TEATRO INDIO PRECOLOMBINO
Lucila
González de Chaves
El teatro precolombino (antes de la llegada
de Cristóbal Colón) es un teatro que “aspira a señalar, a su manera, algunos
aspectos de la vida”. Otras veces se vuelve a la naturaleza, o dirige su mirada
hacia los dioses.
El desconocimiento del pasado precolombino
contribuye a negar la cultura de los indios. Sin embargo, entre todos esos
pueblos de América está el Imperio de los Incas, que se plasma gracias al
arrojo de sus gobernantes y a la organización que dan a sus guerreros y a su
sistema de gobierno. El Inca, jefe civil y militar era, además, la suprema
autoridad religiosa de aquella monarquía teocrática.
Su literatura nos lleva a comprender la serie
de inquietudes, sentimientos e ideas que animaron a estos pueblos, que se
desenvolvieron entre la disciplina, el amor y la ternura. En el teatro indio
precolombino, se destaca:
OLLANTAY
Un drama que se ha discutido profusa y
apasionadamente en su autenticidad. Ha sido traducido a distintos idiomas:
inglés, francés, alemán, italiano.
Ollantay es un guerrero famoso del Antisuyo
(territorio del sur), que tiene amores con Estrella de la alegría, hija del
emperador Pachacutec; son amores proscritos, porque Ollantay no tiene sangre
real. Cuando pide la mano de la princesa, el poderoso Inca le contesta
iracundo, recordándole su origen. Molesto y humillado, el guerrero se va a sus
posesiones de Ollantaytambo; desde allí dirige las fuerzas y organiza a los
guerreros para enfrentarse al Inca. El emperador Ordena a “Ojo de Piedra” que
organice una ofensiva contra el rebelde guerrero. Como no puede vencerlo por la
fuerza, se ingenia para simular que el Inca lo desprecia. Ollantay, noble y
magnánimo, lo recibe; pero, en las fiestas del Sol, “Ojo de Piedra” lo traiciona,
lo hace prisionero y lo lleva al Cuzco.
Entre tanto, Estrella, que ha tenido una
hija, ha sido encerrada por su padre en
la Casa de las Vírgenes del Sol. La hija, Bella, ignora quién es su madre, pero
compadece a Estrella por la forma en que vive. La Madre Roca, la superiora de
la Casa de las Vírgenes, quiere que Bella se consagre también como vestal, pero
la joven ama la libertad. Todo esto ocurre cuando muere el emperador y le
sucede su hijo Tupac-Yupanqui.
Cuando llegan los prisioneros al Cuzco, los
recibe el nuevo Inca; éste ignora que su hermana está cautiva desde hace diez
años. Tupac-Yupanqui perdona la vida a Ollantay y a Estrella. Se presenta Bella
y pide clemencia, van todos y comprueban que la prisionera sí es Estrella. El
Inca propicia su unión con Ollantay y
Bella se siente feliz al lado de sus padres.
PERSONAJES
DE OLLANTAY
La Madre Roca: superiora de las
Vírgenes escogidas; cumple con su ministerio e interviene para que Bella, la
hija de Ollantay, forme parte de la comunidad.
Salla: es la compañera de
Bella. Siente una gran simpatía por su amiga, la que se trasmuta en compasión.
Ella propicia la visita de la joven Bella a donde se encuentra la madre de
ésta.
Anahuarqui, la reina esposa de Pachacutec.
Aparece en una sola escena, pero es una figura inolvidable. Descubre los amores
de su hija con Ollantay, comprende, y se los oculta al Inca. Deja en el lector
la sensación de una gran ternura maternal.
El astrólogo, un gran sacerdote.
Es el guardián de la tradición, y aconseja a Ollantay que abandone sus
prevenciones, ya que pueden causarle serios contratiempos. Actúa como sumo
sacerdote de un poder teocrático, cuyo máximo representante es el Inca.
“Ojo de Piedra” (Ruminahui). Muestra
claramente su adhesión al monarca y su valentía. Al rebelarse Ollantay, el Inca
le da la misión de ir a combatirlo. En el desfiladero de Ollantaytambo, este personaje
aparece maltrecho después de su derrota. Como conoce la valentía y las
posibilidades guerreras de Ollantay, ensaya la traición para vencerlo. Es así
como Ollantay y sus fieles guerreros caen prisioneros.
