lunes, 25 de mayo de 2020

QUÉ SABEMOS DE NUESTROS APELLIDOS

 


¿Qué sabemos sobre nuestros apellidos?

25 mayo de 2020 - 12:12 AM


1. Apellidos
 “Son los nombres de familia con que se distinguen las personas.” “Apellido es también sobrenombre o mote”. “El nombre propio marca la individualidad; el apellido, las relaciones sociales”. (RAE).

2. “Conombre”
Decía Elio Antonio de Nebrija: “Conombre es aquel que se pone después del nombre propio i es común a todos los de aquella familia, i llámase propia mente entre nos otros el apellido”.
Apellidar, viene del latín, idioma en el que significa: “clamar repetidamente; dar un nombre; invocar”. Luego, ha venido significando: nombrar, llamar, bautizar, tildar, apodar. De ese verbo se deriva el participio: apellido
Los apellidos nacen de la necesidad de identificar no solo a la persona, sino también su pertenencia a una familia, lugar, etc. No siempre se consiguen ambas cosas, pues unas veces dan origen a los apellidos las circunstancias o cualidades físicas puramente personales, por ejemplo: Rojo, Blanco, Pardo, Delgado, Calvo, Moreno, Rubio, Valiente, Rico, etc. Otras veces son nombres de lugares: Toledo, Córdoba, Granada, etc. Otras, el origen es patronímico como los apellidos terminados en EZ, un sufijo que se atribuye a influencia ibérica.
Acerca de estos, la RAE advierte que la preposición DE, que antiguamente se les anteponía, solo denotaba origen, procedencia, pero nunca nobleza. Hoy es un gran error anteponer DE a los patronímicos y decir, por ejemplo: Tomás de Martínez, Juan de Fernández, Jerónimo de González.
Otras veces se convierte en apellido un sustantivo común sin que denote procedencia: Casas, Callejas, Pastor, Rey, etc.
Hubo hace muchos años la costumbre de dar terminación femenina a los apellidos que se referían a una mujer: Calderona era la madre del segundo don Juan de Austria, y en el Quijote hay ejemplos como: las Cervantas; la Cabella (hermana del señor Cabello), Francisca Ricota esposa de Ricote, Antonia Quijana hermana del hidalgo Alonso Quijano. Y existió el caso contrario de masculinización de apellidos de terminación femenina, como Pantojo en lugar de Pantoja, Mendozo en lugar de Mendoza.

3. El filólogo Ragucci

Ya en el año l947, el sacerdote salesiano y filólogo Rodolfo M. Ragucci decía en algunas de su “Gazaperas” que el procedimiento para formar los apellidos patronímicos es el siguiente:
1. “Si el nombre del padre termina en o, esta vocal se sustituye por EZ: de Pero (Pedro), Pérez; de Álvaro, Álvarez; de Marco, Márquez; de Gonzalo, González. Si el nombre del padre termina en la sílaba YO, esta se sustituye por EZ: de Pelayo, Peláez. Si acaba en consonante, se le agrega el mismo sufijo EZ: de Iván, Ibáñez; de Laín, Laínez”.
2. “Se oye decir que los apellidos no tienen plural; es un error. En otras lenguas no lo tienen; en la nuestra sí, y desde lo más remoto”.
3. “Si los apellidos son palabras agudas, agregan la terminación: ES: de Ortiz, los Ortices; de Muñoz, los Muñoces”.
4. “Cuando los apellidos son compuestos, se pluraliza solo el segundo elemento: los Montealegres, los Sotomayores, los Buendías, los Santamarías”.
5. “Si a los apellidos va adherido un complemento, como en Ortiz de Zárate, Hurtado de Mendoza, se forma el plural del primer nombre y se deja invariable el complemento: los Ortices de Zárate, los Hurtados de Mendoza, los Lopes de Vega (de Lope de Vega), los Tirsos de Molina, los Calderones de la Barca, los Ponces de León”.
6. “Los plurales de Moisés, Jesús, José. Los dos primeros son agudos terminados en consonante. Según la regla general, agregan la terminación ES: los Moiseses, los Jesuses. Otros ejemplos: Andreses (como corteses), Nicolases, Tomases, Luises, Quiroces, etc. En cuanto al plural de José, añadámosle una ESE, y queda convertido en Josés, igual que: fes, cafés, tés; lo mismo las letras: ces, bes, des, ges, pes, tes, ves, yes…”
7. “Las voces llanas y esdrújulas (las anteriores son agudas) terminadas en ESE en el singular, no varían para el plural. Por tanto, se dice: los Ríos, como: los brindis, los ómnibus, las tesis”.
8. “No solamente los agudos que terminan en ESE exigen para el plural la terminación ES, sino también todos los otros, agudos o no, terminados en cualquier consonante; pero, si la terminación es ZETA, se cambia en c, por preceder a la e, ejemplos: jueces, capaces, Beatrices, Ortices, actrices, Ruices, clubes, Matusalenes, Roldanes.”

