lunes, 7 de septiembre de 2015

HEMOS OÍDO Y LEÍDO ( 1 )





Pensar antes de escribir


1.  “Conferencias, conciertos… hacen parte de la Feria del Libro Universidad de Antioquia, que este año llega a su versión 27”.

El vocablo “versión” no puede usarse en este caso; su significado no expresa la idea. Debió escribirse: “… llega a su vigésima séptima edición”; o, “... a su edición 27”. Edición tiene que (sin tilde) ver con sucesión de veces. Versión se emplea en el campo de las traducciones.



2.  Este tercer y final capítulo de la novela…. Le sirve al autor….”

El  ordinal  “tercero” solo se apocopa (tercer) delante de sustantivos masculinos en singular: tercer niño; tercer grado;  tercer libro  (los terceros grados escolares). En la cita,  “tercer” está delante de un conector o conjunción (y); no cabe apocoparlo. Lo correcto es: Este tercero y final capítulo de la novela….


3.  “Abundan los parques y las ciclorutas – son ecológicamente sostenibles-“.

Última disposición de la RAE: No existen en el abecedario español las letras: “erre” y “ere”, (como antes), solo una: la “r” (y se pronuncia “erre”); tiene  sonido fuerte al principio de palabra: recibir, rumba; Ramón,  y cuando va entre vocales, (se escribe “rr”, para lograr ese sonido); ejemplos: carro, carrera, correr, discurrir.
Tiene un sonido suave (se representa con “r”), cuando va entre vocales: curación, coraje.
Cuando se juntan dos palabras: la primera terminada en vocal y la segunda que empieza por “r”; para lograr el sonido fuerte, debe escribirse: “rr”, es el caso de: CICLORRUTAS, autorreflexión, irresponsable.


4.  “Me había prometido a mí mismo no mezclarme en la contienda electoral…”

Son  frecuentes  las expresiones coloquiales: me dije a mí misma, se miró a sí mismo, “me había prometido a mí mismo”, que dan refuerzo emocional a la idea pero que no le agregan contenido; por eso, la doctrina gramatical las considera “pleonasmos”. Son tolerables en el lenguaje oral,  que casi siempre está cargado de emocionalidad, pero no deben emplearse en el lenguaje escrito.


5.  Posesionamiento del nuevo Ministro de Defensa” (Pie de foto)

“Posesionamiento” no existe; debió escribirse “posesión”. Pero como está de moda entre periodistas, locutores y ejecutivos jóvenes, inventarles alargamientos a las palabras para sentirse exclusivos, el acto de “posesión” del ministro (se escribe con minúscula el cargo) de Defensa no quedaría muy brillante empleando una palabra cortica. Existe  “posicionamiento”  (con: S – C) que es otra idea: tomar posición. Posición no es lo mismo que posesión. El remedio: ¡Diccionarios!
Se escriben con mayúscula: Ministerio de Defensa, Alcaldía de Medellín, Gobernación de Antioquia. Con minúscula los cargos: el ministro, el alcalde, el gobernador, el papa, el jefe…


6.  “Conociendo el temperamento de quien fuera activista del Moir en el Alma Máter, donde dejó….”

 “La forma adecuada de escribir esta locución latina es “la alma mater”, en femenino, sin  tilde y en letra cursiva, según explicaciones de la Real Academia Española.
En el uso de los artículos, la norma de cambiar LA por EL ante palabras femeninas que comienzan con A  tónica, solo afecta a los sustantivos y no a los adjetivos, ejemplos: el aula espaciosa, el ama de casa abnegada.
En la locución latina citada, “alma” es, ahí, un adjetivo y significa: “que alimenta, que nutre”, tal como indican los diccionarios de latín. “Alma-ánima”, en latín, no significa “mente, espíritu”; este concepto se explica con la palabra “animus”.
Uno de los ejemplos incorrectos que da la RAE es:
 “Custo Dalmau, el alma máter de la firma Custo Barcelona, tiene muy claro que…”.
Lo apropiado habría sido utilizar el artículola”  en redonda, y la locución latina “alma mater” sin tilde y en cursiva, de acuerdo con las normas de la Ortografía de la lengua española:  “ laalma materde la firma Custo Barcelona…”
El Diccionario panhispánico de dudas circunscribe el significado de esta locución a su sentido etimológico de ‘madre nutricia’ —metáfora de la universidad que nutre de conocimientos - y desaconseja explícitamente emplearla para referirse a la ‘persona que da vida o impulso a algo’. “Se recomienda sustituir la alma mater simplemente por el sustantivo “alma(y entonces sí irá precedido del artículo el): “……, Custo Dalmau, el alma de la firma Custo Barcelona,…”.


7. “En el nordeste del departamento fueron asesinados la ama de casa… de 46 años y su hijo…”


Errado empleo del artículo femenino LA, frente a sustantivos femeninos  que empiezan con A acentuada (no necesariamente con tilde). Esos sustantivos exigen el artículo masculino, pero retoman el  femenino que les corresponde, cuando  se usan en plural, ejemplos: el ama de casa, las amas de casa; el águila, las águilas.


8. “… un repartidor con antecedentes de vinculación extremista, permanecía detenido con su esposa y su hermana”.


detenido con su esposa y su hermana. ¿La hermana de quién, de su esposa o de él? Es la dificultad de usar el posesivo SU  porque casi siempre da  ambigüedad a la frase. Lo correcto: Detenido con su esposa y la hermana de esta; o, detenido con su esposa y la hermana de él.


9. “Las águilas vuelan estáticas al sol” (un escritor-poeta)

La poesía tiene, clásicamente, muchas licencias que la embellecen; pero, no  faltas de lógica: “vuelan estáticas” (“estática:  que permanece en un mismo sitio, sin mudanza en él”); no estamos hablando de la ciencia llamada con este nombre, sino del adjetivo “estáticas” que con tanto ardor empleó el poeta aquella noche.


10. “LHC en el texto corresponde a un tipo de palabras llamadas: A. adjetivos, B. adverbios, C. acrónimos, D. artificios.”

No es acrónimo, es una sigla, y se lee: ele- hache- ce.
Abreviar el lenguaje es hoy un fenómeno muy común.
Conceptos del experto del Instituto Caro y Cuervo, Gutemberg Bohórquez C.:
ABREVIATURA: Es la escritura abreviada de una palabra y se lee como si  no lo estuviera: Sr. (“señor”); vol. (“volumen”); etc. (“etcétera”).
A veces, la abreviatura se forma de la primera letra y de las últimas: Admón. (“administración); Gral. (“General”). Otras veces, basta con la primera letra: l (“litro”); m (“metro”).

SIGLA: Es la escritura   de las iniciales  de una denominación. Una sigla no podrá pronunciarse como una palabra porque no lo permite,  hay que deletrearla: Empresa Municipal de Teléfonos, su sigla: EMT – se lee: e- eme- te.  Automóvil Club de Colombia, su sigla ACC –se lee: a- ce- ce.

ACRÓNIMO: Es una palabra formada por letras o sílabas iniciales; se pronuncia como cualquier vocablo y no se deletrea; ejemplos: CEFA (Centro Educacional Femenino de Antioquia); IVA (Impuesto de Valor Agregado).
Algunas veces, la sigla se deja lexicar y puede pronunciarse como palabra; se ha convertido en un acrónimo.
(Fuente: libro Funcionalidad del Idioma. Lucila González de Chaves, p.157)