lunes, 10 de diciembre de 2018

MUJERES: LAURA MONTOYA, GLADIS OTÁLVARO, MARTA ELENA BRAVO Y OTRAS....


Mujeres, su brillante huella en la educación y en el arte



9 diciembre de 2018 - 08:03 PM

Estas siete mujeres antioqueñas han descollado en las humanidades, la educación y el arte.



Madre Laura Montoya: (1874  1949)
Educadora y misionera antioqueña. En 1914 fundó la Congregación de las Misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena.
Es la primera santa de nacionalidad colombiana, canonizada por el papa Francisco el 12 de mayo de 2013.
Estudió en la Escuela Normal de Institutoras de Medellín en 1893 y se graduó como maestra elemental de la Escuela Normal. Fue maestra en las escuelas públicas de algunos municipios de Antioquia, pero la guerra civil de 1895 obligó al cierre de las escuelas del departamento.
Trabajó como maestra en el Colegio de la Inmaculada de Medellín, del cual llegó a ser su rectora, pero por intrigas y acusaciones, el colegio fue cerrado.
A los treinta y nueve años de edad se fue al municipio de Dabeiba con seis catequistas, para dedicarse a la educación de los indígenas Emberá Katíos. Al mismo tiempo, dedicó muchas horas a la escritura; más de treinta libros en los cuales narró sus experiencias místicas. Su autobiografía lleva por título Historia de la Misericordia de Dios en un alma.
En 1939 recibió del gobierno colombiano la Cruz de Boyacá. En el momento de su muerte, la Congregación tenía ya noventa casas y cuatrocientas sesenta y siete religiosas trabajando en tres países.

Lea también: Rómulo Góngora: Poeta desde la piel al alma
 

Gladis Otálvaro Rojas


Destacada rectora del Centro Formativo de Antioquia Cefa- , institución educativa, fundada en 1935 con el inolvidable nombre de Instituto Central Femenino, - ICF - por el ilustre hijo de Antioquia, doctor Joaquín Vallejo Arbeláez, el visionario que no tuvo otro objetivo que el de que la mujer se liberara de lo doméstico y se preparara, igual que los varones, para ingresar a la universidad y poder ser una profesional en cualquiera de las carreras. Así, las mujeres de muchos lugares de Colombia ingresaron al ICF y fueron las primeras bachilleras, brillantes y competentes.
En 1997, la doctora Gladis asumió el reto de conducir la Institución y llevarla hasta el más alto mejoramiento cultural, pedagógico, social, intelectual, y lo hizo con éxito pues es experta en educación y en administración.
Diez años después de su llegada, el plantel fue declarado por la Alcaldía de Medellín como la Mejor Institución Oficial de Medellín". Y del vecino país, Ecuador, en 2008, recibió el Premio Iberoamericano a la Excelencia Educativa. Títulos estos, sumados a los muchos que ha recibido el Cefa a través de su historia; además, de numerosas condecoraciones y diplomas en los últimos años, logrados de la mano de la doctora Gladis, quien deja la rectoría de un colegio en la cima de su excelencia en todos los campos.
Vigilante, durante muchos años, del diario discurrir de su Institución Educativa, la doctora Gladis, gracias a sus cualidades humanas y a su formación vocacional, convirtió en una sus mejores herramientas el diálogo formal con el cuerpo profesoral, el administrativo y en especial, con las jóvenes mujeres constructoras de su futuro, quienes recibían de su rectora mensajes como este: Los grandes logros son el resultado de haber aceptado retos acompañados de la acción. Participar nos hace mirar la vida de otra manera.
Marta Elena Bravo
Es una de las más destacas intelectuales de Colombia: filósofa de la Universidad Pontifica Bolivariana. Investigadora y asesora en políticas culturales. Profesora Honoraria de la Universidad Nacional. Conferencista de muy diferentes temas humanísticos, entre ellos, uno que le mereció altos elogios: El concepto de identidad. Dice la crítica que la expositora ubicó (el tema) a la manera de proceso de construcción continua que permite reconocer en gradualidad lo que somos y vamos siendo, en los espacios históricos, geográficos y culturales.
Marta Elena y su hermana Cecilia, la gran violinista de la antigua Orquesta Sinfónica de Antioquia (Osda) escribieron un extenso, emocionado y completo texto sobre la pianista Teresita Gómez, en el que podemos comprender las dimensiones culturales y artísticas de Teresita y los avatares de su vida.
Marta Elena ha coordinado el Plan de Desarrollo Cultural de Medellín en 1986, 1990; el Plan Departamental de Cultura en 2009; el Plan de Desarrollo de Medellín 2010 a 2021. Posee numerosos diplomas y títulos tanto de Colombia como del extranjero, en diferentes ramas del saber.
Hace parte de una familia antioqueña de destacada estirpe social, cultural y artística. Basta con recordar y reconocer lo que para el país representó en la música su ilustre padre, el insigne maestro José María Bravo Márquez, fundador y director del Orfeón Antioqueño, cuyos conciertos pusieron muy en alto el alma cultura y musical de Antioquia. La frase proverbial y convincente del inolvidable maestro, para animar a las generaciones jóvenes, era: Todo el que habla, canta.