4. Don Rufino José Cuervo
Dice acerca del plural de los apellidos:
“Los apellidos por ser nombres apelativos, pues se aplican a todos los individuos de una familia, se les debe pluralizar si su estructura lo permite. Se dirá, por ejemplo, ‘los Gavirias’, ‘los Guevaras’. Los apellidos tienen también su plural que se ajusta a las mismas normas que las de los nombres comunes. Pero, todavía hay quienes dicen, por ejemplo, los Quintero. En sus Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano, decía: “[…] a nadie se le ha ocurrido nombrar a los monarcas de las dinastías españolas de la Edad Moderna, decir los Austria, los Borbón, es práctica de los galiparlistas innovadores, netamente pedantesca, […]”.
“No faltan, sin embargo, escritorzuelos pendencieros que sostienen que debe proscribirse el plural [...].”
 La única dificultad que oponen los contradictores a las normas dichas es la de apellidos como Rey y Reyes, en que no se sabría a cuál pertenece el plural, si a los señores de apellido Rey o a los de apellido Reyes. Para este caso, algunos gramáticos recomiendan decir los hermanos Rey, las familias Reyes.

5. También los apellidos tienen sus clases
Se dividen en tres clases: patronímicos, calificativos o personales, y solariegos. Los apellidos más abundantes son los patronímicos y los solariegos.

6. Los patronímicos
Patronímicos son los que indican la filiación del sujeto, es decir, los derivados del nombre de los padres, que pasaban como herencia a los hijos, tomando las terminaciones vascas: az, ez, iz, oz, que significaban: ‘hijo de’: Benítez, de Benito; Domínguez, de Domingo; Díaz, Díez, de Diego; Galíndez, de Galindo; Jiménez, de Jimeno; Martínez, de Martín; Fernández, de Fernando; Ruíz y Rodríguez, de Rodrigo; y muchos más.

 7. Los calificativos o personales
Son los que proceden de un accidente, condición, oficio, cargo o cualidad:
Moreno, Blanco, Rubio, Prieto, Delgado, Gallardo, Amador, Bueno, Valiente, Caro, Duque, Vaquero, Zapata, Calderón
Sarmiento, Hurtado, Navarro, Correa, Paniagua, Bravo, etc.

8. Los solariegos

Apellidos solariegos son los que se derivan del solar (casa, comarca o linaje) de quien los lleva: del Valle, de la Cueva, del Río, del Castillo, del Toro, de los Ríos, del Campo, de Guevara, etc.
La preposición DE no forma estrictamente parte del apellido, como tampoco la conjunción Y, entre los dos apellidos; por ello, hay libertad de usarlas o no.

