viernes, 15 de marzo de 2013

DOÑA LUCILA GONZÁLEZ DE CHAVES, MUJER DE PERSONALIDAD SUBYUGANTE


DOÑA LUCILA GONZALEZ DE CHAVEZ: Mujer de personalidad subyugante por su inteligencia y en especial por su sensibilidad  y capacidad para realizar iniciativas educativas y culturales. Su vida laboral se caracterizó por una entrega disciplinada, creativa, investigativa, innovadora y docente, de condiciones tan excepcionales, que su solo nombre representa la excelencia del magisterio antioqueño y la perfección estética de las prácticas pedagógicas en el aprendizaje y el uso correcto del lenguaje.
Fue Maestra de Maestras y Formadora de Formadores. Como profesora de Español y Literatura en todos los niveles del Sistema Educativo Nacional, a la vez que autora de los textos escolares con los cuales se formaron y siguen educándose  generaciones sucesivas de hablantes, escuchas, lectores y escritores de modales refinados y cultos, cumplió a cabalidad con una de las principales  tareas  que la sociedad, las familias y el Estado le encomiendan a los educadores: enseñar a los niños y a los jóvenes a pensar, a razonar y a expresarse correctamente ,a través del conocimiento y  el uso apropiado de las estructuras y las formas del lenguaje.
Para sus alumnos, doña Lucila, como cariñosamente se le nombra, es un referente obligado cuando se hace alusión a la producción intelectual y académica con la cual un educador puede y debe inspirar a sus alumnos, infundiéndoles el deseo de la superación permanente y la constante búsqueda del conocimiento que sirve de soporte a la realización personal y al ejercicio de la libertad.

Gabriel Jaime Arango Velásquez
Doctor en Filosofía y Letras
Director del programa de Docencia de EAFIT

PRESENTACIÓN DE DOÑA LUCILA EN LA GALA “MAESTROS PARA LA VIDA”,
Teatro Metropolitano - 2012

lunes, 11 de marzo de 2013





PRECISIONES DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (RAE) EN SU ORTOGRAFÍA DEL AÑO 2011



En su edición del año 2011 (743 p.), la Real Academia Española conceptúa: Un grupo limitado de palabras que tradicionalmente se habían escrito con tilde por resultar bisílabas (además de ser agudas terminadas en -n, -s o vocal), en la pronunciación de buena parte de los hispanohablantes,  ahora pasan a considerarse monosílabas a efectos de acentuación gráfica, y a escribirse, por ello, sin tilde, ya que los monosílabos no se acentúan gráficamente, salvo los que llevan tilde diacrítica.
  Las palabras afectadas por este cambio son formas verbales como crie, crio,  criais, crieis (verbo criar), y las que se usan con el pronombre VOS: vos crias  de criarfie, fio fiais, fieis y las del voseo: vos fias,  (verbo fiar); flui, fluis (de fluir); frio friais, de freírfrui, fruis (de fruir = gozar); guie, guio, guiais, guieis y las del voseo: vos guias,  de guiarhui, huis (de huir); lie, lio, liais, lieis y las del voseo: vos lias,  de liarpie, piais, pieis y las del voseo pias, pia, de piarrio, riais, de reír.
Sustantivos como guion, ion, muon, pion, prion, ruan y truhan; y ciertos nombres propios, como Ruan y Sion, también van sin tilde.
  Aunque la ortografía de 1999, donde se establecieron las citadas convenciones, prescribía ya la escritura sin tilde de estas palabras, admitía que los hablantes que las pronunciasen como bisílabas pudiesen seguir acentuándolas gráficamente. En cambio, a partir de la edición de 2010 se suprime dicha opción, que quiebra el principio de unidad ortográfica, de modo que las palabras que pasan a considerarse monosílabas por contener este tipo de diptongos o triptongos ortográficos deben escribirse ahora obligatoriamente sin tilde.

