR BASURAS AQUÍ.
7. Términos como: aviso, nota, advertencia, posdata, etc., cuando van
introduciendo los textos correspondientes, ejemplos: AVISO: El pago de recibos
solo se hace los viernes.
8. En textos jurídicos y administrativos como decretos, sentencias, bandos,
edictos, certificados o estancias, los verbos que expresan la finalidad del
escrito van con mayúscula, para favorecer su rápida lectura, ejemplos:
CERTIFICA, EXPONE, SOLICITA, CONSIDERANDO.
9. La mayúscula que ocasionalmente aparece en algunos sustantivos como:
humildad, naturaleza, historia no puede justificarse desde el punto de vista
normativo o lingüístico; pertenece a la llamada mayúscula de relevancia.