9. Escritura de los apellidos
Se escriben con mayúscula inicial, menos las partículas que van normalmente en minúscula si se anteponen el nombre de pila, ejemplos: la pintura de Vincent van Gogh. Una obra escrita por Luis de Góngora. Los poemas de León de Greiff. Pero si se suprime el nombre, la grafía cambia, y las partículas agregadas van con mayúsculas: la pintura de Van Gogh; una obra escrita por De Góngora; los poemas De Greiff.
Blog: lucilagonzalezdechaves.blogspot.com

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Edgar
Edgar
2020-05-25 11:01:33
La lectura de hoy está para leer dos veces, bien interesante. ¡Gracias Doña Lucila!

sábado, 23 de mayo de 2020

LEER ES ACOMPAÑARNOS Y FORTALECERNOS





Leer… Es acompañarnos y fortalecernos



21 mayo de 2020 - 12:06 AM

La maestra Lucila González de Chaves recomienda tres autores con alto valor espiritual, para leer en tiempo de confinamiento



1.- Thomas Merton

“¡Dios, inspírame en cada hora de este día lo que diré, y concédeme la sabiduría de un corazón amante para que pueda decir lo que sea justo de una manera justa! Ayúdame a entrar en la mente de todos los que me rodean y hazme percibir los sentimientos de cada uno de ellos. Dame rápida apreciación de las pequeñas bondades para que pueda estar dispuesto a concederlas para paliar el dolor, y agradecido al recibirlas. Haz que me dé cuenta rápidamente de los sentimientos y necesidades de los demás, y da a mi corazón el anhelo de ayudarlos”.
……
“La ansiedad es una señal de inseguridad espiritual, un fruto de preguntas sin respuesta”.
……
“El don del amor es un don de la fuerza y de la capacidad de amar. Dar amor con pleno efecto es también recibirlo. El amor sólo puede conservarse dando, y sólo puede dársele perfectamente cuando también se recibe”.
“Sólo el hombre que ha tenido que enfrentarse a la desesperación está realmente convencido de que necesita misericordia. Es mejor encontrar a Dios en el umbral de la desesperación, que arriesgar la vida en una complacencia que nunca ha sentido la necesidad del perdón. La vida sin problemas puede ser más sin esperanzas que aquella que siempre está al borde de la desesperación”.
“Nada se vuelve tan fácilmente `non-santo` como el sufrimiento”.
…………..
“¿Qué sucede cuando se entra en el sufrimiento con una fe grande en dicho sufrimiento, y luego se descubre que el sufrimiento lo destruye a uno?”.  “[…] Cuando una persona sufre, su soledad es absoluta”.
……
“La espantosa alharaca que a veces hacemos por las pequeñas tribulaciones inevitables de la vida, le roba a éstas su fruto… y las hace inútiles… Lo único decente es el silencio”.
Para enfrentarte al sufrimiento en paz: Sufre sin imponer a otros una teoría del sufrimiento, sin urdir una nueva filosofía de la vida con tu dolor, sin proclamarte mártir, sin referir el precio de tu valor, sin desdeñar la simpatía y sin buscar mucho esta última”.
……….
“La agitación es la acción inútil y mal encaminada del cuerpo. Expresa la confusión interior de un alma sin paz. La agitación es fruto de la tensión de un espíritu que volublemente torna de un estímulo a otro y trata de reaccionar al mismo tiempo ante muchos atractivos diferentes”. Mientras más complejas son las pasiones de un hombre, más compleja será su agitación”. “No existe intimidad verdadera entre almas que no saben cómo respetar la soledad mutua”.
…..
“El que más posee en el orden del espíritu es el que menos ama en el orden de la carne”.
…..
“¿Qué es la verdad? La verdad en las cosas es su realidad. En el entendimiento es la conformidad del conocimiento con la cosa conocida. En las palabras es la conformidad de lo expresado con lo que se piensa. En la conducta es la conformidad de los actos con lo que se debe ser”.
(Obra: Los hombres no son islas)