  Esta convención es solo ortográfica, por lo que no implica, en modo alguno, que los hablantes deban cambiar la manera en que pronuncian naturalmente estas voces, sea con hiato o con diptongo.
  La palabra solo, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo), así como los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, funcionen como pronombres (Este es tonto; Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos, la chica esa), no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien por tratarse de palabras llanas terminadas en vocal o en –s; bien, en el caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s.
  Aun así, las reglas ortográficas anteriores prescribían el uso de tilde diacrítica en el adverbio solo y en los pronombres demostrativos para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo solo y de los determinantes demostrativos, cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad, como en los ejemplos siguientes: Trabaja sólo los domingos [= ‘trabaja solamente los domingos’], para evitar su confusión con Trabaja solo los domingos [= ‘trabaja sin compañía los domingos’]; o ¿Por qué compraron aquéllos libros usados? (aquéllos es el sujeto de la oración), frente a ¿Por qué compraron aquellos libros usados? (el sujeto de esta oración no está expreso y aquellos acompaña al sustantivo libros).
  Sin embargo, ese empleo tradicional de la tilde en el adverbio solo y los pronombres demostrativos no cumple el requisito fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica, , ya que tanto solo como los demostrativos son siempre palabras tónicas en cualquiera de sus funciones. Por eso, a partir de ahora (2010, edición española),  (2011, edición en Colombia) se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de ambigüedad. La recomendación general es, pues, no tildar nunca estas palabras.
  Hasta ahora se venía recomendando escribir con tilde la conjunción disyuntiva o cuando aparecía entre dos cifras, a fin de evitar que pudiera confundirse con el cero. Este uso de la tilde diacrítica no está justificado desde el punto de vista prosódico, puesto que la conjunción o es átona (se pronuncia sin acento) y tampoco se justifica desde el punto de vista gráfico, ya que tanto en la escritura mecánica como en la manual los espacios en blanco a ambos lados de la conjunción y su diferente forma y menor altura que el cero evitan suficientemente que ambos signos puedan confundirse (1 o 2, frente a 102). Por lo tanto, a partir de este momento, la conjunción o se escribirá siempre sin tilde, como corresponde a su condición de palabra monosílaba átona, con independencia de que aparezca entre palabras, cifras o signos: ¿Quieres té o café?; Terminaré dentro de 3 o 4 días; Escriba los signos + o  en la casilla correspondiente.

  Por primera vez se ofrecen en la ortografía académica normas explícitas sobre la escritura de las voces o expresiones prefijadas.
  Los prefijos son elementos afijos, carentes de autonomía, que se anteponen a una base léxica (una palabra o, a veces, una expresión pluriverbal) a la que aportan diversos valores semánticos. Se resumen a continuación las normas que deben seguirse para la correcta escritura de los prefijos en español:
Se escriben siempre soldados (unidos) a la palabra que afectan, cuando esta es univerbal, es decir, cuando está constituida por una sola palabra: antiadherente, antirrobo, antitabaco, cuasiautomático, cuasidelito, exalcohólico, exjefe, exministro, exalumno, exnovio, expresidente, posmoderno, posventa, precontrato, prepago, proamnistía, probritánico, provida, superaburrido, superbién, supermodelo, vicealcalde, vicesecretario, etc. En este caso, no se consideran correctas las grafías en las que el prefijo aparece unido con guion a la palabra base (anti-mafia, anti  -cancerígeno) o separado de ella por un espacio en blanco:
(anti mafia, anti cancerígeno). Si se forma una palabra anteponiendo a la palabra base varios prefijos, estos deben escribirse igualmente soldados (unidos), sin guion intermedio: antiposmodernista, requetesuperguapo.
Se unen con guion a la palabra base cuando esta comienza por mayúscula, de ahí que se emplee este signo de enlace cuando el prefijo se antepone a una sigla o a un nombre propio univerbal: anti-ALCA, mini-USB, pos-Gorbachov, pro-Obama. El guion sirve en estos casos para evitar la anomalía que supone, en nuestro sistema ortográfico, que aparezca una minúscula seguida de una mayúscula en posición interior de palabra. También es necesario emplear el guion cuando la base es un número, con el fin de separar la secuencia de letras de la de cifras: sub-21, super-8.
Se escriben necesariamente separados de la palabra base a la que afectan, cuando esta es pluriverbal, es decir, cuando está constituida por varias palabras. Hay determinados prefijos, como ex-, anti- o pro-, que son especialmente proclives (propensos a, inclinados a), por su significado, a unirse a bases o palabras de este tipo, ya se trate de locuciones o de grupos sintácticos, característica por la cual la gramática ha acuñado para ellos la denominación de prefijos separables: ex relaciones públicas, anti pena de muerte, pro derechos humanos. Esta misma circunstancia puede darse también con otros prefijos: pre Segunda Guerra Mundial, super en forma, vice primer ministro.
  Así pues, un mismo prefijo se escribirá soldado a la base o palabra, unido a ella con guion o completamente separado en función de los factores arriba indicados: antimafia, anti-OTAN, anti ácido láctico; provida, pro-OLP, pro derechos humanos; supercansado, super-8, super en forma, etc.
  Las normas aquí expuestas rigen para todos los prefijos, incluido ex-. Para este prefijo se venía prescribiendo hasta ahora la escritura separada —con independencia de la naturaleza simple o compleja de su base— cuando, con el sentido de ‘que fue y ya no es’, se antepone a sustantivos que denotan ocupaciones, cargos, relaciones o parentescos alterables y otro tipo de situaciones circunstanciales de las personas. A partir de esta edición (2011) de la ortografía, ex- debe someterse a las normas generales que rigen para la escritura de todos los prefijos y, por tanto, se escribirá unido a la base si esta es univerbal (exjugador, exnovio, expresidente, exalumno, etc.), aunque la palabra prefijada pueda llevar un complemento o adjetivo especificativo detrás: exjugador del Real Madrid, exnovio de mi hermana, expresidente brasileño, etc.; y se escribirá separado de la base si esta es pluriverbal: ex cabeza rapada, ex número uno, ex teniente de alcalde, ex primera dama, etc.