Lola González (1894  1970)
Gestora del cambio educativo en Medellín. Como rectora del Instituto Central Femenino  hoy, Cefa- llevó a cabo una educación liberadora de la mujer en Colombia, y una formación intelectual equiparada con la de los varones, inspirada y guiada por los planteamientos que el ilustre fundador de dicha Institución, Joaquín Vallejo Arbeláez, tuvo en cuenta en 1935.
Con esta comprometida y estricta rectora, las mujeres nos preparamos  además, de nuestro título profesional de Maestra Superior - para ingresar a la Universidad y dejar el papel marginal en lo público y en lo intelectual. Una educación moderna en la que las mujeres nos preparamos para el cambio social, académico y cultural. Este es el origen de lo que hoy llaman equidad de género, pero que en esos años de mitad del siglo XX, al educar a la mujer, no se trataba de mostrar y ejercer la supremacía de un poder sobre otro, sino de generar lenguajes y actos de nuevas posibilidades y realizaciones.

Débora Arango (1907  2005)
Pintora expresionista y acuarelista. Fue la primera pintora colombiana en pintar desnudos femeninos; puso en evidencia, con sus obras, la prostitución femenina y reveló por primera vez la intimidad del cuerpo femenino.
En el Instituto de Bellas Artes estudió con los maestros Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez. Sus hermanos, estudiantes de medicina, le facilitaron los libros de anatomía para el estudio del cuerpo humano.
En 1937 realizó su primera exposición. En 1938 empezó a pintar sin sus maestros y a experimentar con desnudos en tamaño natural. Un año después, presentó otra exposición en la que incluyó dos desnudos, uno de ellos: Cantarina Rosa, que ganó el primer premio y, entonces, estalló el escándalo. Los políticos y los intelectuales de Medellín repudiaron su obra y la calificaron de impúdica y pornográfica.
Estudió en México, y a su regreso en 1948, realizó otra exposición con los desnudos, llamada La adolescencia. Volvió el escándalo y la Iglesia católica quiso excomulgarla, por lo inmoral de sus cuadros.
Rebelde y transgresora, siguió pintando: obreros marginados, monjas, prostitutas, mujeres relegadas, el dolor y el maltrato, la situación política y las manifestaciones populares. Las críticas la hicieron retirar del mundo cultural y social; pero en 1975 realizó una exposición en la Biblioteca Pública Piloto con casi cien obras. En 1984 el Museo de Arte Moderno de Medellín organizó una exposición con más de doscientas cincuenta obras.
Recibió el Premio a las Artes y a las Letras, La Medalla al Mérito Artístico y Cultural, la Cruz de Boyacá y el título de Maestra Honoris Causa de la Universidad de Antioquia, UdeA.
Blanca Uribe
Cortesía Eafit
Sus brillantes conciertos van quedando en la historia y en la mente de las gentes, como constancia de la grandeza de esta artista que ha representado a Colombia en el exterior con su arte y su pedagogía, pues es pianista y docente de gran trayectoria en el ámbito mundial de la música clásica y en la cultura musical de Colombia. Lo que más la destaca son sus exclusivas y brillantes interpretaciones de Beethoven.
Su primer contacto con la música fue junto a su abuela paterna, la pianista María García. Su padre Gabriel Uribe fue un destacado flautista, clarinetista y saxofonista.
A los once años, Blanca dio su primer concierto con la Orquesta Sinfónica de Colombia. Ha viajado por Estados Unidos, Latinoamérica y Europa en calidad de recitalista, o como solista de importantes orquestas del mundo.
En 1977, presentó en Bogotá y Medellín el ciclo completo de las treinta y dos sonatas para piano, de Beethoven, una proeza sin antecedentes en Colombia. Lo repitió en Estados unidos en 1997. Ha interpretado el ciclo de los cinco Conciertos de Beethoven, con varias orquestas. Por su incomparable labor ha recibido condecoraciones, premios y varios homenajes, entre ellos:
Premio Naftzger en 1956 en Estados Unidos. Premio Elena-Rombo-Stepanow en Viena en 1959. Primer Premio Internacional de Orense en 1967. La Estrella de Antioquia. La Medalla Francisco de Paula Santander, la Orden de San Carlos, el Doctorado Honoris Causa de la Universidad del Valle, Medalla de Oro de la Alcaldía de Medellín, y el Premio Albéniz (2007).
Ha sido docente en la Universidad de Nueva York y en el Vassar College de Nueva York; hoy, lo es en la Universidad Eafit de Medellín.
Lo invitamos a leer: Cuando Safo no era poeta
http://www.elmundo.com/noticia/Cuando-Safo-no-era-poeta/374826
Teresita Gómez
Gran pianista y concertista que da lustre al arte musical en Colombia, excelente maestra de piano en la Universidad de Antioquia, UdeA, en donde le rinden méritos a su arte interpretativo.
Inició sus estudios de piano en el Instituto de Bellas Artes de Medellín con las profesoras Marta Agudelo de M. y la italiana Anna María Penella. A los diez años dio su primer concierto.
Realizó estudios superiores de piano en la Universidad Nacional de Colombia con la pianista rusa Tatiana Goncharona y la pianista alemana Hilde Adler. En la Universidad de Antioquia fue alumna del pianista colombo-holandés Harold Martina, y se graduó como Concertista y Maestra de Piano summa cum laude. Recibió clases de Bárbara Hesse y de otros maestros extranjeros. Son innumerables sus conciertos en Colombia y en el extranjero.
En 2005 recibió del gobierno de Colombia la Cruz de la Orden de Boyacá en el grado de Comendador. Fue agregada cultural de la Embajada de Colombia en la antigua República Democrática Alemana entre 1983 y 1987, y hoy sigue viviendo y exaltando su arte, cada vez con mayor excelencia.

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