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2.- Jean Marie de Buck
”Hay respuestas para todo lo que se quiere, en teoría. La vida y la muerte hallan respuestas prefabricadas, que no pueden llamarse falsas porque son incapaces de consolar de veras, de alcanzar las regiones agitadas en las que precisamente se debate el problema de la vida y el problema de la muerte”.
“Los seres que son suficientemente capaces de encontrar en su propia intimidad los verdaderos motivos de obrar, deben buscarlos solos. Es largo, es peligroso, es también tremendamente penoso, pero para ellos, la felicidad se obtiene a este precio. Está en ese lento descubrimiento, en esa aproximación a las realidades que cada uno, sólo logra sospechar a través de separaciones, de encuentros brutales, de repeticiones…”.
……
“La soledad para algunos es ley de su mismo crecimiento, norma que instintivamente adoptan y siguen con el instinto de la luz que sospechan y que tienen la seguridad de encontrar al final del camino. La felicidad […] para esos seres excepcionales, está hecha de soledad heroica y de silencio”.
(Obra: El silencio de un adolescente)  

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3. - Pièrre Teilhard de Chardin
“La flor que yo sostenía se ha marchitado en mis manos… El muro se ha levantado delante de mí, a la vuelta del sendero… La maleza ha surgido entre los árboles del bosque que yo creía interminable… Ha llegado la prueba… Y yo no he estado definitivamente triste… Al contrario, una alegría insospechada y gloriosa ha hecho irrupción en mi alma… porque, en esa quiebra de los soportes inmediatos que yo había dado arriesgadamente a mi vida, he experimentado, de una manera única que no descansaba más que en Tu Consistencia”.
(Obra: Himno del Universo).

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Edgar
Edgar
2020-05-21 11:50:01
Precioso regalo todo lo de hoy, gracias Doña Lucila.

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viernes, 1 de mayo de 2020

PARÁMETROS DE LA LECTURA CRÍTICA

Los imprescindibles parámetros en la competencia lectora

Autor: Lucila González de Chaves
1 mayo de 2020 - 12:06 AM

La lectura nos libera de la mediocridad, de la tristeza, de la maledicencia; nutre el corazón, enriquece la mente y eleva el espíritu. El libro nos ayuda a SER, para luego, poder decir y hacer.

Medellín
Leer es: amar, conocer, conseguir,
 correr, disfrutar, imaginar, llorar,
 recordar, reír, sufrir, tocar, ver,
 viajar, vivir, volar. (Anónimo)


1. Ideas antes que palabras
Al leer, las ideas son las que guían, no las palabras en sí. Tampoco se utiliza la misma técnica ni la misma rapidez en todos los textos. Es necesario saber a qué género pertenece el texto por leer, las estructuras de dicho género y – de ser posible - las formas de pensar del autor; solo así se logra una evaluación crítica del texto leído y del autor, sin desfigurarlos con nuestros prejuicios.
Comprensión lectora es, fundamentalmente, leer pendientes de las ideas que hay detrás de las palabras; reconocer e interpretar el pensamiento que expone el autor; opinar, interrogar, completar, aprobar, etc. como si el autor fuera un interlocutor presente. Así, fácilmente, se conoce el significado del texto, se sacan conclusiones y se dan opiniones acertadas. Esta es la lectura activa, o lectura crítica.
En esta actitud participativa al leer, podemos preguntarnos: ¿Son lógicos, coherentes, imparciales los razonamientos del autor? ¿Utiliza argumentos de autoridad para retener al lector y para apoyar sus ideas? ¿Sus argumentos desvían la atención del asunto central? ¿Están claras y ordenadas las ideas y argumentaciones?

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2. El hábito de “devolverse” en la lectura
Hay quienes se devuelven en la lectura; otros, se ayudan vocalizando. Estar pendientes de las ideas del autor impide fomentar dichos vicios.
Cuando se lee despaciosamente; hay mayor número de fijaciones; es decir, los ojos se detienen un mayor número de veces sobre cada renglón del texto; esta circunstancia reduce, a veces, el campo visual. Los ojos se detienen solo para captar las palabras y los signos; el espacio donde se ubican dichos signos y palabras se llama campo visual.
La destreza en la lectura evita que los ojos se detengan ante cada palabra para percibirla; una detención ocular o fijación cubre un grupo de palabras determinadas por el campo visual de cada persona. Si ese campo es amplio, se leerán muchas palabras en cada fijación y su velocidad será mayor. Un renglón debe tener un máximo de tres fijaciones. Si se está atento a lo que el cerebro recoge en cada fijación no habrá necesidad de “devolverse” al leer.

