jueves, 31 de octubre de 2019

VOCABULARIO ALTERNATIVO EN TECNOLOGÍA


Vocabulario alternativo en tecnología. Conceptos

Autor: Lucila González de Chaves
31 octubre de 2019 - 12:06 AM

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, dice que enseñar un idioma es algo más que enseñar vocabulario; es enseñar las raíces de nuestra identidad.

Medellín
1. Algoritmo

Es un vocablo que designa un conjunto ‘ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema’ o, en términos relacionados con la informática: conjunto de instrucciones para llevar a cabo una tarea dentro de un programa informático. En su etimología se relaciona con los sustantivos guarismo (‘cada uno de los signos o cifras arábigas que expresan una cantidad’) y algoritmia, ‘ciencia del cálculo aritmético y algebraico; teoría de los números’.

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2. Algoritmo y logaritmo

Por su parecido fonético, se confunden en algunos casos. Un logaritmo es el ‘exponente a que es necesario elevar una cantidad positiva para que resulte un número determinado’, mientras que un algoritmo, es la secuencia de operaciones que soluciona un problema.

3. Software y hardware

La voz inglesa software se emplea, en informática, con el sentido de ‘conjunto de programas y reglas para ejecutar ciertas tareas en una computadora u ordenador’hardware, designa el ‘conjunto de los componentes que integran la parte material de una computadora u ordenador’.
Estos términos, hardware y software, deben escribirse en letra cursiva por ser extranjerismos crudos (extranjerismos no aceptados por la RAE) cuya grafía es ajena al sistema gráfico-fonológico del español.
Ambos sustantivos tienen valor colectivo, de modo que deben usarse en singular: «software hospitalarios integrados»; «…equipos emprendedores que deseen desarrollar software, hardware o contenido digital».4. Alternativas válidas
Para expresar de manera más precisa lo que se quiere decir con algoritmo, es posible emplear términos como: instrucciones, código, programa o actualización.
Como alternativas a software son adecuadas, según el Diccionario panhispánico de dudas, expresiones españolas como: programas o aplicaciones; o bien, en contextos muy especializados: soporte lógico (en oposición al soporte físico).
Igual, hardware puede sustituirse por equivalentes en español como: equipo, componente o soporte físico (en oposición al soporte lógico, que son los programas). (DRE)

5. Conceptos para reflexionar:

a) “El uso de determinadas estructuras gramaticales y léxicas nos da información sobre la situación afectiva de la persona”.

b) Dice Cristina Soriano: “construimos una representación de la realidad, simplemente por lo que los demás sienten y nos hacen sentir”.

c) Laura Alba-Juez: “Los lingüistas creemos que la inteligencia emocional tiene que ver con la capacidad pragmática y de expresión de los hablantes”.

d) Elena Hernández: “Los medios debieran llamar a las cosas por su nombre en nuestra lengua, y no emplear tanto extranjerismo”. Destaca, además, la importancia de contextualizar emocionalmente: “A veces, las palabras no sirven para que seamos bien entendidos o interpretados; de ahí que se hayan creado los emoticonos”.

e) “No creo que la inteligencia artificial plantee nuevos retos; trae de nuevo los del pasado, posiblemente amplificados. Es verdad que puede crear noticias falsas e influir en elecciones, pero la manipulación de masas ya existía antes de la Inteligencia Artificial y era muy efectiva”.
f) María Pérez, investigadora posdoctoral en Inteligencia Artificial: “El término "inteligencia artificial" es inadecuado, y crea expectativas que no son ciertas. No es artificial, sino natural (la hacen ingenieros)”.

g) Hay que dar aspecto humano a las máquinas: «Esto puede influir en nuestra confianza hacia ese robot, que puede ayudarnos, pero también manipularnos (sobre todo a los niños)».

h) jscarizares se pregunta si tenemos el deber ético de impedir la llamada «singularidad», la existencia de máquinas capaces de aprender, razonar, tomar decisiones por sí mismas, evolucionar... y que escapen a nuestro control.

i) “Vivimos una aceleración tecnológica y debemos usar nuestra capacidad de previsión; plantearnos escenarios posibles antes de que lleguen (utopías o distopías); no podemos ir siempre detrás de los problemas, una vez que aparecen”.

j) “La Inteligencia Artificial mejor financiada está siendo usada para "cazar" gente, localizar a personas que no quieren ser localizadas. Esto, en un mundo en el que las migraciones tienen mucho protagonismo, es un grave problema ético”. (Internet).

