PARÁMETROS
EVALUATIVOS EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE DEL IDIOMA
Lucila González de Chaves
(Conferencia dictada a rectores y profesores en Bogotá, Usaquén, Zipaquirá y Facatativá;
en Barranquilla y Cali).
La
evaluación debe ser una actividad asistemática y continua, y estar integrada al
proceso educativo.
Tiene
un objetivo muy específico, y es el de proporcionar la máxima información para
ir mejorando el proceso enseñanza-aprendizaje, tratando de llegar a la calidad
total. Si éste es nuestro anhelo, hay que reajustar los objetivos de dicho
proceso, revisando con consciencia crítica los planes y los programas, los
métodos y los recursos, y facilitar la máxima ayuda y orientación a los
alumnos.
No
podemos entender el concepto de evaluación
como medición. La evaluación es algo
más amplio y más complejo; ella no
es solamente una simple interpretación de una medida en relación con una norma,
o con unos objetivos, o con unos patrones de conducta. La evaluación es todo
esto y, además, un juicio de valor sobre una descripción cualitativa.
Algunos
estudiosos del tema opinan que la evaluación
educativa nació y se desarrolló en el siglo XX, al amparo de la psicología
experimental, al empezar a impulsar la actividad de la evaluación en el campo
de las aptitudes, los intereses, los hábitos y la adaptación social.
Hoy, la evaluación es uno de los aspectos de
la enseñanza más controvertido y más sometido a revisión, sin mayores avances
ni mejorías sustanciales.
Clases de evaluación:
Existen
varias clases de evaluación, y ellas dependen del contexto educativo en que la
evaluación interactúe:
-A
un sistema rígido y selectivo, corresponderá un tipo de evaluación sancionador
y restrictivo, cuyo instrumento será únicamente el examen.
-A
un sistema de enseñanza abierto y democrático corresponderá un tipo de evaluación
orientador y crítico y tendrá instrumentos diversificados para llevarla a cabo.
Algunas formas de evaluar podrían ser: exposiciones orales en todas las áreas,
consultas, opiniones personales, participación en clase, trabajos individuales
y en grupo, carteleras, plegables, organización y realización de actos públicos
y dentro del aula, dramatizaciones, comprensiones de lectura, conferencias
dictadas por los alumnos, entrevistas, desarrollo de talleres, foros, mesas
redondas, debates, en todos los niveles y en todas las áreas, aplicación de las
técnicas del ICONTEC, concursos, ilustraciones de los diferentes temas en todas
las áreas del conocimiento, aportes creativos de los estudiantes y muchos más
recursos y actividades nacidos de la originalidad y creatividad de alumnos y
profesores. Todo esto es más productivo, enriquecedor y satisfactorio que la ya
gastada frase de los profesores: “¡saquen una hoja!”.
Características de la evaluación:
__La
evaluación debe ser compatible con los objetivos; es decir, los dos, objetivos
y evaluación deben tener la misma orientación. Y por sobre todo, no permitir que el alumno se sienta en
una competencia por obtener una calificación; sino, hacer que vea la evaluación
como un medio para encontrar su ritmo de aprendizaje.
__La
evaluación es una actividad continua a la par con el proceso educativo.
__Es
un subsistema integrado al propio sistema de enseñanza.
__Recoge
información fidedigna sobre el proceso educativo.
__Ayuda
a mejorar el propio proceso; y con éste, mejoran también los programas, las
técnicas de aprendizaje, los recursos y demás aspectos.
__La
evaluación ayuda a elevar la calidad del aprendizaje y a aumentar el rendimiento
de los alumnos, porque, una vez evaluados los objetivos, o las metas (como se
les quiera llamar), ellos proceden, o a una proacción, es decir, a trabajar
hacia adelante, a esforzarse en su
mejoramiento continuo, o a volver sobre los objetivos no alcanzados, que es la
llamada retroacción o recuperación.