Pachacutec. Fue un inca
coronado en 1349. Es un rey de gran capacidad intelectual. Se conservan sus
máximas y se comentan sus leyes, pero se sabe que su severidad propició
crueldades. La primera aparición en el drama, lo muestra tierno con su hija. Al
avanzar la obra, se descubre el contraste: fue él quien la sometió a un
horrible encierro. En la escena IX se da la noticia de la muerte de este rey
Inca.
Tupac-Yupanqui. Aparece en la obra como
hijo del gran Pachacutec. A su valentía unía una gran bondad y sentido de la
diplomacia. En la décima escena aparece recibiendo los saludos de su
proclamación. Perdona a Ollantay, y lo
nombra Gran Jefe, y su representante personal en la región del Antisuyo. Se
conmueve, también, ante la suerte de su hermana, y propicia su matrimonio con
Ollantay.
Estrella (“Cusi Coyllur”).
Hija de Pachacutec y Anahuarqui. Es poca su intervención en la obra, pero es el
motivo de todo el drama, a causa de su amor por Ollantay. Es una mujer
profundamente enamorada, que lucha contra las imposibilidades del ambiente. Su
figura de víctima de las circunstancias, redimida al final, da a la obra un
toque de lirismo.
Bella (“Ima Sumac”), es
una adolescente inquieta. Ignora su origen y detesta el género de vida a que la
han destinado. Le molestan las viejas de rostro severo, y siente miedo. Aparece
en la escena VIII, cuando su amiga Salla quiere convencerla de las ventajas de
vestir el hábito de las Vírgenes del Sol.
Pie Ligero (Piqui Chaqui), es
el personaje gracioso del drama. Hay ambigüedad en su comportamiento porque no
se muestra ni como traidor a su amo, ni como el tipo de criado fiel. Es
desconfiado y supersticioso, y confidente de las inquietudes amorosas de
Ollantay; además, una especie de mensajero.
Ollantay. Está profundamente
enamorado, con un amor capaz de saltar por encima de todos los
convencionalismos y de todos los obstáculos. Se siente como el guerrero que se
ha sacrificado por su patria y tiene derechos adquiridos. En la obra es muy
importante el monólogo en que lamenta sus desdichas, después de que Pachacutec
le ha negado la mano de su hija Estrella.
Dice: “… ¡Oh Princesa mía! ¡Oh paloma mía!
¡Oh Cuzco, la bella ciudad! Desde hoy seré tu enemigo implacable. Abriré tu
seno para arrancarte el corazón y arrojarlo a los buitres. ¡Ya verá tu cruel
rey! Reuniré a miles de mis andícolas […]. Cuando el fuego enrojezca el cielo,
y tú duermas sobre tu lecho ensangrentado, tu rey perecerá contigo. […] cuando lo ahogue entre mis brazos,
veremos si todavía me dice ´no eres digno de mi hija, no la poseerás nunca!´…”.
(p. 239).
Ollantay proclama su amor y prepara su
venganza. Pero, cuando el nuevo emperador le perdona la vida, se muestra
humilde y agradecido, y al reconocer a Estrella, exclama:
“Estrella de mi dicha, ¿cómo he podido
perderte tanto tiempo? Mas hoy te encuentro viva para volver a ser mi compañera
hasta la muerte. Muramos ambos, si es preciso; no me dejes solo en el mundo, yo
no podría vivir sin ti. Mi corazón sucumbiría en la soledad […]”. (p. 280)
Ollantay es fiel y heroico hasta el
sacrificio. Es sincero siempre; por eso, su figura se destaca en este drama.
…….
La obra Ollantay
tiene tres YARAVÍES.
(Yaraví es una composición lírica. Pequeño
poema consagrado especialmente a los pesares de un amor desgraciado. Poesía
que, a pesar de su sencillez, produce una profunda emoción. Es un dulce
cantar).
El primer yaraví es la historia de una
avecilla que muere picando los granos de maíz.
El segundo yaraví es el de la paloma
enamorada, que pierde al compañero.
El tercero es la descripción de una bella
mujer que al final queda petrificada.
Los tres cantares subrayan el estado de ánimo
de los protagonistas. Dicen los críticos que estos yaravíes “no solamente
afirman lo que está pasando en el subconsciente de ambos (Estrella y Ollantay),
sino que saturan la obra de una atmósfera de presagios y temores”.
Referencia
bibliográfica:
CID, José y Dolores Marti de Cid. Teatro de Siempre. España, ed. Aguilar. 1964)
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