6. Utilización banal de las palabras

En el Instituto Cervantes de Madrid, al presentar el anuario El español en el mundo 2019, Carmen Calvo, ha advertido contra la «utilización banal de las palabras» y sobre el deterioro del lenguaje, el instrumento que nos humaniza. Una situación en la que «las redes no ayudan nada».
Escribes cualquier tontería y solo esperas un “me gusta” aunque acabes de soltar la barbaridad más grande».
«Tendríamos que reflexionar sobre lo que significan las palabras cuando las lanzamos»…. ,«cuando hablamos sin esperar respuesta y esa respuesta no significa nada a lo que has dicho».
El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, dice que enseñar un idioma es algo más que enseñar vocabularioes enseñar las raíces de nuestra identidad.

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Realza la función del Instituto Cervantes frente «al totalitarismo, la negación de la diversidad», que es la representación del español como un idioma de identidades abiertas, «de firme convencimiento de los valores democráticos».

lunes, 21 de octubre de 2019

TRES GRANDES OBRAS LITERARIAS COLOMBIANAS

Tres novelas colombianas, joyas literarias indiscutibles

Autor: Lucila González de Chaves
20 octubre de 2019 - 10:08 PM

Es hora de comprobar también que la novela tuvo en el siglo XX la preeminencia en el continente americano, por su individualidad, su riqueza temática y su formidable arrogancia

Medellín
1. Los años de la asfixia
Esta novela representa veinte años de paciente labor intelectual del escritor costeño, José Stevenson (1932 – 2013): dibujante de publicidad en Nueva York; profesor de Historia del Arte en la U. Jorge Tadeo Lozano; de diseño artístico en la U. Nacional, y de poesía contemporánea y literatura medieval en la Gran Colombia. Los años de la asfixia recoge episodios de su vida de estudiante en Bogotá; se desarrolla en la década de 1950 a 1960 en la zona urbana, y su atractivo no es la historia en sí, sino la forma de narrarla, la habilidad con que el autor evoca los personajes, presenta el ambiente y refleja las situaciones. Esta obra sirve de escape y compensación a esa vida gris, o negra, de los “años de la asfixia” de nuestra república.
La vida del colombiano ha sufrido profundas transformaciones y dolorosas experiencias. Esta novela es un testimonio de uno de esos hechos: la muerte de un gran número de estudiantes ocurrida en 1953. El ambiente es esencialmente inquietante, inestable, en peligro. Realidades oscuras, contradictorias, expresadas en forma desconcertante (diálogos intercalados en la narración que no sabemos a quiénes pertenecen, saltos hacia atrás, encuentro del primero y el último capítulos, como si fuera una novela circular.
No hay mensajes claros, el lector debe penetrar en un laberinto sugestivo, insinuante. Como casi en toda novela de mediados del siglo XX, en esta obra está incompleta la presentación de los personajes y del escenario, por tanto, el lector debe completar idiosincrasias y espacios. De este libro están ausentes las fábulas, los dogmas, los espejismos cargados de artimañas, los trucos…
No hay frases espectaculares, ni filosóficas; tampoco decisiones fundamentales; pero sí, mucha riqueza de expresión. Es esa trama apasionante y apasionada que es la vida del estudiante.