Recuperar es sinónimo de recobrar. El concepto encierra la
“existencia” de algo, la posesión de algo: conocimientos, destrezas, hábitos
aptitudes -y también actitudes-; en fin,
cualquier contenido de aprendizaje. Por otra parte, encierra también la “pérdida”
u olvido de lo aprendido. Se recupera, se recobra solamente lo perdido. Y en el
proceso escolar, esto se logra con trabajos de refuerzo que fijan lo aprendido
y hacen más sólido y duradero su aprendizaje.
Hay
que reconquistar lo que en el alumno ha pasado al olvido, por medio de un
tratamiento, el cual, para que posea carácter recuperador, ha de ser nuevo y
distinto del que fracasó en su empeño; debe ser aplicado inmediatamente después
de que se detecten las deficiencias y lagunas que por cualquier causa se hayan
producido en el sector de los conocimientos, o de los hábitos, o de las
destrezas. Todo ello para prevenir el fracaso escolar; sobre todo, el de fin de curso que tantas secuelas
deja en los estudiantes y en los padres de familia.
Funciones de la evaluación:
1. Función de diagnóstico, porque la evaluación comprueba hasta qué punto se han
conseguido los objetivos propuestos y determina el grado de identificación o de
discrepancia entre los objetivos (o metas) y los resultados conseguidos al
evaluar.
2. Función de orientación o de
reorientación de todo el proceso de aprendizaje, partiendo de su estructura
y funcionamiento, hasta la planeación, los recursos didácticos, las estrategias
metodológicas y demás aspectos escolares.
3. Función de pronóstico o predicción de las probabilidades del alumno, como base
para su orientación personal, escolar y profesional.
4. Función de control del rendimiento, porque la evaluación puede referirse a un PROCESO,
el del aprendizaje; o a los SISTEMAS DE ORGANIZACIÓN de las instituciones; a los
DOCENTES cuando se evalúa la planeación o la acción pedagógica de ellos; a los
ALUMNOS, bien sea individualmente o en grupos.
La evaluación, según el momento en que
se realiza, y los objetivos o metas que se propone, puede ser:
1. Evaluación
individual. Con ella se pretende ver las aptitudes del alumno, la
naturaleza de sus intereses, su nivel de conocimientos, su nivel de motivación.
2. Evaluación
continua. Se utiliza para el diagnóstico de las dificultades especiales
encontradas por los alumnos en su aprendizaje.
3. Evaluación
final. Ésta es para la comprobación del logro de los objetivos y para el
planeamiento de otros diferentes.. Los instrumentos utilizados son varios:
análisis de trabajos, tests, pruebas orales. Ya mencionamos muchos antes.
Autoevaluación:
Ésta
ocupa un lugar importante en los programas de educación personalizada y
enseñanza individualizada. Pero, en la que no lo es, también debe existir: que
los alumnos evalúen sus actividades, sus intereses, su atención, su entusiasmo.
Las siguientes podrían ser algunas de las pautas para realizar la
autoevaluación. Ellas reúnen y apuntan a la responsabilidad, la seriedad, la
honestidad y la capacidad de reflexión. Son:
1. Estuve atento en clases, exposiciones y
actividades académicas…
2. Mi participación en clase fue activa,
pidiendo explicación y ampliación de los temas o dando información sobre ellos…
3.
Complementé fuera de clase los temas estudiados, por medio de lecturas,
consultas, conversaciones o discusiones…
4. Colaboré activamente con el equipo con el que
me tocó trabajar…
5. Me interesaron las clases, y por esto tomé
notas de las explicaciones…
6. Traje a clase los recursos necesarios, tales
como el texto, cuaderno, documentos, artículos, diccionario, etc. ….
7. Mi asistencia a clase fue exacta y puntual…
8. Expresé los temas que me correspondieron, con
responsabilidad y con la investigación que merecían la materia, el profesor y
el grupo de compañeros…
9. Cuando el profesor no estuvo en el aula,
colaboré con mi corrección y puntualidad y aporte de temas para la realización
de la clase correspondiente…
10. Me esforcé por mantener mi nivel de
aprovechamiento de las exposiciones y clases recibidas…
Sin
embargo, el profesor debe permitir que los estudiantes elijan las técnicas y
los métodos de trabajo y evalúen los resultados, que regulen las normas del
trabajo en grupo y evalúen la libre iniciativa de cada uno, la capacidad de
decisión, la cooperación social y académica, el interés, los recursos, la
puntualidad, el aprovechamiento, la participación, etc.
