jueves, 9 de febrero de 2023

FELICITACIÓN A LOS PERIODISTAS

 

EL PERIODISMO, UN FORJADOR DE EDUCACIÓN Y CULTURA

 

 

Lucila González de Chaves

“Aprendiz de Brujo”

Lugore55@gmail

 

 

 El periodismo serio y bien entendido debe llevar a la comprensión y mejor interpretación de la realidad educativa, social, política, laboral, cultural, etc. Debe ser una profesión desempeñada con objetividad, es decir “buscar el sentido verdadero de los hechos”. Por ello, al periodista se le exigen aptitudes para la comunicación, cooperación y aceptación de responsabilidades, todas, apoyadas en la ética, seriedad e investigación, para que pueda evitar esa loca carrera de superficialidad que impone la competencia.

 

El afán de la noticia y el vértigo de la vida moderna quieren imponerle al periodista una necesidad de propaganda y un afán de llevar la delantera en presentar los hechos a una inmensa masa de personas ávidas de acontecimientos, lo que impide que la información periodística sea para la verdad y más bien deje, tanto en  la forma de decirlo como de escribirlo, rendijas por las cuales se cuelan la maledicencia y la calumnia.

 

La insoportable exigencia de la actualidad está convirtiendo el periodismo en un hecho complejo, de crucial aceptación para sus destinatarios que van llegando al escepticismo, porque la comunicación de muchos de los hechos, peca por falta de veracidad, ya sea exagerando, exasperando o faltando comprobación; el nombre actual de este fenómeno es noticias falsas.

 

Para rescatar la credibilidad, el periodismo hablado está haciendo uso, sin descanso, de las grabaciones a personas para ratificar los hechos; y en los medios escritos, la información y el espectáculo verbal y fotográfico, además del caricaturesco, caminan de la mano; así, de alguna manera, se va manipulando la conducta de los ciudadanos quienes se van llenando de miedos, desconfianzas y recelos.

 

Hoy, más que nuca, el periodista está frente al compromiso de autovigilarse, informarse bien y autocontrolar sus reacciones ante los hechos. Hoy, el periodista está amenazado por la grave tentación de inflar los hechos para adquirir la notoriedad, la gloria, la fama, y de esa manera crea, de la noche a la mañana, dioses, genios, líderes. Según la circunstancia y su propia manera de ver y valorar los hechos, sataniza sin piedad y juzga y condena cualquier error; y él mismo (el periodista), adorador de lo sensacional, se ufana de la notoriedad y acogida de su noticia.

 

Hoy el periodista lucha sin descanso para cumplir con el obligatorio y ético compromiso de cuidar con devoción y cautela esa amenazante circunstancia del presente:  la cantidad de noticias.

 

El periodista debe conocer a fondo su papel de mediatizador y de referencia, igual que su responsabilidad de informar objetivamente sin ningún tipo de participación ni compromiso.

 

El periodista ideal, comprometido con la búsqueda del “sentido verdadero de los hechos”, además de ser responsable, serio, investigador, debe utilizar un estilo sobrio, reflexivo, lógico y ágil; no hacer gala de erudición y gran imaginación, sino de ser un asertivo informador de la opinión pública.

 

La probidad lo lleva a ser preciso en el concepto y en la presentación de los hechos; además de tener en alto grado el don de la observación, y desenvolverse ágilmente entre la reflexión y la acción.

 

¡Felicitaciones a todos los periodistas en este su día, en el cual todos enaltecemos, aún más, la importancia y la trascendencia del oficio que ustedes desempeñan con amor y ética!

 

  

 

 

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