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Toda la obra es el testimonio de una época desastrosa de nuestra historia política. Hay un circuito que se abre y se cierra en esos años oscuros, trágicos, asfixiantes.
Es literatura asumida en el terreno de los hechos, no en el de las abstracciones; amasada con llantos, gritos, tiroteos, muerte, desolación…; vidas de estudiantes, que por el solo hecho de serlo constituían un desafío. Es como si la mala conciencia de gobernantes y su desprecio y persecución a la juventud, obligaran a esta a extremar su denuncia, su inconformismo, a levantar un registro de los males que, en esa década, aquejaban a los colombianos.
Leamos con horror:
“Contra las paredes de los edificios, unos sobre otros, amontonados como un nudo humano, vimos en el extremo de la calle, los cuerpos abandonados e impregnados de aquel hálito siniestro, moribundos, aún tibios, con los entresijos palpitantes, bajo los estallidos y estruendos que ahogaban los estertores. Llorábamos. El llanto, todo el llanto del mundo, no lavaría jamás esa sangre. Tirados en el suelo, apenas a unos cincuenta metros de distancia, veíamos las siluetas de soldados armados, apuntando, difusos en el humo espeso…... “Corrimos, resbalamos, saltamos por encima de más de un cadáver. …. Se caía, se paraba, se volvía a caer, se reptaba sobre el vientre, miserablemente, en busca de una salida, entre palos, trozos, banderas, trapos sucios y pedazos de ladrillo. Avanzamos, cara al suelo…; habríamos jurado que ese día no había existido el cielo. ¡Santo Dios! ¿Qué era el tiempo en ese instante?, ¿en ese momento? Mirábamos en los ojos de los demás nuestra propia impotencia (…).”
“Después de esto ya no duele la muerte, parecía que nos lo decían todos los despojos en ensordecido, en alocado aullido, con ojos desmesuradamente abiertos, fija la pupila, crispados de pavor, paralizados por el terror, o acaso, eran un gesto ya sin vida”.
“Retumbó la segunda descarga: queríamos escondernos, ocultarnos detrás de nosotros mismos; llovieron las esquirlas, giró el espacio, giró el mareo. ¿Dónde estaban los puntos cardinales? No había dirección, cada dirección conllevaba una elección: del caos, de la rabiosa mordedura, del remolino que quebrantaba los huesos, de ese continuo rotar vertiginoso de espejos que multiplicaban y aceleraban la turbamulta al garete. ¡Que no puede ser!, no puede ser, no lo creíamos, pero lo sentíamos, en la calle, en la humareda: donde el humo gris se mezclaba de una manera etérea y delicada con el humo azul, con la niebla, con el alarido […]”. (pp. 46- 47).
Es un nuevo estilo de novelar. Es hora de comprobar también que la novela tuvo en el siglo XX la preeminencia en el continente americano, por su individualidad, su riqueza temática y su formidable arrogancia.

