martes, 7 de agosto de 2012


EL PÁRRAFO. PROCESOS MENTALES. ETAPAS PARA ESCRIBIR


                                                           Lucila González de Chaves



Un párrafo es cada una de las divisiones de un escrito señaladas por la letra mayúscula al principio de la línea y por punto y aparte al final del fragmento de escritura.

El párrafo debe tener: a) una fuerza unitiva constituida por la idea principal; b) las ideas secundarias que explican y amplían la idea principal; por eso es tan importante la jerarquización de las ideas antes de empezar a redactar; c) los elementos de enlace que son los conectores o conectivos, los que conocemos con los nombres de preposiciones y conjunciones.


Algunos de los conectivos realizan los siguientes oficios y son:

Unen: e, y
Oponen: pero, sin embargo, aunque
Dan idea de causa o razón: porque, ya que, puesto que
Idea de deducción: por tanto, por consiguiente, en consecuencia
Aclaran: es decir, por ejemplo, o sea


Debe haber equilibrio entre los párrafos: no es elegante ni correcto un escrito que presente párrafos de dos líneas y párrafos entre ocho y diez. Las frases del párrafo deben ser relativamente cortas, y las frases incidentales, es decir, las que explican, deben ser cortas para que el texto no sea farragoso. Debe cuidarse la concordancia entre el género y el número (es incorrecto decir o escribir: somos capaz de cambiar. Como el verbo está en plural ‘somos’, el adjetivo debe estarlo también ‘capaces’). Poner atención al empleo de los verbos: en lo posible conservar el mismo tiempo verbal, o presente o pretérito o futuro; pero si es necesario mezclarlos, tener en cuenta lo que en gramática se llama correlación de tiempos.

Es importante evitar el abuso de los pronombres porque nos llevan a no poder identificar ni pensamientos, ni ideas, ni acciones, ni personas. Muchas veces hay que releer el texto para saber a quién  o qué se refieren cuando hablan de: ‘él’, ‘ella’; el posesivo ‘su’ también es muy impreciso y nos lleva a equívocos.

Es inadecuado repetir ideas y palabras iguales muy cerca unas de otras; la llamada ‘cacofonía’ (disonancia por mal uso de los sonidos) es un pésimo manejo de las palabras, por ejemplo, conjuntamente con… conforme con…

Al párrafo hay que pensarlo y definirlo desde: la estructura, el contenido, la organización, las clases.




1.    Estructura:

a)    Idea principal
b)    Ideas secundarias
c)    Elementos de enlace


2.    Contenido, puede ser:

a)    Citas o referencias textuales
b)    Comparaciones o contrastes
c)    Definiciones
d)    Enumeraciones
e)    Ejemplos y detalles
f)     Indicación de causas y efectos, etc.


3.    Organización:

a)    Con lógica; no puede prescindirse del razonamiento.
b)    El desarrollo puede ser deductivo o inductivo.
c)    El método: definir, clasificar, ordenar conceptos.
d)    No perder el sentido de unidad en el texto.
e)    Coherencia: correcto encadenamiento de oraciones y conectores.
f)     Claridad: transparencia en el texto..
g)    Vocabulario: sencillo, sin rebuscamiento, pero, al mismo tiempo, evitar las expresiones y palabras muy elementales. Consultar el diccionario.
h)   Las oraciones: no muy cortas y tajantes abusando del punto y seguido. Tampoco oraciones extensas que oscurecen y vuelven confuso y vago el párrafo.
i)     Equilibrio: párrafos entre seis y ocho renglones.
j)     Evitar las palabras vacías que son las que sirven para todo y no definen nada: cosa, bonito, lindo, espectacular, grandioso…


4.    Clases:

a)    Párrafo expositivo: exponen la idea sin otros elementos contaminantes.
b)    Párrafo argumentativo: su contenido está en pro o en contra de algo.
c)    Párrafo informativo: presenta solamente información sobre un tema.
d)    Párrafo aclaratorio: so nombre lo indica: sencillamente aclara un tema.
e)    Párrafo narrativo: cuenta, narra algún acontecimiento. Utiliza con más frecuencia los verbos.
f)     Párrafo descriptivo: para describir, pintar con palabras, utiliza los adjetivos.
g)    Párrafo funcional: su oficio es el de servir de enlace entre un párrafo y otro. En esta clase de párrafos no puede buscarse ni encontrarse la idea principal.
h)   Párrafo imaginativo: su tema es de ciencia-ficción.
i)     Párrafo sentimental: su idea corresponde a las emociones, los sentimientos.
j)     Párrafo documental: éste se usa en los temas de tipo documental como informes, memorandos, actas, circulares, cartas, resúmenes, relatorías, reseñas, ensayos, etc.



5.    Lugar de la idea principal o idea unitiva dentro del párrafo:

a)    Al principio del párrafo
b)    En medio del párrafo
c)    Al final del párrafo


LOS PROCESOS MENTALES PARA REDACTAR SON:

1.    Reflexión
2.    Memoria
3.    Creatividad
4.    Selección de los contenidos que debe tener el texto
5.    Planificación de la estructura del texto
6.    Desarrollo de las ideas
7.    Empleo de un lenguaje que el lector pueda entender


EXISTEN

1.    El escritor competente que maneja: competencia y actuación. La competencia reside en el saber lingüístico y la actuación es “saber hacer”.
2.    El escritor bloqueado que escribe como habla; no tiene competencia lingüística ni actuación
3.    El escritor sin código: tiene actuación porque sabe hacer, pero desconoce el saber lingüístico (competencia) o código


ETAPAS PARA ESCRIBIR

1.    Preescribir. Exige: ser un buen lector; manejar correctamente la expresión oral; tener riqueza de vocabulario; pensar, y jerarquizar las ideas, porque hay que usar en consonancia el paradigma pensante y el paradigma lingüístico. Por la ausencia de estos factores hay defectos en la redacción, tales como: entender mal el tema y no poderlo expresar con claridad; desenfocar el tema al desarrollarlo; tratar el tema sólo en parte: textos inconclusos; dar más importancia a lo secundario; decir banalidades (palabras vacías y párrafos de relleno).

2.    Escribir. Poner por escrito todo lo pensado y hacerlo todo de una vez.
Expresar las ideas con lógica (raciocinio); orden (las ideas, las palabras y frases en su sitio correspondiente); claridad (transparencia); sencillez (sin artificios, sin ostentación que son los que hacen que el estilo sea ampuloso); naturalidad (la expresión debe estar de acuerdo con el texto); precisión (exactitud, para ello se necesita riqueza de vocabulario); propiedad (ésta nace de la precisión: usar los vocablos con los significados exactos para evitar ambigüedades); corrección (se alcanza teniendo en cuenta todas las exigencias anotadas).

3.    Reescribir. Es el paso de la redacción que más atención y responsabilidad exige: es el momento de pulir el escrito: Para ello hay que saber y cuidar la ortografía, la gramática, la sintaxis, la semántica (utilizar con prudencia los sinónimos, los antónimos), la etimología. Todo ello para evitar errores como: falta de concordancia, el llamado dequeísmo, el que galicado, el anivelismo (está de moda decir “a nivel de”, sin importar a qué se refiere, lo mismo que el “seraqueísmo”: será que nos vamos, será que te cuento, será que puedes venir mañana…), la cacografía, el incorrecto uso de verbos y gerundios, etc.

                                                                                                          

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