3. La variedad en las lecturas desarrolla la competencia lectora
Algunas clases:
Fácil: es lectura de artículos, propagandas, revistas, noticias, etc.
Normal: lectura para textos más elaborados: cuentos, novelas, algunos temas relacionados con la profesión.
Atenta: lectura de materias poco conocidas: libros sobre las profesiones; textos con puntos de vista diferentes a los nuestros.
Lenta: para disfrutar el lenguaje literario, el “placer del texto”, como dicen los franceses, e igualmente necesaria en la investigación y en el aprendizaje.
De control: comparar puntos de vista sobre un mismo tema, tanto si se lee para investigar, como si se efectúa la lectura crítica.
Relectura: si se necesita encontrar el fondo de un planteamiento, el razonamiento de un autor, si se está aprendiendo, si se reflexiona sobre un texto que ha ‘tocado’ el estado de ánimo, la sensibilidad; si se tiene el propósito de realizar lectura crítica.
No existe una técnica única para leer novelas, poesía, diccionarios, obras científicas, tratados de informática, libros de filosofía, etc. Y, es muy importante tener clara la intención que nos guía al leer.
En el ejercicio de leer, el llamado desnatado (literalmente: quitar la nata) es la técnica de sacar rápidamente lo esencial de un escrito, sin leer el texto en su totalidad; es la llamada ‘lectura de pesquisa’. Hay que estar atentos a la idea para no distraerse con otras y perder la información.

4. ¿Por qué releer?
a) Porque se encuentran palabras desconocidas; b) El texto es difícil por su estilo confuso; c) Querer confirmar si se leyó bien; d) Porque el lector se “pierde” al leer.
La primera razón indica que se tiene pobreza de vocabulario. Es imprescindible usar el diccionario. Hay que ampliar el conocimiento semántico, sin él, habrá gran impedimento para la lectura crítica.
Cada vocablo tiene su valor propio en el texto; puede ser significado de base o significado contextual, el primer significado se encuentra en diccionarios; el segundo, solo lo da el contenido del texto. Son, asimismo, parámetros muy importantes en la lectura: la connotación, la monosemia, la polisemia, la sutileza de los sinónimos, las imágenes literarias, la selección y colocación de los adjetivos, etc.
“La psicología de la lectura” señala que: cada área del conocimiento, según su dificultad, y según la edad del lector y su disposición interna, necesita de un determinado número de repeticiones lectoras. Pero, “devolverse” en la lectura para confirmar que ella se realizó de manera correcta, es señal de que se tiene el mal hábito de la ‘regresión’, el que hay que combatir a toda costa.
‘Perderse’ en la lectura es tener el pensamiento puesto en cosas diferentes; la mente está divagando; hay que elegir entre el texto y la divagación, si se quiere combatir el mal hábito de la regresión.

5. Algunas exigencias para el bien leer
-Evitar leer cuando se está tensionado; no leer con luz deficiente o excesiva, ni por prolongadas sesiones; evitar los reflejos del papel blanco muy brillante y los libros con impresión defectuosa o muy pequeña.
-Practicar el llamado centramiento que es hacer pausas regulares en la lectura, cambiar la posición del cuerpo, respirar lentamente, cuestionarse sobre lo leído, elaborar opiniones… y tener la voluntad de continuar atentamente la lectura, cualquiera que ella sea.

6. Estrategias lectoras
Se leen física o virtualmente: cuentos; textos de estudio, poesía, novelas, diccionarios, periódicos, revistas, informes, ensayos y otros más; como consecuencia, existen: lectura crítica, de estudio, de información, de análisis, lectura por placer, etc.
Una buena estrategia es la lectura activa que consiste en leer pendiente de la idea, pues la percepción de toda lectura debe ser atenta, precisa y rápida. Las competencias o habilidades de pensar, analizar, comparar, deducir, interpretar, discurrir, acercan mucho más al contenido del texto.