 2. La rebelión de las ratas:

Esta novela obtuvo el premio “Selecciones en Lengua Española, 1962”, otorgado por la editorial Plaza y Janes de Barcelona, al escritor Fernando Soto Aparicio (1933 – 2016).
La rebelión de las ratas es la disolución de un hogar desarraigado, el de Rudecindo Cristancho, quien abandona el campo, y va con su familia a Timbalí para trabajar en la Empresa Carbonífera, en donde cree conseguir dinero y bienestar.
Pero, Rudecindo ignora que son los obreros quienes lo pierden todo frente a la técnica y la civilizaciónSon ellos los que dejan de ser humanos y se convierten en una ficha, en un número, y el hambre y la miseria rondan a sus seres queridos.
Rudecindo fracasa al no ganar lo suficiente para calmar el hambre, y debe trabajar en circunstancias infrahumanas. Además, las desgracias morales penetran a su tugurio. Su hija de quince años es seducida por el tradicional “don Juan”, que en este pueblo de extranjeros explotadores, se llama “El Diablo”.
Su hijo de doce años, alienta en su pecho los más negros sentimientos de venganza, al ser testigo, diariamente, de las desgracias económicas y morales de su humilde familia.
La esposa de Rudecindo muere de hambre y de falta de recursos contra la enfermedad que la acosa; y él, el esposo, pierde su propia vida en la revolución de los mineros que piden pan, justicia y mejores salarios. Los hechos suceden entre el 10 y el 29 de febrero, y los acontecimientos de cada día conforman los capítulos, separados entre sí por la fecha de cada suceso.
El autor no omite ningún detalle al presentar la miseria y el único refugio que les queda a estas pobres “ratas”: el alcohol, frente a las desgracias que les acarrea la falta de sensibilidad social de los patronos, que no quieren ver las angustias de sus trabajadores.
Esta novela es un “Yo acuso” de muchas circunstancias en las que se encuentra gran parte del pueblo colombiano. Gentes humildes, atraídas por las propagandas y las promesas, dejan sus campos, la paz de sus modestas viviendas, y se van, confiados, a las ciudades en donde van a carecer de abrigo, de pan, de protección; a vagar por las calles expuestos a la droga, a la prostitución y a todo tipo de corrupción.
Otros llegan, y deslumbrados por las poderosas empresas, entregan su esfuerzo, su vigor, su vida, su familia, por un menguado salario, y acaban como Rudecindo y los suyos, desprotegidos de todo alivio económico, social, moral y sin ningún soporte para su salud.

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 3. El otoño del patriarca

Uno de los aspectos más significativos en esta extensa obra de Gabriel García Márquez (1927 – 2014) es la importancia que dada a la mujer: todo gira a su alrededor; nada se mueve sin su influencia. En El otoño del Patriarca, el octogenario dictador, que ha vivido más tiempo del que cualquiera pueda recordar (más de doscientos años), y que representa todas las dictaduras de América Latina, es cruel, absoluto y déspota. Su consejera y confidente es su madre Bendición Alvarado. En la obra la figura del padre no existe, por eso su único punto de referencia es su madre; es con ella con quien el tirano siempre encabeza su soliloquio confesional: le interesa que ella lo comprenda, lo justifique, lo absuelva: el dictador arrastra su “Edipo” a lo largo de toda la novela. Luego está la ex monja, Leticia Nazareno, que se convierte en su esposa, quien le enseña modales de comportamiento, lo pule, lo refina. Con ella tiene un hijo a quien educan como a un príncipe.
Paralelo al tema de la carencia de padre, está el de la exaltación del machismo, que dentro de ese mundo amoral, aparece como valor único y supremo, encarnado en la figura del tirano. Lo que más lo hace feliz es su “apetito bárbaro de mandar”, su necesidad de ser obedecido y de poseer el mando siempre, inclusive, para canonizar santos por decreto. Cuando pregunta qué horas son, sus gentes le contestan: “las que usted ordene mi general” (p. 92).
La escritora colombiana Laura Restrepo opina: “Uno de los mayores logros de esta novela consiste en que esta historia prosaica de un anciano, incluye dentro de sí, y refleja la historia de América Latina. Hay un momento clave que abre toda la dimensión histórica: presenta, simultáneamente, en el mar del puerto, el acorazado de los infantes de marina norteamericanos, y las carabelas de Cristóbal Colón. Esta escena, lograda mediante la utilización del tiempo que podríamos llamar “sincretismo temporal”: superposición de diferentes tiempos y momentos históricos, ubica a la novela y todo su acontecer dentro de un contexto histórico preciso: el de la dependencia, sintetizada aquí en dos de su momentos determinantes, la conquista española y la dominación norteamericana. ….. es la historia del coloniaje y de sus diversas manifestaciones (…)”.
El dictador se derrumba y frente a la ocupación del país por los marinos extranjeros y la venta del mar a un país extraño, desesperado, pide con angustia: ¡Llévense todo, pero déjenme el mar!
Y…. ¡se le llevan el mar! Solo queda la desolación representada en los cuervos, las vacas y las inmundicias que se apoderan de su palacio; todo esto lo contempla con estupor la multitud, que penetra en el palacio en ruinas y encuentra muerto al dictador.
Es una parodia grotesca de una realidad, que García Márquez golpea, mediante la ironía trágica y el humor negro. Se ha dicho que el Patriarca solo es un fetiche, pero su existencia real la confirman sus masacres, sus venganzas y crímenes, sus mentiras oficiales, la tergiversación colectiva de un pueblo mil veces engañado. El tirano miente siempre para mantenerse en el poder.
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domingo, 20 de octubre de 2019