Los exámenes:
Una
definición muy simple es aquella de que el examen es una actividad y una
técnica que pretenden medir los conocimientos que poseen los alumnos después de
la enseñanza impartida. Es, pues, un instrumento para controlar el aprendizaje
de los estudiantes. Hasta aquí, como ya lo vimos, estamos en un tipo de
educación rígido y selectivo. Hay, entonces, que convertir ese examen en un
medio de información de cómo se desarrolla la actividad escolar, con la
finalidad de revisarla y orientarla permanentemente; ése es el tipo de evaluación
que corresponde a un sistema de enseñanza abierto y democrático.
En
estas condiciones, el examen pasa a ser una EVALUACIÓN, cuyo fin no es solamente
medir conocimientos, sino que apunta también al mejoramiento del proceso educativo
mediante el conocimiento del alumno en todos los aspectos de su personalidad y
de los factores personales y ambientales que inciden en él.
Evaluaciones orales:
Pueden
ser: exposiciones autónomas de un tema elegido libremente o impuesto por el
profesor; con posibilidad de preparación previa, o bien por medio de la
repentización. También, debates sobre temas muy conocidos. Esos debates pueden
ser: profesor-alumno; alumno-profesor; alumno-alumno.
Evaluaciones escritas:
Son
las más empleadas, a causa de la economía de tiempo que ellas suponen cuando
hay que evaluar a muchos alumnos en un tiempo muy limitado. Esas evaluaciones
pueden ser: pruebas de ensayo o redacción en torno a un tema, impuesto u
optativo, con respuesta inmediata o diferida, con uso de material o sin él. Análisis
de situaciones problemáticas: comentarios a un texto, a un problema matemático,
traducción de idiomas. Ampliación de casos, temas, conceptos. Realización de
bosquejos esquemáticos de temas amplios; así, puede captarse la capacidad d
síntesis de los alumnos.
Ventajas de la evaluación:
La
evaluación -no los exámenes- tienen las siguientes ventajas:
1. La de ser un medio de muy difícil sustitución
para comprobar cómo organiza y expresa el alumno los conocimientos aprendidos;
siempre y cuando la evaluación sea la expresión más alta de la neutralidad y la
justicia del sistema educativo.
2. La de comprobar cuáles son los hábitos de
trabajo del alumno.
3. La de apreciar la capacidad que tiene el
estudiante para emitir juicios críticos y valores.
4. La de valorar la creatividad de los
educandos.
5. La de comprobar el estilo que cada estudiante
tiene de percibir su mundo y las circunstancias que lo rodean.
6. La de reducir la subjetividad del profesor en
la valoración de sus alumnos.
Inconvenientes de los exámenes:
1. El influjo del azar en la determinación de
los temas evaluados.
2. La diversidad de respuestas que admiten
muchas de las preguntas de los profesores, generalmente originadas en la
formulación de dichas preguntas.
3. La subjetividad del profesor al valorar las
respuestas y al calificarlas.
A
veces, los juicios de los profesores, inconscientemente, están ligados a
sutiles matices respecto al estilo del alumno y de su personal expresión; esos
prejuicios de los profesores tienen una raíz clara en el origen social,
económico, político, cultural de los alumnos y en su forma de socialización.
Duele
decirlo, pero en muchas instituciones educativas, las posibilidades de éxito o
fracaso están íntimamente asociadas con el origen de clases, y producen, así,
las jerarquías escolares basadas en las jerarquías sociales.
4.
La imposibilidad o dificultad de tratamiento
estadístico. Colombia ha hecho muchos planes, ha creado muchas leyes de educación,
entrega mucha teoría, pero carece de una decimología seria, es decir, de
una ciencia cuyo objeto es el estudio científico de los exámenes.
