lunes, 7 de mayo de 2012

EXPRESIONES QUE GENERAN VIOLENCIA O MALESTAR

FORMAS VERBALES Y ACTITUDES QUE GENERAN VIOLENCIA O MALESTAR

A. En el hablante:

1. Mensajes oscuros y desordenados, generan malentendidos y discusiones.

2. Las ironías (llamadas comúnmente "indirectas") , acompañadas de un tono de voz hiriente y de gestos y posturas corporales desagradables.

3. Las palabras malsonantes o "palabras feas", "groseras". Con ellas se falta al respecto a las personas y provocan reacciones violentas; además de ser el indicador personal de la ordinariez.

4. Los apodos. Generalmente los pone el que se cree "genio", y con ello se complace a sí mismo y no piensa en lo que le ocurre a quien lo recibe. Poner apodos es mala educación, ordinariez y, generalmente, demuestra baja autoestima. Sin embargo, los apodos los aceptan entre sí, los muy amigos. Los apodos son diferentes de los sustantivos llamados "hipocorísticos" (términos cariñosos para referirse a las personas allegadas).

5. Las respuestas descomedidas, tales como: ¡yo qué voy a saber!, "no me importa un comino", ¡de malas!, "eso es problema suyo", "a mí, eso no me importa". "¡haga lo que le dé la gana!"

6. El humor fuera de lugar. Algunas personas lo usan para consolar al otro, para disimular errores, para referirse a personas muy serias, para evadir la vedad, para no tener que hablar con valentía y claridad, etc.

7. Los diminutivos fuera del contexto afectivo. Hoy está muy de moda entre taxistas, vendedoras de almacenes, algunas secretarias, utilizar términos como: mamita, madrecita,  mi amorcito, cariñito, capullito, preciocita, etc.

8. El tuteo y voceo (tú, vos) cuando nada nos une con la persona que habla o con la que escucha.

B. En el que escucha:

1. Bostezar mientras le hablan: mala educación y causa de la desmotivación del hablante.

2. Estar con los brazos cruzados cuando el otro habla de situaciones dolorosas, conflictivas o de otra naturaleza. Los brazos cruzados, pero con gesto amable, son válidos en conferencias, en conversaciones de cierto corte intelectual porque el mensaje que envían es de atención, respeto, reflexión.

3. Retomar las palabras que oyeron en la infancia para referirse a los otros, tales como: eres torpe, no seas ridículo, estás muy equivocada, eso no es así, eres un tonto, todo lo haces mal, me avergüenzo de ti...
Quien las oye, piensa: no sirvo para nada; no haré feliz a nadie; no puedo tener amigos...

4. No usar la función fática del idioma que es la que alimenta la conversación: ¿si...?, ¿cómo fue?, ¡Ah, qué bien!, explícame un poco más...
la condición es no interrumpir al otro en el tema que nos está contando. Saber escuchar con todo el cuerpo: que se note que estamos interesados en la historia del otro.

5. Arrebatar la palabra es un defecto odioso, y demuestra mala educación, no saber escuchar y poco interés en las personas.

6. Los desagradables gestos cuando el otro habla. Ellos indican que nos molesta el tema, que nos cansa, que estamos pensando solamente en hilvanar frases para contradecirlo, para competir con él, para hacerle sentir todo el peso de la poca importancia que tiene su conversación.



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