7. Tipología de la lectura
Es la que determina las estrategias lectoras, y estas exigen diversos grados de velocidad. No se lee siempre con la misma rapidez; esta es inversamente proporcional a la dificultad del texto: a mayor dificultad, menor velocidad.
Es decisivo tener en cuenta el párrafo; él es una unidad de pensamiento, independiente, y la ejercitación en su manejo ayuda a fortalecer la competencia o habilidad de reconocer que la excepción son los párrafos que tienen más de una idea principal, o los que no son referentes, por ser párrafos explicativos o de transición.
La idea central es categórica, no reúne expresiones de duda, no tiene rodeos; es general porque es la que más contenido abarca, no se detiene en detalles; es corta por no tener rodeos ni palabras vacías ni minucias, lo que es característico de frases o ideas secundarias o de sustentación.
La competencia o habilidad para encontrar en el párrafo el referente y su relación lógica con las demás ideas, es el fundamento de la comprensión lectora y la génesis de la lectura crítica; esta, solo puede realizarse con acierto si se comprende el referente principal de la lectura, si se ejercitan las habilidades de deducir e identificar, de juzgar equilibradamente, de ser imparcial, de encontrar la verdad expresada en el texto; solo así, es posible una lectura crítica.

8. Las primeras lecturas y sus procesos
Con los niños se realiza mucha lectura oral (en voz alta), necesaria para educar la voz y familiarizarse con los sonidos para poder entenderlos. En general, toda persona, debe “oírse” porque solo así aprende a corregir la forma de leer y a manejar la voz.
La lectura mental es la finalización de la secuencia en el aprender a leer; en ella se suprime la representación sonora porque ya el cerebro conoce suficientemente las palabras y está en condiciones de realizar la lectura activa. Es necesario dejar de estar pendientes de las palabras porque se entorpece la agilidad mental para captar las ideas y las relaciones entre ellas. Estar pendientes solamente de las palabras, es poner una barrera al desarrollo de la competencia lectora y anular el desarrollo de la necesaria lectura crítica.

9. Acercamiento a los textos
Hay un sinfín de posibilidades de acercamiento a un texto, pero ellas dependen del interés, preparación intelectual, competencia lectora e ideología de cada persona.
La actitud negativa para enfrentar una lectura de investigación, de estudio, de placer, etc., es ya una barrera para darse cuenta de lo nuevo que hay en el mundo expresado en los libros, para captar las diferentes maneras de percibir las cosas, para adquirir el derecho a opinar de manera diferente.
Hay que eliminar toda actitud psicológica de rechazo ante una posibilidad de lectura, bien sea ella un deleite, una urgencia de aprender, una ejercitación de análisis y crítica, una necesidad de estar informado, etc.

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10. El beneficio de compartir la lectura
Las lecturas de carácter informativo o explicativo o de estudio como las obras científicas, filosóficas, ensayísticas, deben ser compartidas en forma objetiva.
Las obras literarias y artísticas están en el campo de lo subjetivo, pues al trasmitirlas o compartirlas se involucran la intención del autor y la del lector, mediante la expresión de sentimientos, emociones, estados interiores.
El compartir o trasmitir adecuadamente lo leído pone a prueba las competencias de: capacidad de síntesis, agudeza de comprensión, sensibilidad y percepción para distinguir lo esencial de lo complementario; además, de enriquecer la experiencia y los conocimientos dados por otras lecturas.
No es fácil el ejercicio de leer y, menos aún, desarrollar y fortalecer la competencia de lectura crítica.

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Comentarios:

Edgar
Edgar
2020-05-01 11:01:25
Pero qué cosa sublime , emocionante y placentero es el hecho de leer. Obviamente leo lo que me gusta, todos los días. Y va uno adquiriendo un formidable vocabulario.Y éste artículo debería ser para que los profesores y maestros nuestros tomaran nota atenta. Es deplorable la cantidad de estudiantes que entran a la universidad sin saber "leer", no alcanzan a distinguir la idea principal en un simple párrafo. Gracias Doña Lucila.