DOCE DE OCTUBRE


                                          

                                          NUESTRO DÍA DE LA RAZA


                                                                  Lucila González de Chaves
                                                                   lugore55@gmail.com


Rememoremos un poco: En la mañana del 12 de octubre de 1492 se había descubierto un  nuevo mundo. Este hecho partió en dos la historia de América.

Si es verdad que fueron heroicos los conquistadores en su lucha por dominar las regiones ásperas y malsanas de América, no lo fueron menos los aborígenes que resistieron, con indomable energía, el avance de los hombres blancos.

Si España nos trajo  la religión, las costumbres y la lengua, y con ella la gran verdad humana del Quijote, la cumbre poética y espiritual de San Juan de Cruz y de Santa Teresa, la astucia de la Celestina, el dolor de amar hecho soneto en Garcilaso de la Vega, también nuestro pueblo americano dio claras muestras ante el conquistador, de la fuerza moral interior que lo definía y engrandecía; de la suma de sus sentimientos por la tierra y por el legado de sus mayores; de la valentía, integridad y dignidad que lo sostuvieron en los combates y que, indefenso, entregó frente a la muerte.

Mucho antes de la llegada de Colón, cuando los europeos ignoraban la existencia de estas tierras, América era una raza que ya conocía el respeto, la dignidad, el acatamiento a la autoridad, cuando en su estructura gubernamental el indio no se atrevía a mirar a la cara a sus caciques. Una raza que se comportaba de acuerdo con sus tres leyes más importantes: no matar, no hurtar, no mentir, y aplicaba castigos especiales y severos a los cobardes.

Una raza vibrante, altiva, fuerte y apasionada que reunía sus energías en torno a lo grande y podía, al decir del poeta nicaragüense, Rubén Darío, “presentar en su diestra el acero de la guerra o el olivo de la paz”. Un indio que nos da su última lección: morir por defender su tierra. Y allí, en los combates, herido de muerte, cierra los ojos, pero abre para nosotros el orgullo de ser americanos.

Al conmemorar el Día de la Raza, o como dicen otros: El encuentro de dos mundos, concentremos voluntades para que nuestros auténticos valores se hagan ofrenda ante la Patria y podamos alcanzar la certidumbre de vivir en paz; una realidad que todos buscamos anhelosamente.

viernes, 18 de octubre de 2019

NUEVOS TERMINOS EN EL ÁMBITO DE EXPRESIONES DE GÉNERO


Guía de conceptos para hablar de diversidad





17 octubre de 2019 - 12:05 AM

Es una guía de conceptos, muchos de ellos aún no aceptados por la RAE, pero sí recomendados por la Felgtb para hablar sobre la diversidad



Javier Castro Bugarín y Alberto Domingo, de la Agencia EFE, han elaborado un Diccionario Lgbt.