Se
necesita una ciencia experimental que tenga que ver con los sistemas de
corrección, con el comportamiento de examinadores y examinados, que logre
alcanzar unos métodos, instrumentos y técnicas que, por reunir las condiciones
de precisión y rigor, permitan una EVALUACIÓN válida, orientada pedagógicamente
y que evite, en lo posible, los traumas de los escolares, a causa de los
exámenes.
Otros hablan de pruebas:
Las
más aplicadas son las inductivas y las deductivas.
Una
prueba inductiva es un procedimiento sistemático en el que se presenta un
conjunto de situaciones, a las que los alumnos responden de una u otra forma.
Esta prueba permite poner a los estudiantes en una escala de medida. Por eso,
se habla de pruebas de inteligencia, de rendimiento, de aptitudes, etc.
En
las pruebas deductivas funciona mucho la lógica, la capacidad de discurrir del
estudiante.
Si
en lo inductivo se pasa de lo particular a lo general, en lo deductivo se pasa
de lo general a lo particular. Cuando en las pruebas educativas el alumno
argumente, debe tenerse mucho cuidado con los dos conceptos de validez y verdad,
que deben estar relacionados. Sobra decir que un argumento deductivo es válido
cuando no es posible que la conclusión sea falsa.
Es
indispensable que lo que presentemos a los alumnos, no sean listas de cosas e
ideas desconectadas, sino un contexto conectado, para que el estudiante pueda
trabajar de manera ordenada y conexa, y para facilitarle sus deducciones, bien
sean axiomáticas o intuitivas y naturales.
La
objetividad de una prueba se consigue en la medida en que:
1. Los enunciados de los múltiples elementos o ítemes (de: ítem = adverbio latino que significa “además”./ Párrafo; artículo),
que integran dicha prueba estén formulados con tal claridad y precisión, que
todos los alumnos entiendan una misma cosa en cada elemento.
2. Que cada elemento se proponga para poner en
evidencia un único aspecto. Deben, pues, tenerse en cuenta los índices de
dificultad, fiabilidad, validez y homogeneidad.
3. Que las posibles respuestas estén claramente
previstas.
4. Que los criterios de valoración estén
prefijados con tal claridad y precisión que no surjan dudas a la hora de
revisar y calificar las respuestas.
5. Que al elaborar la prueba, se hayan tenido
en cuenta los factores cantidad-tiempo; enseñanza-calidad de contenidos; metas
u objetivos específicos por evaluar; capacidad de resistencia del alumno según
su edad cronológica y mental; igualdad de importancia de lo enseñado con lo
evaluado, porque la ponderación de uno equilibra el otro; el grado de ansiedad
del alumno; las relaciones profesor-estudiante; el grado de autoestima escolar.
El test:
Es
una prueba. La palabra “test” ha aprovechado una raíz latina que se encuentra con
el mismo significado en muchas palabras de las lenguas románicas, tales como:
atestiguar, testar, testificar, testimonio.
Los
tests tienen validez cuando los utilizan especialistas responsables, con objetivos
definidos y se analizan en profundidad las respuestas.
Al
hace un test, deberían tenerse en cuenta algunos planes diferenciadores, por
ejemplo: si es un test de rapidez, si lo es de profundidad, si es un test para
estimular la memoria, o un test para hace algún tipo de selección crítica o
comparativa, o un test presentado como problema para resolver, y se espera una
respuesta eficiente, reflexiva y equilibrada. Son los tests de aptitudes.
En
Colombia, los tests se aplican en tres grandes áreas de marcadas exigencias
diferenciadoras, ellas son:
Área
industrial
Área
clínica
Área
escolar
Un
ítem es cada uno de los elementos, partes o unidades de que se compone un test
o prueba. El ítem puede ser:
1. De respuesta única
2. De completación
3. De elección múltiple
4.
De emparejamiento o apareamiento
5. De verdadero o falso
Cuando
se emplea el ítem de verdadero-falso, es conveniente exigir al alumno que
corrija los errados y sustente los verdaderos, para que la respuesta no sea por
adivinación.
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