sábado, 21 de mayo de 2011

ORIGINALIDAD Y PLAGIO

Sobre la originalidad dice el célebre ensayista Johannes Pfeiffer: "La originalidad es en primer lugar, una actitud interna, un modo de enfrentarse con el mundo, de SER en él, un modo de vivencia...
La afirmación de la personalidad creadora debe procurar que la obra creada se parezca a sí misma y no a ninguna otra... Dicen los tratadistas que un escritor es original cuando en su obra manifiesta ideas y sentimientos que por lo nuevos sobrecogen el ánimo contra toda expectación. Desde la famosa frase "nada hay nuevo bajo el sol", mucho se ha escrito sobre qué es la originalidad, y de esta y del plagio se han dado muchos conceptos. La originalidad no es sól de ideas, sino también de LA MANERA DE EXPRESARLAS.
El ilustre español Juan Valera, después de pasar revista a una serie de plagios cometidos desde muchos siglos atrás, temina un ensayo sobre  la ORIGINALIDAD Y EL PLAGIO con estas palabras: "La verdadera y buena originalidad ni se pierde ni se gana por copiar pensamientos, ideas o imágenes, o por tomar asuntos de otros autores. La verdadera originalidad está en la persona cuando tiene SER fecundo y VALOR bastante para trasladarse al papel que escribe, y quedar en lo escrito como encantada, dándole vida inmortal y carácter propio. Para ser, pues, original en el buen sentido, no hay que afanarse mucho ni poco en decir y pensar cosas raras. Basta con pensar, sentir y expresar lo que se piensa y se siente, del modo más sencillo. (...) Los autores vulgares apenas tienen alma, y su alma ni sale retratada ni queda en el estilo. Bien podrán no imitar a nadie, pero no serán originales; serán cualquier cosa, lo que todo el mundo es".

El escritor Marcelino Peñuelas afirma en su libro "Mito, Literatura y Realidad": "El hombre no puede crear en un vacío ex nihilo.  No puede imaginar nada que no conozca de antemano consciente e inconscientemente. Las llamadas creaciones de la imaginación están siempre basadas en elementos proporcionados por la naturaleza y por la vida. Es decir en la experiencia, en el contacto humano con el ambiente, con nuestros semejantes y con nosotros mismos; o sea, en el contacto con el mundo físico y con el psíquico, con el mundo exterior y con el interior. SE TRATA MÁS BIEN DE NUEVAS CONSTRUCCIONES CON MATERIALES DADOS Y NO INVENTADOS. De nuevas asociaciones de ideas, sensaciones e imágenes; de REELABORACIONES desde nuevos puntos de vista; de nuevos horizontes abiertos por elementos no tenidos en cuenta hasta entonces".

domingo, 1 de mayo de 2011

EL PORQUÉ DE LOS EX LIBRIS

Pasra prevenir las posibles pérdidas de libros se han ideado las marcas de posesión conocidas con el nombre genérico de "ex libris" que quiere decir: "de entre los libros" o "que forma parte de los libros" de la persona cuya marca llevan impresa.
El ex libris es un continuo recordatorio de que el libro que lo obstenta debe ser devuelto a su procedencia por el amigo olvidadizo que lo pidió prestado y que tal vez ignora aquella famosa regla del abate Menage: "La primera cosa que debe hacerse cuando se ha solicitado un libro es leerlo, para poder devolverlo lo más pronto posible".
Además, tienen los ex libris otro significado, un tanto caprichoso, y es  el de simbolizar las ideas y aficiones de su poseedor, dando a conocer un poco de su personalidad. Los estudiantes conocen bien la necesidad de los ex libris, ya que todos han puesto muchas veces en la primera página de sus textos y cuadernos esos versos tan conocidos: "Si este libro se perdiera, / como puede suceder, / pues es de un pobre estudiante / que necesita aprender. / Si queréis saber su nombre, / aquí lo voy a poner...".
Esta costumbre de los estudiantes de habla hispana existe en todos los países.
Antes de la invención de la imprenta, las marcas de posesión no eran las estampas grabadas de hace algunos años, ni siquiea las etiquetas impresas más rudimentarias que algunos usan. Su origen data de la antigüedad, desde la época de los faraones, pues existe en el Museo Británico de Londres, una tablilla egipcia de porcelana azulada con una inscripción que representa una vedadera etiqueta, la que se introducía en las cajitas de rollos y papiros, y cuyo texto acredita pertenecer a la biblioteca de Amenhotep III, quien reinó en el siglo XIV antes de la era cristiana.
Dicen los estudiosos del tema que tan ex libris es una simple inscripción puesta al frente de un libro, con escritura hecha a mano, como la más complicada y artística marca de posesión aplicada a  aquel.
El ex libris llega a su esplendor después de la invensión de la imprenta en 1440. Al democratizarse el libro y multiplicarse los ejemplares, se adapta el procedimiento tipográfico y también el xilográfico primitivo a la producción de etiquetas o estampas de posesión, para ser pegadas en la parte interior de las encuadenaciones o en las primeras hojas de los libros. Esta es la forma por excelencia de la maca de posesión del libro a la que generalmente se aplica el nombre de ex libris, contenga o no estas dos palabras latinas, con el nobre del poseedor o sin él, y aun, sin indicación literal de ninguna clase.
Hay ex libris solamente con inscripciones. Los hay con ilustraciones, y también existen ex libris heráldicos.
Podríamos empezar a crear nuestro propio ex libris... es atractivo y, tal vez, hasta podamos defender nuestros libros de los voraces poseedores de libros ajenos.