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Esta es una guía de conceptos, muchos de ellos aún no aceptados por la RAE, pero sí recomendados por la Felgtb para hablar sobre la diversidad:
– Agénero: Persona sin género y que no se identifica con ninguno.
– Asexual: Persona que no se siente atraída sexualmente por ningún otro sexo.
– Bifobia: Aversión a la sexualidad o a las personas bisexuales, o a quienes lo parecen o defienden.
– Binarismo de género: Hace referencia a las formas tradicionales, llamadas también binarias, de género: hombre y mujer.
 Bisexual: Orientación sexual de quienes sienten atracción romántica, afectiva o sexual por más de un género, sea el suyo propio o diferente.
 Cisgénero: Persona cuyo género coincide con su sexo biológico asignado al nacer.
– Cisheteropatriarcado: Referente a la organización social en la que solo prevalece el criterio del hombre y siempre que sea heterosexual y cisgénero.
 Cisheteronormatividad: Conjunto de creencias e ideas asimiladas a lo heterosexual y cisgénero, cuyo arraigo produce un tipo de opresión sobre estos colectivos.
 Demisexualidad: Persona que solo se siente atraída por aquellas personas con las que previamente ha establecido vínculos emocionales.
– Disforia de género: Término médico que describe la discrepancia de una persona con el sexo/género asignado al nacer.
– Drag king: Mujer que se viste y maquilla como hombre, con intenciones cómicas, satíricas o dramáticas para actuar en espectáculos.
– Drag queen: Hombre que se viste y maquilla de mujer, con intenciones cómicas, satíricas o dramáticas para actuar en espectáculos.
– Expresión de género: Representación física del género, que puede o no coincidir con la identidad de género.
 Gay: Hombre que siente atracción sexual y afectiva por otros hombres.
– Género: Conjunto de características de origen cultural relativas a patrones de comportamiento y de identidad sobre la base de las cuales se establece socialmente la distinción entre hombres y mujeres.
– Género fluido: Persona que no se identifica con una única identidad de género, sino que va fluyendo entre ellas.
– Género no binario o genderqueer: Término que engloba a todas aquellas identidades de género que van más allá de hombre o mujer; también llamada cisnormatividad.
 Heterosexual: Persona que siente atracción sexual y afectiva por personas del otro sexo.
– Homoparentalidad (homomaternidad-homopaternidad): Relación existente entre dos madres lesbianas o dos padres gais y sus hijos e hijas, derivada de la relación jurídica que comporta la filiación.
– Homosexual: Persona que se siente atraída por el mismo sexo.
– Homofobia: Aversión a la homosexualidad o a las personas homosexuales, o a quienes lo parecen o las defienden.
– Identidad de género: Hace referencia a la percepción que un sujeto tiene sobre su propio género, sin tener en cuenta cuál es su sexo biológico.
– Intersexual: Que presenta características físicas de ambos sexos, masculino y femenino.
– Lesbiana: Mujer que siente atracción sexual y afectiva por otras mujeres.
 Lesbofobia: Aversión al lesbianismo o a las mujeres lesbianas, o a quienes lo parecen o las defienden.
– Lgtbiq+: Siglas de los términos: lesbiana, gay, trans, bisexual, intersexual y queer, a las que se añade el signo + para aludir al resto de diversidades sexuales y de género.
– Orientación sexual: Se refiere a la atracción afectiva y sexual que las personas sienten por otras. En virtud de la orientación podemos hablar de heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, asexualidad, pansexualidad, demisexualidad…
– Pangénero: una persona que se identifica con todos los géneros simultáneamente.
– Pansexual: Persona que se siente atraída por todos los sexos y géneros.
– Queer: Persona que no es heterosexual o cisgénero. Rechaza ser clasificada por sus prácticas sexuales o su género, para no limitar su experiencia como persona.
– Serofobia: Discriminación basada en el miedo irracional hacia las personas que tienen VIH.
– Sexo de asignación: Es el que se asigna a las personas al nacer por la mera observación de sus genitales y en virtud del cual se le quiere presuponer una identidad de género.
 Transgénero: Persona cuyo género no coincide con su sexo biológico asignado al nacer, con independencia de que se someta a tratamiento alguno.
– Transexual: Persona que se ha sometido a un tratamiento hormonal o a una cirugía de reasimilación de sexo para obtener la apariencia física del sexo opuesto.

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– Transfobia: Aversión a las realidades trans o a las personas trans (transexuales, transgéneros, travestis), o a quienes lo parecen o las defienden.
– Travestido/a: Persona que disfruta adquiriendo, de forma eventual, la apariencia física del sexo opuesto.